Luego de varias semanas sin escribir ni una línea, y aprovecho esta  Feria del Libro Santo Domingo 2024, y les traigo algo sobre el desempeño organizacional de las empresas literarias en República Dominicana.

Nada funciona eficientemente sin una estructura y muchos menos sin líderes que la potencien. Luego de mucho pensar, quiero hablarles sobre las oportunidades que veo en nuestro sector.

En 2007, conocí un autor que me voló la cabeza en pocas lecturas: Peter Senge es un científico americano, Senior Lecture del Massachusetts Institute of Techonology y CEO de la Sociedad de Organizaciones que Aprenden en los EE.UU. quien  es el autor del libro La quinta disciplina.

Diré que Peter Senge ha defendido durante todos estos años el hecho de que las organizaciones que realmente suben a los niveles inesperados son las que aprenden. Es decir,  las empresas que están atentas a su crecimiento y que capitalizan su aprendizaje en el tiempo, son las que evolucionan rápidamente. Por años, junto a mi proyecto literario CuentaRD, me he preguntado por qué las empresas literarias dominicanas tienen un crecimiento tan lento y una estructura tan débil: cosa que nos lleva a permanecer aún muy desorganizados.

La pregunta creo que con los años se ha respondido sola: las empresas literarias en terreno local manejamos las mismas debilidades:

  • Falta de formación empresarial.
  • Poca confianza en un mercado que se sigue forjando.
  • Poca paciencia para esperar buenos o malos resultados.
  • Poca formación en el desarrollo organizacional.

Me quedo con la última oportunidad: la capacidad de organizarnos de modo que funcione. Me parece y casi estoy segura es el mayor handycap  de muchos de los emprendedores y empresarios del sector. Sin embargo, hace unos tres meses llegó a mi algo que lo aclaró todo: si no tenemos un mercado funcional que no genera una demanda estable, cómo los emprendedores culturales pueden mantenerse a flote económicamente, emocionalmente y crear una estructura sin tanta inseguridad.

Como me dijo una agente colega y amiga Mary Claudia Perez: “si sabemos el mal, sabemos la cura”.

Es decir, las razones porque las que aún no tenemos empresas con mejores estructuras, y seguimos trabajando en un modelo solo de  servicios, es debido a una situación de incertidumbre en un mercado que no genera garantías; eso es una realidad que no podemos obviar.

Ahora, surge la pregunta, ¿cómo podemos generar estabilidad en los empresarios, cuando por sí sola se hace difícil el crecimiento sostenido en este mercado?

¿Es posible que conociendo la raíz de la enfermedad podamos traer nuevas soluciones para que los emprendedores puedan tener otro desempeño en sus negocios?

Estas teorías de grandes investigadores suenan muy interesantes, pero siempre me surge la misma pregunta: ¿Cómo aplatanamos eso al terreno criollo?

Es difícil para cualquier empresario tener un éxito en el sector al que pertenecemos, sin embargo, Peter Senge tiene razón en algo: solo progresan las empresas que aprenden, esas son las que están destinadas al verdadero éxito; no las que se estancan y permanecen en estado de inercia.

Me voy más lejos, ¿por qué empresas como SDQ Lee, Book World o Cuesta Libros, por ejemplo, tiene tanto éxito en mercado de lectores en República Dominicana? No diría meramente por la teoría de Senge, sino más bien, porque se atrevieron a pensar diferente.

¿Qué pasaría si realmente el mercado de lectores pudiera funcionar? Qué tal si realmente podemos y todo ha sido una falacia inventada por nosotros mismos.

Ahora cito otra teoría de Jeff  Dyers, Halg Gregersen y Clayton M. Christensen, quienes plantean en su libro The Innovator´s DNA, uno de sus principios básicos: CUESTIONAR: el ejercicio seria cuestionar esa realidad que tanto incomoda y verla desde perspectivas posibles. Puede doler pensar en otras posibilidades, cuando nos hemos quedado en la queja tanto tiempo; también conozco un poco de lo difícil que podría ser eso.

¿Estaríamos tan lejos de un mercado real, con una oferta y demanda que permita un flujo de lectores que satisfagan los bolsillos de nuestros emprendedores?

Realmente, mi gente, no estamos tan lejos. Dejo las preguntas para que busquemos juntos algunas soluciones.