La ficción sirve para muchas cosas, también sirve para ciertas luchas. Pero no las luchas basadas en idealismos rígidos que se repiten de boca en boca. Sino, más bien, las que vienen del deseo de plasmar historias que quieran mover algo en las personas que necesiten escucharlas.

Así nace esta novela: País imposible. No puedo contar en detalles, pues haría spoiler, lo que sí puedo decir es hay una intención muy clara de que lo quisiera que los lectores se llevaran con esta historia de Carmen Segura.

Esta muchachita que viene de la nada, de esa clase media baja de la alejada Zona Oriental de los años 70s, tiene un objetivo claro, el objetivo hacer algo por el lugar de donde sale, de donde surge.

Mientras vive, adolescente, entre la revolución y las visitas a la imprenta de su padre, aprende muchas, cosas que le servirán para la vida y para los problemas que en ella se irán presentando.

“Mientras la ciudad reventaba, te leía todo lo que me llegaba a la mano y coordinaba las salidas a Villa Francisca. Periódicos, revistas, panfletos y novelas que habían vuelto a circular. Con la algarabía que había provocado la revolución, la gente comenzaba a regarse, y esta Zona Oriental no fue la excepción.

De pronto, mi hija, comenzaste a levantarte sonámbula con unos dolores de cabeza fuertísimos. Descubrimos que tenías principios de epilepsia o al menos eso nos decían. El asunto nos aturdió, pero el doctor nos dio noticias alentadoras. Tu abuela preparó un mejunje maravilloso, segura de que eso te iba a desaparecer los dolores. Gracias a Dios, la epilepsia no causó un daño mayor; solo hubo que preocuparse por esos dolores insolentes que venían de vez en cuando”.

Por eso digo que la literatura sirve para muchas cosas. Para contar historias que deban ser expresadas, porque si, porque los escritores necesitamos escribirlas, porque si no se nos abre el pecho y se hace difícil vivir con ese peso todo el tiempo, arriba… en la espalda.

De algún modo sentimos que hay que sacarla y que alguien por ahí necesita escucharla.

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Pronto haremos la revelación de portada en este mes de febrero en nuestras cuentas.

Seguimos contando nuestras historias.

Fuerte abrazo,

Roxanna