ALICIA Y LOS ESPEJOS

Alicia jamás pensó que moriría aquella noche. Todo era tan hermoso que hasta imaginó un gnomo en sus manos. Entonces se quitó una oreja y la colgó de un sombrero, se arrancó los ojos y los lanzó a un abismo frente a un espejo paralelo a otros. Atravesados por una finísima aguja, sus ojos fueron a parar a un viejo armario donde había escondido la imagen petrificada de su hermana.

PERSISTENCIA DE LA MEMORIA

El reloj que Dalí colgó en la pared nunca marcaba la hora. Los visitantes, entonces, entraron al museo y movieron las manecillas cambiando los minutos y las horas. Pero, ¡ay!, aquel día los minutos rodaron por el suelo, junto al rostro derretido del pintor.

MURCIÉLAGOS

Conjeturan algunos que los murciélagos se arrastran por el suelo para esconderse de sí mismos. Pero si alguien intenta tocarlos, vuelan sin rumbo… a otro tiempo.

ECLIPSE

Al día siguiente Tales de Mileto volvió la vista atrás y descubrió el eclipse que lo encegueció. Con certeza, pero sin saber qué hacer, se dirigió al ágora llena de gente, y allí encontró al mago predictor y lo ahorcó. La plenitud del crepúsculo le abrió el camino hacia la luz. Allí pudo encontrar la parte maldita de su alma que vagaba sin rumbo por el cielo. Entonces, el soplo de carne derramada le atravesó el alma, miríadas de ninfas lo atraparon  y murió.