Jorge Emilio Cordero Espaillat, hijo del exdirector de la Academia Dominicana de la Historia, Emilio Cordero Michel, desmintió este martes al exgeneral Ramiro Matos González, afirmando que su progenitor refutó públicamente sus alegatos sobre el día de la muerte de Manolo Tavárez Justo, contrario a lo expuesto por exmilitar.
A través de una carta enviada a Matos González, Cordero Espaillat sostiene que lo afirmado por el exmilitar en una comunicación enviada a la Academia Dominica de la Historia, el 23 de marzo de 2023, ya había sido desmentido por su padre en 1995, a través de una publicación en el periódico El Siglo del día 21 de junio.
En toda esta polémica generada por su ingreso como miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Historia, ha surgido en varias ocasiones el nombre de mi padre, Emilio Cordero Michel, por lo que me veo en la obligación moral de responderle.
En esa publicación, manifestó Cordero Espaillat, su padre confirma que no escuchó disparos, resaltando que tanto Manolo Tavárez Justo y el grupo estaba en disposición de rendirse, por lo lo que "traían camisetas y pañuelos blancos amarrados a varitas".
"Fueron hechos prisioneros; los colocaron de espaldas a un corte de una carretera y allí los fusilaron.", cita Cordero Espaillat a su padre, pasado presidente de la Junta Directiva de la Academia (2007-2010).
Ese relato de Cordero Michel – explica su hijo – fue como respuesta a Matos González a raíz de una serie de alegatos previamente publicados en el referido medio, los días 9, 17 y 19 de junio de 1995, por el hoy miembro de la Academia Dominicana de la Historia (ADH).
Asimismo, señaló que fue publicada una carta enviada a Rafael Herrera, director del Listín Diario en el momento, con fecha del 27 de diciembre de 1963, escrita – aclara Cordero Espaillat – desde la Solitaria No. 9 del Palacio de la Policía Nacional, estableciendo que dicha comunicación no fue publicada en ese entonces por la tensa situación política y militar del momento y para “evitar mayores inconvenientes al autor”.
En la carta enviada a Matos González, el hijo del excombatiente e historiador critica que el militar faltara al principio básico en la que se construye el oficio de historiador en la misiva remitida a la Academia Dominicana de la Historia: "la verdad".