El I Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en la mexicana Zacatecas, es recordado este jueves en su aniversario 25 por haberse rendido a los pies del maestro Gabriel García Márquez, quien sugirió pasar la ortografía a jubilación.
"Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre los acentos entre la ge y la jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde dice lágrima", dijo Gabo ante unos asustados eruditos.
Aquel lunes los académicos empezaron la semana con mal pie y contemplaron al Premio Nobel colombiano como un desertor, a pesar de que su discurso estuvo coloreado de belleza al hablar de un cocimiento de toronjil que sabe a "Viernes Santo", a "una cereza" y a un "beso".
Un cuarto de siglo después, Manuel Juan Fuentes, uno de los corresponsales que cubrió aquel encuentro, recuerda las palabras de García Márquez -fallecido en 2014- como uno de los tesoros de su carrera profesional, de vez en cuando vuelve a escucharlas y las utiliza en sus disertaciones como conferenciante.
"Fue uno de los momentos que a uno le toca vivir como periodista y tiene la sensación de que está asistiendo a algo de lo que se va a hablar durante años", confesó a Efe el comunicador.
En un momento en el que las academias de la lengua empezaron a trabajar en un plano de igualdad, ya no bajo el dictado de la Real Academia Española en plan de madre, en la ciudad de Zacatecas, en el norte del país, las mesas redondas transcurrieron en un ambiente de pluralidad.
La dimensión internacional de la lengua española, el índice de mexicanismos, la lengua española en la formación del periodista y la democratización de la radio y el poder del lenguaje fueron algunos de los temas analizados por los estudiosos
Quienes al salir de las sesiones siempre encontraron a un periodista con la pregunta reina de la reunión: ¿qué cree de la propuesta de García Márquez?
"Gabo, que era un maestro, empezó el discurso con el cuento de cuando a los 12 años estuvo a punto de ser arrollado por una bicicleta. Había murmullo, entonces inteligentemente, hizo silencio, carraspeó y logró crear la expectación necesaria para ser escuchado", cuenta Fuentes.
Celebrado entre el 7 y el 11 de abril de 1997 en el centro histórico de Zacatecas, de edificios de ladrillos rojos con un aire de eternidad, el encuentro contó con la presencia de otros dos Premios Nobel de literatura, además de Gabo: El español Camilo José Cela y el mexicano Octavio Paz.
Estaba organizado el congreso para analizar el uso del español en los medios, pero después del discurso transcurrió a los pies del maestro, convertido en el chico malo de la clase.
Cinco lustros después, la asamblea de sabios es recordada por las palabras irreverentes del autor de "Cien años de soledad", aun cuando su discurso tuvo momentos poéticos y filosóficos, como cuando lamentó que el silencio sea el gran derrotado, un tema que merece un congreso aparte en la bulliciosa América Latina. (Gustavo Borges)