Luis Abinader, presidente de esta republiquita del Caribe, hace un par de días recibió sonriente en el Palacio Nacional, personalmente y sonriente, nada menos que al primer ministro de la República Socialista de Vietnam (¡Sí, de aquel famoso Vietnam, del que los yanquis huyeron derrotados!), Pham Minh Chinh, para negociar acuerdos, especialmente comerciales, pues sépase que somos potencia mundial en producción de aguacate, del que exportamos miles de toneladas a China…(Sí, hemos avanzado mucho en el campo de las relaciones internacionales, con o sin la anuencia de Washington, lo que era vergonzosamente usual en el pasado no muy remoto).