Gambia es el país más pequeño de África continental, y está rodeado por Senegal, excepto por su costa al oeste en el océano Atlántico. Está situado en ambos lados del río Gambia. Tiene un área de 11,300 kilómetros cuadrados, con una población de 2.8 millones de habitantes. Banjul es la capital. Los portugueses fueron los primeros europeos que entraron en Gambia en 1455. En 1765, Gambia pasó a ser parte del Imperio Británico, estableciendo a Gambia, que luego logró su independencia en 1965. Gambia es miembro de la Comunidad de Naciones de Gran Bretaña. Inglés es el idioma oficial, pero también se hablan otros idiomas como Francés, Mandinka, Pulaar, Wolof, Fula Serer, Soninke, Krio, y Jola, en adición a otros dialectos locales.
La economía de Gambia está dominada por la agricultura, la pesca, y especialmente el turismo. La agricultura representa el 30% del producto interno bruto y emplea el 70% de la fuerza laboral, siendo el maní su principal producto.
Alrededor del 96% de la población se identifica como musulmán Sunni, principalmente Malikite Sufi. La mayoría del 4% restante son cristianos, siendo los católicos el 2.1% de la población.
El 29 de marzo llegamos a Banjul, Gambia. Esto fue después de varios días de negociación de la administración del crucero y las autoridades de Gambia. Primero habían dicho que solo los que se bajarían en Banjul tenían que pagar US$150 por la visa; pero dos días antes anunciaron que todos tenían que pagara la visa, aunque no se desmontaran del barco. Empezamos a averiguar, y resulta que los viajeros con pasaportes dominicanos no tenían que pagar visa.
Nosotros ya habíamos estado en Banjul anteriormente, por lo que esta vez decidimos no tomar ninguna gira y simplemente ir a donde el autobús de cortesía nos llevara en la ciudad. El puerto está sobre el río Gambia, y aunque está en el mismo centro de la ciudad, ellos ofrecieron autobuses para llevarnos al mercado central. Debido a las advertencias de seguridad, decidimos limitarnos a visitar el mercado central y el mercado ambulante de artesanías que instalaron en el mismo puerto, justo a la salida del barco.
A la salida nos encontramos con el capitán del barco Capitán Frank van der Hoeven, quien se mostró complacido de tomarse una foto con la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia.
La pintora Elizabeth Farinho de Núñez con el capitán del barco Capitán Frank van der Hoeven en el puerto de Banjul, Gambia.
En el mercado ambulante del puerto conversamos con varios de los vendedores. Aunque eran musulmanes, estuvieron abiertos a tomarse fotos con la imagen de la Virgen de la Altagracia, dándonos la oportunidad de hablar sobre ella.
Una vendedora ambulante en el puerto de Banjul sosteniendo la imagen de la Virgen de la Altagracia.
A la vendedora de la foto le encantó la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia y me dijo que era bella como ella. Las mujeres de Gambia son muy altas y hermosas y bien perfumadas. Se dejan tomar fotos sin negociar que les compren algo.
Me llamó la atención la perfección de los dientes de la mayoría de las personas. Al mismo tiempo notamos que muchas personas tenían un palito en la boca, el cual masticaban o se lo pasaban por los dientes. Ellos le llaman “soo chu guru”. Estos palitos generalmente se cortan del árbol de nuez de kola (cola) o de otros árboles silvestres como el abotesima y el neem. A esto le llaman cepillo dental africano. Algunos creen que masticar estos palitos es más saludable que los cepillos y la pasta dental. Consideran que es bueno para el estómago y la cabeza, blanquea los dientes y elimina el mal aliento.
Al salir, quisimos visitar una iglesia católica, pero nos informaron que estaba cerrada, por lo que nos limitamos a visitar el mercado central. En nuestra visita anterior habíamos visitado este mercado, pero de nuevo nos maravillamos con sus artesanías, aunque lamentablemente, el mercado había perdido mucho de su esplendor, calidad y variedad, debido a los estragos de la pandemia del COVID. Pudimos reconocer algunos de los vendedores, quienes nos reconocieron y nos saludaron.
En el mercado había las tradicionales maderas talladas con figuras de animales, caretas, muñecas, prendas en diversos materiales y esculturas en piedra. Nos sorprendimos al ver un señor que estaba impartiendo clases a un grupo de niños. Después regresamos al barco para participar en las actividades del resto del día y prepararnos para la visita a Senegal el siguiente día 30 de marzo.
La República de Senegal es un país en el oeste de África sobre el Océano Atlántico, con fronteras con Mauritania al norte, Mali al este, Guinea al sureste y Guinea-Bissau al suroeste. Senegal es el país más al oeste de África, y su capital es Dakar. Tiene una superficie de 197 mil kilómetros cuadrados, con una población de 17 millones de habitantes. Senegal logró su independencia de Francia en 1960, por lo que su idioma oficial es el francés, aunque solo una minoría lo entiende. Se hablan más de 30 idiomas, siendo el Wolof el más ampliamente usado, ya que para el 80% es el primer o segundo idioma.
Teníamos mucha ilusión con visitar Dakar, ya que es una ciudad cosmopolita muy interesante, con monumentos, mercados, una universidad prestigiosa, así como otros sitios de interés. Lamentablemente, cuando atracamos en el puerto, nos informaron que no podríamos desembarcar porque había disturbios en toda la ciudad debido a protestas de la población. Sin embargo, el capitán informó que nos quedaríamos en el puerto todo el día porque había que desembarcar dos personas que tenían emergencias médicas, y el barco recibiría 8 furgones de productos. Las dos personas pudieron salir, pero el barco no recibió los furgones porque nunca llegó el personal de aduanas para desaduanarlos, ni personal del puerto para descargar los furgones. Al final del día tuvimos que irnos sin lo furgones rumbo al próximo puerto, Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias.
Ese día lo que pudimos hacer con Nuestra Señora de la Altagracia fue rezar un Santo Rosario con un grupo de personas del barco, y hablar un poco sobre la República Dominicana. Algunas de estas personas han estado en los puertos de Puerto Plata y de la Romana, expresando que les encantó. Les explicamos como podían llegar a la Basílica de Higuey, lo que hizo que se interesaran más en la peregrinación.
En Dakar, ciudad que habíamos visitado en otra ocasión, se destaca un Monumento al Renacimiento Africano, que es una escultura de 49 metros de altura, y está en una cima de 100 metros de alto. La estatua fue diseñada por el arquitecto senegalés Pierre Goudiaby, y fue inaugurada en 2010 para el 50 aniversario de su independencia.
Monumento al Renacimiento Africano, Dakar, Senegal.
La escultura de bronce fue llevada a cabo por una firma norcoreana, y representa a tres miembros de una familia, que salen de la cima de una montaña. Hay una estatua completa de una mujer joven, un hombre y, sentado en su brazo derecho levantado, un niño que señala con su dedo al mar, a los africanos al otro lado del Atlántico.
Agradecemos a Acento y a su director, por todo el apoyo brindado y a todas las personas que nos han animado en esta peregrinación de la Virgen de la Altagracia alrededor del mundo, en especial a la Señora Eva Mir.
Para dar seguimiento al paso de la Virgen de la Altagracia por Gambia y Senegal, África y disfrutar de más fotos y videos, pueden dirigirse a nuestra página de Instagram @virgenviajaporelmundo. Nuestro próximo puerto es Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias.