Tiene 163 playas sombreadas por cocoteros. Tiene las montañas más altas de Caribe. Todo es verde, de este a oeste y de sur a norte. Tiene frutales de todos los colores para toda su gente. No tiene fauna salvaje, salvo un millón de motoristas con todas las ocurrencias inimaginables. Produce el mejor ron y la cerveza más famosa del mundo. Su historia se canta a ritmo de merengue. En todos sus espacios gozosos nunca falta la risa. Su gente, de todas las clases y colores, es buena y sonriente. Los servicios que ofrece al visitante son los más económicos de todo el continente… (Fue todo lo que vino a mi mente en la Ciudad Colonial llena de turistas).