El origen de la denominación de algunos vocablos es asombroso en ocasiones. Para que sea posible aceptar estos orígenes es necesario documentarlos, pues de otra manera muchas personas no admiten que sea cierto.
En esta ocasión se revisarán los genes etimológicos de una malformación congénita y de dos enfermedades. Se analizarán los orígenes y en algunos casos la historia del vocablo sometido a estudio.
Labio leporino
Este defecto congénito se presenta en el labio superior. La criatura nace con una hendidura en ese labio. Es una fisura o hendidura que se extiende del labio superior al cielo de la boca. A origem curiosa das palavras (2003:141). Otras denominaciones que recibe son, labio fisurado, fisura labial. Tal se escribió antes, puede extenderse al cielo de la boca, fisura palatina, fisura palatal. Labio leporino significa directamente labio de liebre, porque la liebre tiene normalmente el labio superior cortado. Este tipo de problema tiene solución que consiste en muchas ocasiones en una intervención quirúrgica.
Leporino significa “relativo o propio de la liebre”. La liebre, del latín lepus, leporis, es un animal mamífero parecido al conejo, con las orejas y las patas más largas. Es un animal muy veloz. Diccionario de la lengua española (2014-II-1339). De preferencia vive en las llanuras. La carne de la liebre es muy apreciada. Es un animal que se espanta muy fácilmente. Su cacería es difícil por lo veloz que es (es más veloz que el conejo) y porque se esconde rápidamente. Algo que dificulta aún más su cacería es que puede correr y saltar al mismo tiempo; además, es un animal con tendencia a desplazarse solo o en compañía de otro/a de su especie. A la liebre joven o nueva de menos de dos años se la llama lebrato. En República Dominicana no hay liebres. Hay un conejo de color marrón en Valle Nuevo que se esconde en los montículos de aserrín que quedaron de los aserraderos que existieron allí. Para cazarlos se recurría a la ayuda de perros.
Esta deformidad recibió ese nombre, leporino, por la semejanza de este con el labio superior de la liebre. Leporino llega al español procedente del latín leporinus. El mismo vocablo labio atravesó una serie de transformaciones hasta que se asentó en español como labio. Labio en sí mismo es un latinismo que sustituyó en la época renacentista las anteriores denominaciones populares que fueron labro, bezo y morro, pues estos tomaban un sesgo grosero. En la actualidad bezo se usa para “labio grueso”. [Este bezo debe de estar en relación con el apellido del multimillonario norteamericano Bezos].
La famosa labia que despliegan algunas personas, “verbosidad persuasiva”, tiene en su origen el vocablo labio. Entre las palabras compuestas se mencionan, labihendido, que alude a la deformidad de la que se habla aquí y labiodental. En fonética se dice bilabial a la consonante que se articula mediante el contacto de los labios. Por ejemplo, buey, papá.
Malaria
La malaria es una enfermedad infecciosa transmitida por la picadura de las hembras de varias especies de mosquito Anofeles. (Aquí es válido que se culpe a las hembras). Esta enfermedad se conoce también con los nombres fiebre palúdica y paludismo. En portugués se escribe malária, con el acento agudo sobre la segunda letra A por la terminación -aria de la palabra. La expresión en el italiano del siglo XVIII era mal´aria.
El nombre malaria proviene del italiano malaria. El Diccionario de palabras y frases extranjeras (1995:273) documenta la palabra en español ya en el año 1900. Los franceses también reconocen esta deuda con el italiano, este nombre femenino se originó en italiano de dos voces, mala y aria, que en italiano correspondían a mala y aire. Ha de tenerse en cuenta que aire en italiano es de género femenino. Esto equivale a decir que la enfermedad se debía al aire malo, probablemente porque era el aire viciado que emanaba de los pantanos y lagunas. Dictionnaire des mots d´origine étrangère (2009 :138).
No andaban tan descarriados los italianos si se piensa que el “aire”, clima húmedo y malsano proveniente de los pantanos y terrenos bajos inundables era el caldo de cultivo de los infaustos mosquitos que llamamos anófeles, que son los verdaderos responsables de las fiebres bruscas e intermitentes que llamamos malaria. Historia de las palabras (2005:115). Aprovecho la oportunidad para recordar que anófeles o anofeles es palabra del latín científico que proviene de una voz en griego que significaba dañino. Nombre muy acertado porque molesta el ruido, la picada y la enfermedad.
El nombre malaria nace en el tiempo en que se pensaba que la enfermedad se contraía por medio del aire. Esa no era la única enfermedad que se creía que se adquiría por medio del aire; la fiebre amarilla también se transmitía de este modo. Ahora puede mover a risa cómo se combatía la enfermedad en el aire. Se disparaban cañonazos al aire. Eso era quizás efectivo si con el disparo se alcanzaba algún extraviado mosquito. El remedio podía ser equivocado, pero era radical. No hay lugar a burla si se piensa que hay muchas personas que creen que algunas dolencias se curan con ensalmos. Apuesto a que los lectores conocen a más de una persona que afirma que ese método cura.
La palabra paludismo viene al español de la voz francesa paludisme, que a su vez llega al francés del latín palus, paludis que servían para mencionar a “laguna, pantano”. A la voz del latín en francés se añadió el sufijo propio de esa lengua, –isme. En francés se conocía la enfermedad antes de la entrada de esa voz paludismo, con el nombre de “fiebres intermitentes, enfermedad palúdica, fiebre palúdica”.
Varicela
Se recuerda, de nuevo, que estos artículos versan sobre etimologías extrañas, poco comunes y no acerca de medicina. La varicela también se conoce con el nombre de sarampión, o, por lo menos una variante de aquella. En términos llanos la varicela se caracteriza por una erupción parecida a la viruela benigna. Se presenta con una multitud de manchas pequeñas y rojas. Pienso que se puede usar el tiempo pasado “fue” para expresar que era epidémica. Tomó su nombre varicela de una voz del latín moderno varicella que significa viruela. De donde vienen las palabras (1996:282). En portugués es variola y Llegó a esa lengua desde el francés variole, voz formada artificialmente variola, del bajo latín varius, es decir, varios, por los colores y los tipos.
El Diccionario de la lengua española para definir la viruela escribe que es aguda, caracterizada por la erupción de gran número de pústulas. Esta pústula, término técnico tomado directamente del latín, es una vejiga inflamatoria de la piel llena de pus. Pústula significa que se infla, de ahí la palabra vejiga para definirla. Dictionnaire étimologique de la langue latine (1951-II-966).
En inglés tienen dos modos de llamar a estas enfermedades, small pox y chicken pox son denominaciones compuestas en términos comunes. La primera es la variola. Es enfermedad que no se consideró erradicada hasta el año 1980. La voz pox alude a la pústula ya examinada.
La voz variola ha dado origen a varias palabras derivadas en español; variólico/a, que significa perteneciente y relativa a la viruela del francés variolique. Variolización, también del francés, esta vez de variolization. Varioloide del latín medieval, viruela atenuada y benigna; además, varioloso, también del latín medieval, perteneciente y relativo a la viruela. Diccionario de la lengua española (2014-II-2216).
Los tres títulos que constan en esta exposición han sido escogidos por su relación con la salud del ser humano. La razón principal para que se seleccionaran estos temas para exponerlos aquí es el origen inesperado de los nombres de cada uno de ellos. Se ha enfocado el contenido con sencillez expresiva tratando de que la etimología expuesta trascienda con amenidad. Se ha tenido que recurrir a introducir terminología en lengua extranjera para aclarar algunas raíces por la relación que estas tienen con la lengua española. La lengua común hay que entenderla para defenderla mejor.
Roberto Guzmán en Acento.com.do