El excombatiente de la guerra de abril, político y empresario Héctor Aristy Pereyra había rentado a mediados de los años ochenta el noticiario HIZ Informativa, de HIZ, primera emisora privada del país (1924) que emitía desde el segundo piso del edificio Copello, en 1a calle El Conde esquina Sánchez, primera edificación moderna diseñada por el arquitecto Guillermo González (16-8-1939) y justo la sede del gobierno constitucionalista presidido por Francisco Alberto Caamaño Deñó (1965) del que él había sido ministro de la Presidencia.

Juan Francisco Verdía, Roberto Casado, Claudio de León y yo, cuatro apasionados pueblerinos dispuestos a capear valladares desde todos los flancos, comenzando por la premura económica, comandábamos la locución en las tres emisiones noticiosas y los avances.

El gigantón Verdía viajaba a diario desde su natal  provincia oriental San Pedro de Macorís, 75 kilómetros distante del Distrito Nacional, siempre con una bolsita a mano conteniendo un emparedado y un chocolate de agua que le preparaba su madre, más un libro para leer algunas páginas y así sobrellevar cada día al hastío de la espera hasta el final de la última emisión, al comenzar la noche, cuando regresaba a dormir hasta la jornada del día siguiente.

Francisco Alberto Caamaño Deñó y Héctor Aristy, durante la Guerra Patria de 1965.

Afanado por superarse en la locución, no mancaba en ocupar al menos 15 minutos para practicar la lectura en voz alta y lápiz en  la boca, terminaría leyendo noticias en los prestigiosos Noti-Tiempo de Radio Comercial y en Noticiario Popular.

Casado viajaba desde San Cristóbal, 31 kilómetros al sudoeste del Distrito. Alternaba con estudios de Medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Mientras yo, en vista de la gran distancia de la provincia natal Pedernales (330 km al sudoeste, en la frontera con Haití, ocho o nueve horas de viaje), estaba compelido a vivir en la ciudad agitada.

En aquellos días de retos, yo residía en casa alquilada en la calle El Sol del sector 30 de Mayo. Alternaba la lectura de noticias en HIZ con la locución en Radio-Radio donde realizaba programas de gran impacto como Recuerdos del Club del Clan, El Mundo de la Infancia, Sábado Viejo y otros, y el desafiante final de la carrera de Comunicación Social en la academia estatal.

Había comenzado la locución noticiosa en Reportero Nacional, por Radio Cristal, con Wilfredo Alemany, Orlando Ortíz y Francis Javier, y la motivación permanente del periodista estrella de la redacción central Alfonso Tejeda, hoy residente en Estados Unidos.

En la sala de redacción de HIZ activaban los jóvenes, Primitivo Cadete, José Cáceres Veloz, Daniel Martich,  León Felipe, Alonso Rijo, entre otros talentos, además de directores de prensa como: Juan Antonio Mejía, Pedro Holguín, Tony Pina, con el respaldo editorial del poeta Radhamés Reyes Vásquez. El locutor Pablo Aybar Tamarez (Madam Sagá), control master.

Como los compañeros, yo solía quedarme en el área. La cercanía de las emisiones noticiosas (la primera terminaba a las 8:30 a. m.; la segunda a las 11 y la tercera a las 5:30 p. m.) impedía irse lejos de la histórica calle El Conde, la zona más visitada de ese tiempo por su activismo comercial.

Verdía y yo nos hermanamos. Una de las opciones identificadas para aprovechar el tiempo fue ir cada miércoles a Librería Amengual para comprar uno de serie de textos de Literatura autoría de renombrados autores ingleses, franceses, alemanes, hispanos, latinoamericanos y caribeño, con sus respectivas separatas explicativas. Las unidades llegaban puntualmente los miércoles de cada semana, con exclusividad, desde Colombia. Y nosotros corríamos a buscar cada entrega para leer y debatir.

Reyes Guzmán.

Las esperas resultaban tediosas. A ratos asomaba el desencanto. Pero hubo frutos.

Luego de cada noticiario de la mañana, era emitido el programa de arte de la Emely Tueni, quien se acompañaba de Reyes Guzmán, locutor y encargado de grabación de la estación. Tueni era editora de la sección Temas del periódico Hoy; Reyes trabajaba en la sección de Espectáculo, dirigida por el español Agustín Martín C.

Un día ella se fue de vacaciones a un periplo por Líbano y países vinculados a sus ancestros. Reyes Guzmán me pidió que le acompañara en los comentarios “en lo que llega la turca (así le dice a Emely)”. Le precisé que no me gustaba la farándula, pero –ante su insistencia-  acepté.

Edificio Copello, en donde operó por muchos años HIZ. En este edificio histórico también estuvo la sede del Gobierno Constitucionalista de Francisco Alberto Caamaño, en 1965.

Dos semanas después, ella se reintegró al programa. El primer día, tras finalizar la entrega, los tres bajábamos por las escaleras del Copello, desde el segundo piso donde operaba la emisora hasta la puerta principal que da a la acera norte del Conde.

Oí cuando le preguntó a Reyes Guzmán cómo se había hecho solo en el programa. Y él, avispado, le respondió sin perder tiempo: “No, Turca, solo no; Tony me acompañó”.

A seguidas ella le comentó que, acabando de llegar, ya tenía problemas en el departamento que dirigía en el periódico Hoy porque una periodista se había ido y necesitaba suplir esa vacante urgente.

Sin rodeos, él refirió: “Turca, pero tú tienes un periodista cerca”. Ella preguntó: ¿Cómo cerca, dónde está”. Él sonrió y me señaló: “Míralo a tu lado, Tony es periodista, además de locutor”.

Mario Álvarez Dugan (Cuchito).

Tueni mostró asombro y reaccionó: “Ah, pues, entonces ve por allá, por el periódico, mañana en la mañana, pero no te garantizo nada si no lo haces bien, eso depende de Chuchito (Mario Álvarez Dugan, director del estándar matutino Hoy en el momento).

Al día siguiente, a media mañana, estaba yo en Hoy para la prueba correspondiente dispuesta por Cuchito: una crónica de ambiente a la simbólica Plaza Criolla, en la avenida 27 de Febrero, frente al Centro Olímpico. Debía hacerla ese mismo día en una o dos cuartillas (hojas 81/2×11), en una maquinilla Olympia.

Se la entregué, ansioso. De inmediato, la editora de Temas asistió a la oficina del director Cuchito Álvarez. A la salida, riéndose me dijo: “Le gustó, está nombrado”. 1988.

Mis emociones se alborotaron. Me informaron que el salario solo estaría detrás de los devengados por periodistas viejos y de calidad como Pedro Germosén y Evaristo Rubens: RD$350.00.

Con el pasar de los días, colegas de la redacción central bromeaban conmigo: “Ven pa`cá, te vas a dañar ahí con esas mujeres chismeando, y escribiendo de panti, brasier y cursilerías, vas a salir pájaro…”

Emely Tueni.

Pero Emely me dio la oportunidad de presentar algunas ideas para variar la rutina de las páginas. Le propuse realizar semblanzas conforme las técnicas del buen periodismo a personas de a pie, de la comunidad, del barrio, ejemplos de trabajo, honradez, solidaridad, responsabilidad familiar y social.

La innovación fue aceptada y caló hondo en los lectores. Pronto sería un imperdible en la primera página de Temas.

HIZ Informativa nunca gozó de gran respaldo publicitario, probablemente por falta de buenas estrategias de márquetin. El pago quincenal al personal resultaba una  permanente incertidumbre, una zozobra. Había que correr hacia el banco cheque en mano para aprovechar los fondos disponibles.

Y así fue hasta que un día su arrendatario optó por retirarlo del aire. Aristy Pereyra, también vicepresidente del poderoso Partido Revolucionario Moderno y del Movimiento 24 de Abril, falleció a 83 años el 23 de julio de 2015.

A Tomás Troncoso y Rosevelt Comarazamy.

La experiencia sirvió para conocer íconos del periodismo deportivo como Rafael González Tirado (Deportivas de HIZ), e integrado con sus  pares Tomás Troncoso y Roosvelt Comarazamy, Grandes Ligas en Acción. Los tres han fallecido. Sirvió, sobre todo, para para avanzar hacia otros peldaños en la vida profesional.

Ni imaginaba yo que sembraba una semilla fértil en el camino hacia Radio Mil Informando, el primer noticiario de la República Dominicana.