Late, rosa de carne, laúd constelado, la melodía se alza, cae, se levanta, sube y vuela; río que siempre desemboca en el delta grave o agudo de un acorde, melodía infinita, es la melodía.
Combinación de altura y ritmo, primer plano de un acompañamiento de fondo; ritmo, sonido y altura, conforman la construcción de un personaje que musicalmente se le llama melodía, masculina y femenina, cuerpo de intervalos graves y agudos, acentos fuertes o pianísimos caracterizan la teatralidad de un personaje seductor y esquivo que es toda melodía.
La polifonía, es decir la relación de melodías independientes, fuerzas que se atraen, se mezclan y se rechazan, ríos de sonidos en contrapunto. Luz que palpita, caracol que llama a la melodía que se ha ido, sucesión de colinas y abismos, tonalidades en donde nacen y son engendradas por el tono que las hace y las deshace.
A partir del Renacimiento, la música es armonía y se estructura, y es conformada por el sistema tonal.
La melodía se opone al bajo continuo, acompañando al tono principal, frases, motivos musicales que se repiten, alturas tonales, intervalos, tensión y relajación que dan continuidad y coherencia al tema y al motivo.
Paul Narveson, destacado músico inglés, señala que la música popular a partir del siglo xx se caracteriza por patrones melódicos, simples, sencillos y fáciles.
Allí en donde la belleza y la poesía viven, allí en donde se escucha la música y el canto de la niña que juega al aro en la llovizna. Casa de la música que está en todas partes.
La música clásica europea, busca melodías complejas, línea melódica, desarrollos del tema, movimientos y variaciones. Polifonía, construida por varios planos melódicos, frases, contrapuntos.
Beethoven, compone a base de fragmentos, melodías cortas, pero de gran fuerza como la conocida frase musical con la que inicia su Quinta Sinfonía, sin la gracia melódica de Mozart, la inteligencia musical de Beethoven le hace ganar en fuerza dramática, lo que pierde en gracia.
Richard Wagner. Su estrategia es llamarle lead al motivo o melodía que utiliza para asociarla con un personaje, una idea, una situación, una emoción o una idea.
En su ensayo la música del porvenir, Wagner, escribe: “La única forma de la música es la melodía, sin música la melodía no se puede concebir, la música y la melodía son absolutamente inseparables” … (La música del porvenir…pág, 56)
Wagner utiliza la orquesta como sustituto del coro griego en las tragedias teatrales, la orquesta es la melodía, melodía que desarrolla como si fueran parte de una melodía infinita, como la nombra Nietzsche, en el nacimiento de la tragedia.
“La melodía es lo primero en el universo infinito de la música…” (Federico Nietzsche. El nacimiento de la tragedia pág.69).
Las penumbras tocadas por la melodía, poco a poco se iluminan, susurra la Zambrano en su Introducción hacia un saber del alma.
La melodía toca las penumbras y todo se organiza, ni luminosa ni oscura.
La melodía es creadora, impulso inesperado. El ritmo ordena, otra vez lo Apolíneo y lo Dionisíaco en el mismo corazón de la música.
Lo que sólo es ritmo es infernal, escribía Wagner en visión premonitoria de lo que serían en estos días los ritmos urbanos.
En el jazz la línea melódica se denomina lead principal, head o cabeza, para referirse a la melodía que se utiliza como tema principal en las improvisaciones.
En el rock, la melodía se aferra con uñas y dientes a la estrofa o estribillo. Frases que culminan en el círculo armónico y se repiten y se vuelven a repetir hasta la saciedad, convirtiendo en grito lo que fue música.
Sucesiones lineales de altura, timbre y ritmo fluyen entre acordes, tonos e intervalos hacia el mar insonoro del silencio y del sentido.
“Todos los sonidos que resuenan en el multicolor sueño de la tierra; contiene un sonido muy suave, para que el escucha secretamente”, escribe a modo de motivo Robert Schumann, en su partitura Fantasía para piano en do mayor, en donde se expresa la mística musical de la escuela romántica alemana, esa de la que habla de una melodía fundamental que, cual una mística corriente, atraviesa el mundo y recorre aunque no lo advierta el corazón del hombre.
“La grandeza del poeta se mide especialmente por el hecho de que él calle para dejar que nosotros nos digamos en silencio lo que es inefable, ahora bien, es el músico quien hace que lo que el poeta ha callado resuene claramente, y la forma inefable de su silencio, permita que se escuche la melodía infinita” (Música del porvenir, Richard Wagner.Pag,86.)
“Bendito sea el poema que viene a través y no de mí, porque mi música puede hacer callar, la música, la gran poesía del mundo” … canta Rumí, el iluminado poeta sufí.
Música del mundo, la de la casa, la del cuerpo, la de la calle, la del barrio, la del mundo, y la de todo el universo.
Allí en donde la belleza y la poesía viven, allí en donde se escucha la música y el canto de la niña que juega al aro en la llovizna. Casa de la música que está en todas partes.
Alta la melodía. Puerta abierta. Casa de la música, allí en donde tocan a la puerta, todos los tonos, los contrapuntos, los intervalos, los arpegios, los acordes, los ritmos y los silencios, toda la armonía, de una melodía infinita: la melodía universal.