Hobart es la capital y ciudad más poblada de Tasmania, donde vive casi la mitad de todos los habitantes de la isla. Los habitantes originales eran miembros de la tribu seminómada Mouheneer, pero la colonización europea terminó expulsando a la población aborigen.  En 1803, Hobart se funda como una colonia penal y durante muchos años la población estuvo formada por convictos y capataces, además de balleneros y cazadores de focas.

Es la segunda capital más antigua de Australia después de Sydney y su puerto es el segundo puerto natural más profundo del mundo, que no se ve obstaculizado por los cambios de marea. Aquí, la caza de ballenas fue una industria muy importante, llegando a ser el principal puerto ballenero del Océano Antártico.

En la década de 1850, después de que terminó el transporte penal, tuvo períodos de auge y de declive y a principios del siglo XX, hubo crecimiento económico gracias a la minería, la agricultura y otras industrias, lo que atrajo a muchos inmigrantes.

Inicialmente fue conocida como Hobart Town debido a Lord Hobart, cuarto conde de Buckinghamshire y secretario de estado británico para la guerra y las colonias, Hobart Town se convirtió en ciudad en 1842 y fue llamada Hobart a principios de 1881.

Hobart está ubicada en el sureste, en la desembocadura del río Derwent y en la falda del Monte Wellington, que se eleva a 1,271 metros de la ciudad. El área metropolitana se conoce como gran Hobart, para diferenciarla de la ciudad capital.

El clima es marítimo suave y templado con cuatro estaciones bien definidas, veranos calientes y soleados e inviernos fríos y secos; además de nieve en la región de las montañas. Las temperaturas oscilan entre 3 y 11°C en invierno y entre 20 y 27°C en verano.

El área metropolitana de Hobart registró una población de alrededor de 206,000 habitantes en el censo de 2016, provenientes de Reino Unido, Nueva Zelanda, Alemania, Corea y Somalia. Más del 60% son cristianos con afiliaciones religiosas como la anglicana, católicos, de la iglesia unida y presbiteriana y reformada. La población judía cuenta con la sinagoga más antigua de Australia y también hay pequeñas comunidades de hindúes, musulmanes y mormones. Aquí también se encuentran la Universidad de Tasmania y otras universidades, la Casa del Parlamento, la biblioteca estatal y el Museo y Galería de Arte de Tasmania.

Hoy día Hobart es el centro administrativo y financiero de Tasmania y puerto de origen para las operaciones antárticas australianas y francesas, con industrias compatibles como la construcción naval, que incluye empresas de fabricación de catamaranes de alta velocidad.

El turismo es muy importante para la economía local y Hobart cuenta con atracciones como la arquitectura de la era de los convictos, el enorme mercado callejero de Salamanca y el Museo de Arte Antiguo y Nuevo (MONA), que es el museo privado de clase mundial más grande del hemisferio sur, albergando una selecta colección de arte contemporáneo y antiguo, con obras de artistas muy importantes. Hobart cuenta también exporta cervezas internacionalmente y distribuye chocolates para todo el hemisferio sur de la reconocida marca Cadbury.

También, Hobart es internacionalmente famoso porque la regata anual de yates Sydney-Hobart termina en la orilla oeste del estuario de Derwent. La llegada de los yates coincide con el Festival de Verano de Hobart, que empieza después de Navidad y termina a mediados de enero.

Llegamos en Hobart, Tasmania el domingo 12 de febrero a las 7:30 pm, visita que coincidió con el último día del Festival Australiano de Botes de Madera y un día feriado. Desde el barco, esa noche disfrutamos del impresionante frente al mar que tiene esta ciudad y de un espectáculo de fuegos artificiales para celebrar el festival.

El lunes 13 de febrero fue un día muy claro con un clima bastante agradable así que cogimos el transporte tipo sube y baja (hop-on hop-off en inglés) para darle una vuelta en la ciudad y ver los sitios de interés.

Nos dirigimos al Real Jardín Botánico de Tasmania, a unos dos kilómetros del centro de Hobart, donde fuimos recibidos por guías voluntarios que dan las indicaciones del lugar. Nos dieron el mapa y nos dijeron dónde estaba el restaurant, la cafetería y la tienda. Los abordamos y le contamos de nuestra misión, fueron muy amables y nos desearon mucha suerte en nuestra peregrinación.

Los señores Catie y Wayne Reyne, guías voluntarios del Real Jardín Botánico de Tasmania.

 

Este jardín de 14 hectáreas se encuentra en un terreno originalmente ocupado por el pueblo Muwinina. Fue fundado en 1818 y es el segundo Jardín Botánico más antiguo de Australia; cuenta con hermosos parques, una amplia variedad de colecciones y jardines especializados, entre los que se encuentran la colección de grandes árboles centenarios, plantas y árboles altos de todo el mundo, entre el que se encuentra el pino sequoia, y la colección de plantas nativas de Tasmania que incluye la única Casa de Plantas Subantárticas de Australia. También, hay un jardín japonés y hasta un huerto.

Además, en este jardín se realiza un importante trabajo de conservación guardando semillas y propagando plantas que alguna vez fueron abundantes en Tasmania pero que en los últimos tiempos están escasas.

Los jardines tienen diseños que recrean tanto la época colonial como diseños modernos de estilo naturalista que integran la flora de Tasmania; la verdad es que fue un paseo muy hermoso, con muchas esculturas y repleto de colores y fragancias exquisitas.

Elizabeth Farinho de Núñez sostiene las imágenes de la Virgen de la Altagraciaal lado de una de las estatuas en el Real Jardín Botánico de Tasmania.

A la salida del jardín, continuamos nuestro recorrido por la ciudad y pudimos observar que las casas conservan la arquitectura de la época de la colonia. También nos llamó mucho la atención el hecho de que los parques y en todas partes hubiera muchas esculturas, que pusieran letreros en las aceras prohibiendo fumar en las calles, cabinas telefónicas en las calles y además que las cabinas eléctricas estuvieran pintadas con diseños muy llamativos.

Pasamos por la Iglesia San José, pero estaba cerrada debido al feriado, así como las otras dos iglesias católicas que hay en la ciudad, por lo que decidimos entrar a la Catedral San David que tenía sus puertas abiertas. Esta es una iglesia anglicana y el reverendo Christopher Waterhouse nos recibió muy contento, diciéndonos que había visto la llegada del barco desde su casa. Nos invitó a conocer la iglesia, que tenía preciosos cojines bordados en punto de cruz en los bancos y también nos llevó a que viéramos la premiación de un concurso de flores que estaban realizando, además de los artículos que tenían en venta. Asimismo, vimos la escultura de San Francisco que estaba en los jardines de la iglesia.

Reverendo Christopher Waterhouse, capellán de la Catedral San David, Hobart, Tasmania.

Caminando de regreso al barco, pudimos ver las familias congregadas en el puerto para ver la regata en la que participaron diferentes tipos de veleros, desde barcos altos clásicos hasta pequeños botes y kayaks de madera. Este evento es muy festivo, con puestos de comida, bebidas, disfraces, música, gente cantando, un ambiente realmente muy alegre. Aquí nos encontramos con una pareja que junto a unos niños tocaron para nosotros como una forma de darnos la bienvenida junto a Nuestra Señora de la Altagracia.

Más adelante, vimos una especie de túnel que nos aventuramos a seguir y llegamos a la recepción del hotel MACq 01; donde Lou Row, que trabaja como guía y narradora de la historia y cultura de Tasmania para los huéspedes del hotel, nos recibió con mucha alegría con nuestra amada Virgen de la Altagracia. Le explicamos nuestra misión y se sintió muy contenta de saber que éramos dominicanos y de conocer sobre la Virgen. Fue realmente muy amable con nosotros. En la tienda del hotel vimos una cesta hecha con algas marinas, usada por los aborígenes para cargar agua; el método de fabricación de ese tipo de cestas, se transmite de generación en generación en la población aborigen.

Lou Row, narradora y guía del Hotel Macq01, Hobart, Tasmania, Australia.

Luego, nos detuvimos un rato para ver parte de las tiendas y exhibiciones, demostraciones y actividades relacionadas con el festival, que estaban en el muelle y el puerto. Ya en el barco, todavía reinaba la algarabía por los resultados del Super Bowl, que fue transmitido por la mañana y que se iba a retransmitir para los que no habían podido verlo.

Cuando salíamos de Hobart, disfrutamos de un hermoso arcoíris como hace tiempo que no veíamos mientras navegábamos hacia la gran bahía australiana.

Arcoíris visto a la salida de Hobart, Tasmania, Australia.

Esa noche, nos enteramos de que lamentablemente murió un pasajero del crucero y de que también hubo una boda. Nosotros elevamos una plegaria a la Virgen de la Altagracia por el alma de la persona fallecida y por la felicidad de la pareja. Esas son las cosas de la vida.

Para finalizar, no podemos dejar de reconocer a Acento, a su director, a Larimar Films y a Alvar Ojeda, por el apoyo brindado. Igualmente, nuestro agradecimiento a todas las personas que nos animan para que continuemos con mucha fe en esta peregrinación de la Virgen de la Altagracia alrededor del mundo.

Para dar seguimiento al paso de la Virgen de la Altagracia por Hobart en Tasmania, Australia y disfrutar de más fotos y videos con las vivencias ocurridas en esta ciudad, pueden dirigirse a nuestra página de Instagram @virgenviajaporelmundo. Nuestro siguiente puerto es Adelaida, Australia.