Como ya está previsto el presidente electo de los Estados  Unidos, Donald Trump, toma posesión el día 20 de este mes de enero. Previo a esta fecha, tanto en sus actos de campaña como posteriormente al ser elegido en las elecciones del 5 de noviembre del año 2024, ha planteado un discurso que busca enfrentar tanto la inmigración ilegal hacia su país, así como de imponerles altos aranceles a productos provenientes no solo de China, como sucedió en su primera gestión (2016-2020), sino también a sus países vecinos México y Canadá, a esto también se agrega su anuncio reciente de tomar posesión de nuevo del Canal de Panamá.

Con relación al tema migratorio, teniendo Estados Unidos una cantidad de inmigrantes ilegales de más de 11 millones de personas, que representa más del 28% de todos los residentes en territorio norteamericano nacidos en el extranjero, esto puede tener una repercusión en términos de mano de obra barata para las empresas norteamericanas, pero también en términos de las remesas que envían estos ilegales a sus familiares de sus países de origen, afectando el nivel de vida de éstos.

En el caso de México sería el país que recibiría el mayor impacto, ya que representa el 56% de la población ilegal en Estados Unidos y si se le suma el resto de países de Centroamérica, el Caribe y Suramérica, esto representa un 71% de la población total inmigrante. En el caso de República Dominicana la población ilegal en los Estados Estadounidenses son mas de 230,000 personas que representa el 3% de la población total inmigrante y que más del 80% de las remesas que recibe provienen desde este país del norte.

Con relación a lo planteado por Trump para la aplicación de un 25% de aranceles hacia México y Canadá, esto implicaría un aumento de los precios de los productos que provienen de esos países para los consumidores norteamericanos, en un escenario en el cual la economía norteamericana es la que mayor crecimiento de sus importaciones tiene, pues estas se han más que duplicado desde el año 2005 al 2022 al pasar US$1.732.706,0 billones a US$3.371.751,5 billones.

El 83.1% de las exportaciones mexicanas (US$337,628M) fueron destinadas a la economía norteamericana en el año 2024 y con la aplicación de un 25% de aranceles para estas ingresar a territorio norteamericano, las oportunidades de productos mexicanos serian mínimas para competir dentro del mercado estadounidense.

En el caso de China en el año 2024 las exportaciones hacia Estados Unidos fueron más de US$475,468 millones (CEIC DATA), principalmente de productos tales electrónica, computadoras, accesorios de equipos de comunicación móvil, vehículos y una diversidad de productos de consumo, cuya aplicación de una arancel de 25% tendría una repercusión en las actividades de producción no solo de China, sino también norteamericana, sobre todo en el ámbito comercial, donde existe una enorme cantidad de bienes de origen chino.

A todo lo anterior se agrega la anunciada ocupación o más bien usurpación del Canal de Panamá a su dueño legítimo que es el pueblo de ese país, lo que provocaría un enorme impacto, ya que las operación de dicho canal le aporta más de US$3,600 millones de pesos anuales a la economía panameña, amén de lo que esto puede implicar en términos de la pérdida de soberanía del Estado Panameño.

Las acciones que plantea el Presidente Donald Trump más que crear un país estadounidense fuerte y poderoso como este se lo ha planteado, lo más que puede lograr es generar problemas de inflación y de inestabilidad de la economía norteamericana como tal y a la vez provocar la creación de un bloque sobre todo en el sur del continente americano (México, Centroamérica, el Caribe y Suramérica), que afectados por la política norteamericana, se convertirían en grupo de presión en contra de estas políticas y a la vez buscarían vías alternativas para sus actividades comerciales internacionales, con la posibilidad de que tanto China como la Unión Europea amplíen su incidencia en estos países.