“Emily habitó la soledad y el silencio. Encerrada en su dormitorio, inventaba poemas que violaban las leyes, las leyes de la gramática y las leyes de su propio encierro, y allí escribía una carta por día a su cuñada, Susan, y se la enviaba por correo, aunque ella vivía en la casa de al lado”. Eduardo Galeano.
Emily Dickinson nació en Amherst, un pequeño pueblo agrícola de Nueva Inglaterra donde residían unas quinientas familias, su padre Edward Dickinson era la figura más importante de esa comunidad, era autoritario, rígido y dominante, abogado, diputado en la Cámara de Representantes y tesorero del Amherst College, institución educativa que había fundado su padre a fin de mantener la tradición puritana, no obstante, era comprensivo y respetuoso de las decisiones y de las personalidades de sus hijos.
De 1840 a 1855 cuando Emily tenía diez años su familia se vio precisada a mudarse a North Pleasant, fue vendida la casa que había construido el abuelo paterno, quince años después retornan a su antiguo hogar lo que fue motivo de una profunda alegría para todos.
Ese hogar era para Emily su microcosmos por excelencia, su refugio donde la poesía le fluía y disfrutaba de la naturaleza plenamente, allí convivía con su hermana, Lavinia, tres años menor que ella, fue su compañera y amiga hasta el fin de su vida. Las pocas confidencias íntimas que se conocen de Emily provienen de Lavinia. Además, su hermano William Austin Dickinson y su esposa Susan Gilbert, -Sue– le llamaba, Sue vivían al lado.
Su obra, integrada por 1.775 poemas, de los cuales no llegó a publicar ni una decena en vida, hace de ella una de las voces más significativas de la literatura norteamericana.
“Su poesía apasionada la ha colocado en el reducido panteón de poetas fundamentales estadounidenses junto a Edgar Allan Poe, Ralph Waldo Emerson y Walt Whitman”.
Tuvo una vivida imaginación que parecía penetrar dentro de las cosas, y mirarlas de una manera nueva, porque tenía imaginación, Emily podía escribir sobre lugares en los que nunca había estado y cosas que nunca había visto.
“Nunca vi un páramo-/ Nunca vi el Mar-/ Mas sé cómo es el brezo/ y cómo puede ser el oleaje. // Nunca con Dios hable/ ni visite los cielos-”.
En su mente, paseaba a su perro, Carlo, por un pequeño sendero, y visitaba el mar, a los barcos de vela o a las fragatas, que estaban en el piso superior y las sirenas subían del sótano, como si el mar fuera una casa grande, el mar la acariciara, le llenó sus zapatos y la siguió hasta la ciudad. En su imaginación, Emily viajó por todo el mundo.
Comencé temprano, tomé a mi perro/ y visité el mar-, / las sirenas del sótano / salieron a mirarme, / y las fragatas en el piso superior/ extendían las manos de cáñamo, / creyendo que yo era un ratón/ encallado sobre las arenas.
Pero ningún hombre me movió hasta que la marea /pasó por mi simple zapato / y pasó por mi delantal y mi cinturón, / y también por mi corpiño.
“Es todo lo que tengo que traer hoy. / Esto, y mi corazón al lado, / esto y mi corazón, y todos los campos, / y todos los prados de par en par. / Asegúrate de contar, si olvido a alguien/ la suma podría decirle/ esto, y mi corazón, y todas las abejas que habitan en el trébol”.
Emily nunca superó la timidez. A Emily le gustaba la escuela, pero cuando tenía la edad suficiente para asistir a la Academia Amherst, se sentía demasiado tímida para ir sola. ella les rogó a sus padres que dejaran ir a Vinnie también, aunque Vinnie era mucho más joven que ella.
En el poema 14 nos ofrece pormenores de su familia:
Tengo una Hermana en nuestra casa,
y otra por un seto separada.
Aunque solo está inscrita una,
me pertenecen ambas.
Una siguió el camino que seguí – y llevó
mi vestido de años anteriores –
la otra, como un pájaro el nido
construyó en nuestros corazones.
No cantaba como nosotros,
otra melodía tuvo–
a sí misma se hacía música
como el Abejorro en junio.
Hoy queda lejano de la Infancia –
pero colinas arriba y abajo –
para acortar las millas
apreté fuerte su mano –
Y todavía su susurro
a la Mariposa engaña;
todavía en sus ojos
yacen las violetas
convertidas en polvo hace ya muchos Mayos.
Yo derramé el rocío –
pero me quedé con la mañana –
elegí esta estrella diferente
de las muchas que pueblan la vasta noche –
Sue – ¡para siempre!
En el periodo 1847-48 ingresa al Internado de Señoritas de Nueva Inglaterra, una de las siete famosas instituciones para mujeres “Seven Sisters”; en sus primeros años de juventud ella era activa y social, pero después de un viaje a Washington, D.C. y a Filadelfia en 1855, optó por recluirse en su ático con salidas esporádicas a los vecinos, llevando una vida anónima y callada al margen de las actividades literarias de Boston o Nueva York.
Amante de la soledad y el silencio nos expresa en el poema 486:
Era yo la más leve de la Casa-
Me quede con el Cuarto más pequeño-
Por la noche, mi Lamparita, el Libro-
Y un Geranio –
…
Nunca hablaba- si no me preguntaban-
Y, aun así, era breve y en voz baja-
Soportar no podía el vivir- en voz alta-
Tanto el bullicio a mi me avergonzaba.
El poema 1681 dice que la más perfecta comunicación es el silencio.
El hablar es síntoma de afecto
Y otro el Silencio-
La más perfecta comunicación –
Nadie la oye
El poema 451 muestra cuán profundamente trabajaba su mundo interior, los sentimientos, los pensamientos se procesan dentro de sí, las palabras salen de adentro del ser.
Lo Externo – de lo Interno
Su Magnitud obtiene-
Es Duque o es Enano, dependiendo
Del Talante Central-
Sutil – Invariable Eje
Que regula la Rueda-
…
Lo Interno- pinta lo Externo-
El pincel sin la Mano-
Hace público el cuadro- exacto-
Como es la marca interna
A Emily no le interesó la fama queda manifiesto en el breve poema 1763, la compara con una abeja que tiene canción y aguijón y además tiene alas, o sea es efímera, pasajera.
La Fama es una abeja
Tiene canción-
Tiene aguijón
Ah, y también tiene alas.
Su autoestima era bien elevada muy cercana a la naturaleza, en el poema 10 “Y yo soy una Rosa” y amaba a los gorriones a los petirrojos y a las estrellas.
El poema 5 muestra su comunicación tan cercana con los pájaros, el petirrojo carmesí, y con la Estrella “Pléyade”
En el poema 374 ella viaja al cielo y vio que era un pueblo iluminado por rubíes y forrado de plumas, era hermoso como un cuadro que nadie pinto…
El libro era su fiel compañero en su silencio en soledad, es archifamosa esta frase "Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”; en el poema 371 muestra el gran placer que le produce encontrar un libro antiguo, lo cual consideraba un verdadero privilegio.
Es preciado -placer- y decadente-
Hallar un Libro Antiguo-
Con el mismo Vestido que su Siglo llevaba-
Un privilegio – creo –
Coger su venerable Mano –
Y calentándola en la nuestra-
Un pasaje volver – atrás – o dos –
A los tiempos en los que – él era joven –
Examinar – sus singulares opiniones –
Para determinar su pensamiento
En Temas que conciernen a nuestra mutua mente –
La Literatura del Hombre –
Que interesaba – más- al Erudito –
Qué Concursos había
Cuando Platón – era una Certidumbre
y Sófocles – un Hombre –
Cuando Safo – era una Muchacha viva –
Y Beatriz llevaba
La túnica que Dante -deificara –
Hechos de Siglos anteriores
El los recorre – familiar –
Como uno va al Pueblo-
y te dice que todos tus Sueños – eran ciertos –
El vivió – donde nacen los Sueños –
Encantamiento es su presencia –
Le ruegas que se quede –
Los Volúmenes viejos agitan sus Cabezas de Vitela
y así – nos tantalizan.
El poema 405 refiere sobre la soledad que “podría estar más sola sin la soledad / Tan habituada estoy a mi destino -/ que quizás la otra la Paz”
El poema 435 alude a la inconsistencia de la cordura de la sociedad donde el disentir es calificado como una locura, la poeta considera que la locura es la mejor sensatez para la comprensión del mundo, yo también lo creo.
Es la mucha locura la mejor Sensatez-
Para el Ojo sagaz-
La mucha sensatez- la absoluta Locura-
La Mayoría
En esto, como en Todo, prevalece-
Asiente – y serás cuerdo –
Objeta – y serás peligroso de inmediato
Y Encadenado –
El poema 389 se encuentra husmeando desde su habitación lo que está sucediendo en una casa de enfrente, alguien ha fallecido "por el aspecto entumecido de la casa el fru fru de las vecinas, un doctor que se abre paso alguien tira un colchón y los niños preguntando si alguien murió vio a un cura entrar tan tieso como si aquella casa fuera suya …
Era una mujer muy libre queda expresado en estos versos:
"Excepto tú mismo, tal vez nadie pueda ser/ tu enemigo, / cautividad es conciencia/ y también es libertad".
Ningún cepo puede torturar
mi alma en libertad,
pues detrás de este esqueleto mortal
se teje uno de más valor.
no puedes horadar con un serrucho
ni traspasar con una cimitarra
dos cuerpos, por lo tanto, perdura,
amarra uno y el otro vuela libre.
El águila no se despoja
de su nido y, sin embargo,
gana en cielo
más fácilmente que tú.
Excepto tú mismo, tal vez nadie pueda ser
tu enemigo,
cautividad es conciencia
y también es libertad.
Algunos versos que muestran la grandeza de Emily que sin salir de su habitación conoció el mundo a través de los libros y que no se sentía sola aun estando en cierto modo en un monasterio.
“Nunca vi un páramo. Nunca vi el mar, pero sé cómo se ve el brezo y cómo debe ser una ola”.
“No puedo estar sola, pues me visitan multitudes; incontables visitantes que irrumpen en mi cuarto".
“La esperanza es una cosa con plumas”, escribió sobre la esperanza, sobre cosas ordinarias, las flores, pájaros, personas, la vida y la muerte…
Emily muestra su valentía en los versos del poema 292 que dice:
Si el Valor te abandona—/ Vive por encima de Él—/
/A veces se apoya en la Tumba, /Si teme desviarse—.
Emily nos dejó poesía para todos los momentos de nuestras vidas.
El 13 de mayo de 1886 perdió el conocimiento y murió el 15, sufría de nefritis, escribió su última carta a sus primas de Boston, las Norcrosses. Sus restos reposan en el cementerio de Amherst, Massachussets.