Los escritores Brenda Navarro (México), Mónica Ojeda (Ecuador) y Jorge Eduardo Benavides (Perú), que viven y publican en España, celebraron la "porosidad" del lenguaje entre los diferentes países aunque reivindicaron la lengua "materna" y apostaron por acabar con las "etiquetas" que les adjudican.
Los tres participaron este martes en Madrid en la mesa redonda "La cuarta oleada" en el Instituto Cervantes dentro del festival Celebremos Iberoamérica (CIB Fest), impulsado por la Organización de Estados Iberoamericanos, moderados por el responsable del departamento de Literatura y Pensamiento del Instituto Cervantes, Juan Carlos Méndez.
Porque, explicó Méndez, al menos cuatro han sido lo "amistosos desembarcos" de la literatura hispanoamericana en España. El sucedido con el nicaragüense Rubén Darío, el ocurrido durante la edad de plata, la presencia del boom, y el que caracteriza este momento en el que un número significativo de autores latinoamericanos residen en España.
Navarro, Ojeda y Benavides, que pertenecen a esta cuarta oleada, hablaron de cómo sienten su presencia en el panorama literario y editorial español.
Brenda Navarro defendió acabar con las "etiquetas" que hacen que sus literaturas sean consideradas aparte: "Más que integración apostaría por una interculturalidad. Hablar de literatura y lenguaje y no sobre los orígenes" de los autores, dijo.
Lo mismo consideró la ecuatoriana Mónica Ojeda, que admitió entender no obstante, las tácticas de ventas: "las etiquetas están bien para las ventas pero la discusión literaria deben de estar por otro sitio", defendió.
Por su parte, el peruano Jorge Eduardo Benavides indicó que se "está creando mezcla y de ahí saldrá algo enriquecedor".
El responsable de Literatura del Instituto Cervantes recordó cómo, a partir de 1972, de una forma lenta y progresiva, se desarrolla una gran presencia de autores latinoamericanos que residen en España: Cristina Peri Rossi y Clara Obligado inauguraron una nueva forma de permanencia del autor, aunque también hay autores españoles residiendo en países iberoamericanos, recordó.
Brenda Navarro, que señaló Madrid es ahora su hogar y desde aquí se pudo "reconciliar con México", explicó cómo junto a la porosidad que enriquece su lenguaje defiende en su literatura la lengua materna, que tiene "como bandera, aunque sea anacrónica".
"En el fondo todos los días pienso que necesito seguir hablando mi lengua materna en la escritura", señaló la mexicana.
Benavides explicó que sigue siendo peruano aunque lleve 30 años en España: "no he perdido países sino que he ganado", dijo el autor que aseguró que se integró de inmediato.
No obstante, las primeras novelas que escribió en España seguían ambientadas en Perú, "porque la cabeza llega primero a un sitio, luego llega tu corazón. Ahora meto peruanos en historias que pasan aquí", dijo el escritor, que insistió en que "vivir esa mezcla es enriquecedor".
Mónica Ojeda señaló que la literatura le ayudó a sobrevivir y que, frente a la mayoría de ecuatorianos que van a España en una migración forzada por el hambre y la crisis, en su caso fue voluntaria aunque decidió mudarse "porque vida en Ecuador era imposible por la violencia".
"He conseguido un hogar aquí y no tener tanto pánico cuando salgo a la calle y eso está muy arraigado a mi literatura. Trabajo sobre las violencias del cuerpo y trabajo con el miedo. No escribiría lo que escribo si no tuviera esa experiencia y aquí lo puedo escribir porque no estoy paralizada por el miedo".
Ojeda aseguró que en el lenguaje es muy permeable pero que cuando escribe le sale la lengua de la infancia, que no es la que habla, que está mezclada: "es como si viajara en el tiempo".
Este año el festival Celebremos Iberoamérica se centra en tres ejes: literatura, cine y patrimonio gastronómico iberoamericano, además de contar con una agenda de talleres, conversatorios y foros que pondrán en valor la cultura iberoamericana como elemento fundamental en el sector de las industrias culturales y creativas.