Lorgio Núñez, nacido el 28 de marzo de 1960 en Cotuí, Provincia Sánchez Ramírez, es una figura multifacética del panorama cultural dominicano. Su trayectoria abarca no solo la literatura, sino también la educación, la pintura y el arte en sentido general.
En Julio del año 2019, Diógenes Abreu, refiriéndose a su poesía sostiene que: «Lorgio tiene la sabiduría de entender con claridad que su instrumento de trabajo es el lenguaje. Esa consciencia la forjó a fuerza de estar inmerso, por muchos años, en el territorio creativo y la práctica vivencial de otros escritores que le sirvieron de mentores y referentes. Pero también hay que hablar de su sensibilidad y astucia como escritor, persona henchida de motivación e interés en los procesos creativos»:
“Toquemos la guitarra
y cantemos,
que Bienvenido no fue una comparsa
de párpados nublados,
que el llanto no pudo nunca
llenar de garrapatas
su alegría,
y el cielo era un niñito
que vivía siempre
entre sus ojos,
y sus mejillas acordeones
rebosando de merengue
nuestros rostros.”
Formación académica
Desde sus primeros años, Lorgio mostró un profundo interés por el conocimiento. Su formación académica es impresionante, comenzando con una licenciatura en Educación Básica en la Universidad Tecnológica del Cibao Oriental (UTECO). Posteriormente, se especializó en Lingüística aplicada a la enseñanza del idioma inglés en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, y en Arte, Cultura y Ciudadanía a través del Centro de Altos Estudios Universitarios (CAEU). Además, posee una maestría en Literatura y ha realizado múltiples diplomados, incluyendo uno en Metodología de la Enseñanza de la Lengua Española. Su compromiso con la educación lo ha llevado a realizar centenares de cursos tanto a nivel nacional como internacional, recibiendo la gran distinción del Premio Presidencial a la Excelencia Magisterial Ercilia Pepín.
Labor Literaria
Lorgio Núñez, a través de su poética vanguardista, establece su distintiva voz literaria y lleva las palabras a nuevas dimensiones inesperadas. Su diario lingüístico cotidiano se eleva hacia combinaciones innovadoras, resultando en una literatura que presenta una fusión única en sus imágenes y matices léxicos. Núñez ha dejado su huella indeleble en la literatura dominicana. Entre sus publicaciones más destacadas se encuentran "Soplo Trinitario", "Desarraigo", "Sindicato Sexual", "Crecimiento de linternas, complemento menticarnal" y "Descalabro de una Inocencia". Su estilo, caracterizado por una profunda exploración de la condición humana, ha resonado en la audiencia, consolidándolo como un autor relevante en el ámbito literario.
Soplo trinitario (Fragmento)
Desde la neblina
de los sueños,
por donde las huellas
del instinto
marcan la ruta del viento
y las piedras del olvido
revientan respiros,
estremeciendo
el vientre del agua,
poniendo en alerta
las amapolas
e imprimiendo vigor
en el tímpano de la tierra,
llegaste a nosotros
y en guía de la luz
te convertiste.
De las entrañas
de un gemido,
polinización
de mares y cometas,
brotó tu vida,
bailotear de bambúes,
repicar
de tambores y acordeones,
relincho de pachulíes,
plantación de arcoíris,
ternura y fuego.
Para que no olviden
tus huellas
y rayos solares
reciten tu rostro
y banderas y escudos
bailoteen
en las bodegas del aire
y se deslicen
por la hipotenusa
de cada boca,
para que
la descolonización
sea himno
y canto patrio
que se escuche
y practique
en los laboratorios
del tiempo
y el lema
“Dios Patria
y Libertad”
habite
en las pisadas del alba
y en los ferrocarriles
de la luz,
para no confundirte
con riachuelos y tormentas,
con siluetas de vapores
y gemidos,
con germinación de lutos
y ataúdes,
con beodos
embriagándose de tumbas
y torturas,
con piratas
atracando la clorofila del trigo
en los labios del maíz
bordamos tu nombre,
escribimos
Duarte, Juan Pablo
en las hamacas del viento,
tallamos
Duarte, Juan Pablo
en los omóplatos del cielo,
tejimos
Duarte, Juan Pablo,
en las cortinas de la lluvia,
voceamos
Duarte, Juan Pablo
en los micrófonos
del trueno,
digitamos
Duarte, Juan Pablo
en el cerebro del sol.
Con máscara antigás en la sonrisa
Mientras llantos,
balas invisibles
que nos lanza la muerte,
nos atraviesen la nuca
y nos pongan a dialogar,
día y noche,
entre la nada,
mientras jaqueen
al disco duro
de toda existencia,
manipulando el rumbo
de nuestra vida,
masacrando
la clorofila de cada voz,
llenándonos de virus
los archivos del alma,
estaremos atentos,
armados de relámpagos
y estrellas,
de antivirus potentes
e invencibles
y con máscara antigás
en la sonrisa.
Sindicato sexual
Amelia,
basta con saltar
la empalizada de tus ojos,
con ir a tu piel,
para formar parte
de la propiedad privada
que registra tu cuerpo,
panal de estrellas
donde residen luces,
cielo púbico,
mar de vapores.
Basta con que palomas
vengan volando,
desde la hacienda de tus labios
hasta mi boca,
para que mi instinto
se vaya a tus graneros,
centelleos de recién nacidas estrellas,
nido de arpas y violines,
campo magnético de mi sangre.
Basta con rozar
los manantiales de tu pecho,
ríos de frutas,
para decidirme a pagar
peajes de amor
y transitar a todas horas
por el pavimento de tu alma.
Y basta con que,
desde tus párpados,
acuarelas de pensamiento,
algún cometa salga ladrando
y me ahuyente lo oscuro,
para que dirijas mi sindicato sexual.
Labor pictórica
Además de su faceta literaria, Lorgio es un talentoso pintor. Su carrera en la pintura comenzó en el movimiento cultural "La Zafra", del cual fue miembro fundador y que le sirvió de escuela. Más tarde, se formó en la Escuela Nacional de Bellas Artes, donde perfeccionó su técnica. A lo largo de los años, ha participado en numerosas exposiciones, tanto en su país como en el extranjero, destacándose eventos como "Homenaje a las madres" en 1984 y "Entre amigos" en 1998 en Guadalupe, Francia. Su arte ha sido un reflejo de su sensibilidad y compromiso social. El Movimiento Cultural La Zafra, marcó un espacio de desarrollo cultural irrepetible en la provincia Sánchez Ramírez.
Estos cielos
Estos cielos
que hacen burbujas de vida
en nuestros ojos
pintando de soberanía
cada puesta de sol,
rechazando injerencias de cometas
e imprimiendo amaneceres
en los respiros de la noche,
son insuficientes
para cuerpos
tullidos de voces y respiros,
consagrados
a hervirle tisana a la bandera
y a cubrirle la espalda
a los atardeceres.
Solo es mucho
un sartal de rostros
llenando de melaza nuestra voz,
pozos de respiros
donde siempre abunden
baratillos de sonrisas
y pájaros carpinteros
no suban
a caerles a picotazo
a nuestros sueños.
Reconocimientos
La labor de Lorgio Núñez ha sido reconocida en diversas ocasiones. Ha recibido placas de reconocimiento por su contribución a la educación y la cultura, así como por enriquecer la bibliografía nacional. Su trabajo ha sido homenajeado por instituciones educativas y culturales, y ha sido nombrado huésped distinguido de San Francisco de Macorís. Además, ha ganado varios concursos literarios, lo que atestigua la calidad y el impacto de su obra.
Manos puertas
Manos puertas,
manos tierra,
manos luz,
manos manos
que danzan,
sangran,
tosen,
crujen,
vuelan
y zumban
persignando a la luna,
llenando de vuelos las ventanas,
descurtiendo
los itinerarios de la luz,
interpretando pupilas.
Como conocen
hasta la cédula del aire,
tus dedos de nunca llanto,
como tan sudor
son tus gestos,
como bailas el carabiné,
con la bravura del sol,
como, con sus olas,
no te vence
el gatillo del mar,
como nunca juegas barajas
con el pellejo del fuego
y como no te alcanzan
las pisadas de la angustia,
con tus manos
se nutren los espejos
y ponemos en jaque mate
la canción ciempiés
de la desgracia.
Lorgio Núñez es un ejemplo de dedicación y pasión por la cultura. Su carrera como educador, escritor y artista plástico refleja un compromiso inquebrantable con el desarrollo de la sociedad. A través de sus palabras y sus pinceladas, ha logrado trascender, convirtiéndose en un faro de inspiración para las futuras generaciones de creativos y pensadores en la República Dominicana. Su legado, sin duda, perdurará en el tiempo.