El verbo “abjurar”, que tiene el sentido de ‘retractarse, renegar de algo’, no es sinónimo de “adjurar”, que se refiere a ‘rogar, pedir con insistencia’, por lo que es inapropiado emplearlos indistintamente, explica Fundéu Guzmán Ariza.

No obstante, en los medios de comunicación dominicanos se encuentran con frecuencia ejemplos en los que se usa adjurar en lugar de abjurar: “Adjurar de sí mismo no aprovecha, sino que provoca situaciones que después se lamentan”, “No puede adjurar del equilibrio y la legitimidad; no puede hacer insostenible el orden social y económico” o “Bajo ningún concepto quiere decir que el presidente vaya por ello a adjurar de su juramento institucional democrático”.

El “Diccionario de la lengua española” define “adjurar” como la acción de ‘rogar encarecidamente, pedir con instancia y con alguna fórmula de autoridad algo’ y lo considera un verbo desusado.

En cambio, “abjurar” se define como ‘retractarse, renegar, a veces públicamente, de una creencia o compromiso que antes se ha profesado o asumido’. Este verbo puede usarse como transitivo (abjurar sus creencias) o como intransitivo, en cuyo caso introduce el complemento que expresa aquello de lo que se reniega con la preposición de (abjurar de sus creencias).

Teniendo esto en cuenta, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir “Abjurar de sí mismo no aprovecha, sino que provoca situaciones que después se lamentan”, “No puede abjurar del equilibrio y la legitimidad; no puede hacer insostenible el orden social y económico” y “Bajo ningún concepto quiere decir que el presidente vaya por ello a abjurar de su juramento institucional democrático”.

Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana.

Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la FundéuRAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.