En esta segunda entrega de juegos folklóricos dominicanos, hemos seleccionado uno de los juegos por excelencia de muchos de nosotros, disfrutado hasta mas no poder, en los tiempos libres, en los patios, en las casas, recreos escolares, en el campo y en todo lugar. Es el yoyo, que siempre ha estado vinculado a nuestros dedos y las destrezas que ameritaba para su uso, sobre todo, si se trataba de competencias, como en ocasiones ocurría. Al igual que el trabajo anterior, la idea es ir más allá de recordar con alegría estos juegos, poniéndolos en valor, pero fundamentalmente adentrarnos a su estudio, desde la mirada antropológica.
Origen
Estudiando el origen de este maravillo juego, que aún está vigente y que ha variado tanto, los investigadores establecen, que este “juguete” tiene más de 3.000 años de antigüedad y lo sitúan en Asia. Charles Panati, un estudioso de estos juegos plantea: “Parece que el origen del yoyo es chino, ya que, en esa civilización se conocía en el año 1000 a. C. Los chinos tenían dos versiones o formas de practicarlo, una lúdica y otra práctica, relacionada con la guerra, que consistía en dos discos de marfil unidos por un cordón de seda enrollado alrededor de un eje central. Pero no fueron los chinos el único pueblo de la Antigüedad que tuvo conocimiento del yoyo o yo-yo”.
Mientras que Andrés Felipe, en su investigación: Historia del yoyo del año 2017, establece: “En una copa griega de época clásica procedente de excavaciones llevadas a cabo en Atenas, aparece una muchacha jugando con el yoyo. En sus comienzos no era un juego, sino un medio de caza, como el bumerán australiano. De hecho, su conocimiento en Europa se debió a los españoles, que al parecer tuvieron noticia del yo-yo o yoyo en Filipinas. La documentación histórica indica que hacia el siglo XVI el pueblo tagalo usaba el yoyo para atrapar a sus piezas de caza”.
En la cita que acabamos de hacer, nos damos cuenta que además de un juego, el yoyo se usó como un arma. Así también lo afirma el norteamericano Donald Duncan, quien se dedicó por muchos años al estudio de este juego:
“Era un arma eficaz; el yo-yo tagalo (filipino) facilitaba mucho la tarea porque permitía al cazador reducir al animal desde lejos si era lanzado con habilidad. Su mecanismo era sencillo: dos discos de madera unidos por una liana, que al impactar contra el objetivo trababa sus piernas derrumbándolos en su carrera. El yoyó, como también se conoce, empezó a ser considerado sólo un juego en Europa en el siglo XVIII, donde se extendió entre las clases aristocráticas y burguesas inglesas, siendo llamado entonces de estas tres maneras: Prince of Wales, Bandolore y Quizz. Además, el juego se extendió a la Francia revolucionaria, en alusión a los nobles y burgueses que habían emigrado para salvar su vida, y cuyo pasatiempo en el exilio era jugar al yo-yo, se le conocía como: Juego del émigrant, Émigré y Émigrette”.
Otro americano llamado Louis Marx, de acuerdo a lo que establece la revista Science News en un trabajo publicado del año 2017, describía los cambios que había tenido el juego, estableciendo:
“La forma del juego fue cambiando con el tiempo, así como se ida trasladando su uso en diferentes países, por eso en la segunda mitad del siglo XVIII y primera del siglo XIX, muestran perfección, belleza, tenían adornos con joyas, piedras preciosas, pintados de manera esmerada con motivos geométricos, iniciales de nombres, fechas de nacimientos de sus dueños, grabados y todo tipo de adornos y representación. Marx planteaba, que, además, no eran meros juguetes, sino instrumentos de salón hechos de nácar, marfil o maderas preciosas esculpidas y pintadas por artistas de fama con los que distraer a los amigos en sesiones hipnóticas: la rotación, el rápido girar ascendente y descendente de sus discos ejercía sobre las damas un efecto mareante. Algunas señoras llegaban incluso a desmayarse, aunque es cierto que no faltaba tampoco quien fingiera tal indisposición para dejarse caer lánguidamente en los brazos del solícito acompañante. El yoyó tuvo su puesto en el juego sutil y complicado del amor, antes de pasar a ser un juego de niños, como es en la actualidad”.
Etimología
Muchos no hemos preguntados, ¿qué significa la palabra yoyó?, el escritor y novelista Jesús Fernández Santos, en la obra: Las catedrales (1970) lo escribe: “Es de origen filipino, en cuya lengua, el tagalo, una lengua Indonesia, significa “la muerte”, según unos, o “el viajero” según otros, nombres que indican su vinculación o conexión con el mundo del animismo y de la magia”. Los dibujos o trazos que ilustraban antaño la superficie de los discos del yo-yo lo ponen en relación con el camino de la vida hacia el más allá, como si este pequeño juguete tuviera una trascendencia y simbolismo ya borrado en el presente”.
Yoyo, yoyó o yo-yo
En cuanto al término los diccionarios oficiales escriben la palabra junta y con acento agudo: “yoyó”, otros sin acentos, mientras que Manuel Seco sigue en su diccionario la tradición de escribirlo “yo-yo”, con guion de separación de las sílabas, que es la manera idónea de presentar el término, al menos en cuanto a su origen.
El yoyo moderno
Hemos encontrado escrito que establecen que los malabaristas usan mucho el juego en sus presentaciones y hacen hacen maravillas con el yoyó, como quitar de la oreja de alguien un lápiz, quitarle el puro a quien lo mantiene entre sus labios. Una revista española de Barcelona en 1992 publicó un pequeño manual del que se deducen las posibilidades y versatilidad de este juego. Caracterizado por evolucionar como todos los otros juegos en sus diseños y ahora vinculado hasta a la tecnología.
La revista Science News, establece que en 1928, Pedro Flores, un inmigrante filipino en Estados Unidos, comenzó a fabricar yoyos de forma comercial, popularizándolos aún más. Luego de un tiempo, fue Donald F. Duncan Sr. quien adquirió los derechos de fabricación y promoción del yoyó donde su compañía, Duncan Toys, contribuyó enormemente a su popularidad y difusión global.
¿Qué ha pasado con el yoyo?
Como lo decíamos anteriormente, este juego tuvo su auge hace algunos años. Eso no quiere decir que no se juegue actualmente, sólo que ya no es tan recurrente ver a las personas en las calles con sus respectivos yoyos jugando. De hecho, conocemos en varios países latinos una comunidad denominada: "yoyoing" que consideran el juego como un deporte y forma de expresión artística, en el caso de México por ejemplo hemos visto que realizan hasta competencias locales, nacionales e internacionales donde se motiva a que los jugadores muestren sus habilidades y creatividades cuando el yoyo comienza a rodar.
El yoyo de tapas de compotas, una adaptación dominicana
Había muchas marcas de yoyos en el mercado y eran hechos de diferentes materiales resistentes, pero en el país era frecuente que los adolescentes crearan uno de dos tapas de frasquitos para compotas, atravesado por un palito plástico de paleta o bolones donde se ataba el hilo para desplazarlo y humildemente uno jugaba con esto, así como el fufú con dos tapitas de refresco achatada la atravesaba un hilo. Que linda era la inocencia y hasta donde llegaba la imaginación para crear con los recursos que teníamos.
Datos curiosos sobre el yoyo
Otros datos conocido, que me resultaron curiosos y he querido compartir con ustedes, son: En Estados Unidos de América, tres presidentes han sido grandes jugadores y aficionados del juego de yoyo, estos son: John F. Kennedy, Lyndon B. Johnson y Richard Nixon, pues a menudo se les veía jugando con el yoyó en la oficina presidencial de la Casa Blanca y en sus tiempos de vacaciones.
El 12 de abril del año 1985, el yoyó viajó al espacio con la tripulación del transbordador Discovery, y años después, en la nave espacial Atlantis. Anualmente se lleva a cabo una competencia mundial de yoyos en Orlando (Florida).
Eddy Fast (rápido) McDonald posee el título de la persona en el mundo que puede realizar más «lazadas» en una hora tras haber realizado 8437 lazadas con su yoyó, así lo establece la revista Science News. Por último, hemos encontrado que desde el año 1996 cada 6 de junio se celebra el Día Mundial del Yoyó. Fecha en el que diversos lugares en el planeta se aprovechan para la realización de múltiples actividades y competencias, donde las personas más experimentadas con este tradicional juguete manifiestan sus habilidades. Creo en que en República Dominicana tenemos ponerlos las pilas y volver al yoyo, estamos atrás.
El juego de yoyo en América
Como otros tipos de juegos que ya forman parte del folklore en los países latinos, el yoyo también ha sido un aporte de los europeos a los juegos. Haciendo un recuento en varios países de acuerdo a datos encontrados en la internet, en México el primer yoyó era de madera, de marca Sheiro, para el año 1962 la empresa Plastimax (México) lanzó una campaña publicitaria exitosa de difusión del yoyó. En Argentina durante los años 1970 se creó un gran furor alrededor del yoyó, con marcas como Bronco y Russell.
A comienzos de los años 1980 la empresa Coca-Cola introdujo con éxito el genuino Yo-Yo Russell en varios países de Latinoamérica; los demostradores profesionales expandieron la yoyomanía para ayudar a promover y publicitar los refrescos producidos por la compañía: Coca-Cola, Fanta y Sprite. Yo por ejemplo recuerdo estar en México y escuchar que había dos asociaciones de yoyó: la Asociación Mexicana del Yo-Yo y la asociación mexicana de trompo y yoyo del Caribe.
En Venezuela se emplea el término yoyo para designar un plato hecho a base de tajadas de plátano frito y queso blanco duro en trozos que se reboza en una mezcla de huevo y harina de trigo y se fríe en aceite. Este plato es típico del Estado Zulia. Un plato similar son los aborrajados típicos del Valle del Cauca, Colombia. Al yoyo se le ha compuesto canciones, poemas, se le ha escrito cuentos, decimas. El yoyo forma parte de conocidas películas, del teatro y lo encontramos en la política.
La física, el yoyo y la conservación de la energía
La obra: Logical School Games del año 2010, que describe los procesos físicos y de conservación de energía que se dan en el juego de yoyo, plantea:
"El Yoyo se lanza hacia el suelo o hacia donde queramos, incluso en vertical. El hilo se desenrolla por la fuerza de la gravedad o por la fuerza que nosotros le hemos otorgado. Cuando la cuerda se termina el Yoyo sigue girando por que el hilo está algo suelto, permitiendo que el giro continúe. El Yoyo transforma la energía potencial gravitatoria en energía cinética de rotación. Cuando el Yoyo pierde velocidad y se enrolla sobre la cuerda de nuevo, y sube. Además, muchos de los Yoyo actuales, tienen un rodamiento que potencian la duración del giro. Incluso se han añadido luces que se activan con el giro del juguete. La cuerda también entra en juego, ya que usa fuerza elástica para ayudar a que el Yoyo vuelva a nuestras manos. Cuando lanzamos el Yoyo la cuerda se va estirando, e imperceptiblemente, se alarga más de lo normal, cuando regresa a su estado habitual lo hace con una fuerza de regreso que va replegando de nuevo el Yoyo. Jugar con un Yoyo no se trata sólo de lanzar dos círculos de metal, plástico o madera; es jugar con ciencia y con fuerzas como las descritas antes o la centrífuga". Para que vean cómo se puede dar lo que hemos planteado, aquí comparto este video: https://youtu.be/qGGbr4ZlTDA
Fuentes:
https://www.radionica/cultura/quien-invento-el-yoyo-y-cual-es-su-historia
https://curiosfera-historia.com/historia-del-yoyo-origen-inventor/
Charles Panati: Panati’s extraordinary origins of everyday things.1989.
Andrés Felipe (2017). Historia del Yoyo. Consultado el 23 de septiembre 2023.
Carmona, Lurdes (junio de 2016). El Impulso. Consultado el 28 de junio 2023.
Yoyos con y sin respuesta. www.latiendadelyoyo. Consultado 28 de junio 2021.
Science News, Week of April 17, 2004; Vol. 165, No. 16, p. 250.
Logical School Games. 2010 Colección, Juego y aprendo. Editorial Planeta, S. A.