Llegamos a Ponta Delgada, isla de San Miguel en las islas Azores el 4 de mayo. Esta vez tuvimos la oportunidad de visitar también la isla Terceira. Ya habíamos estado en estas dos islas en ocasiones anteriores.
Azores es un archipiélago de nueve islas volcánicas en la región Macaronésica del Atlántico norte, aproximadamente 1,400 kilómetros al oeste de Lisboa. Las islas Azores son parte de Portugal, y tiene una población de alrededor de 242 mil habitantes en un territorio de 2,325 kilómetros cuadrados. La más poblada es la isla de San Miguel, con 137 mil en un territorio de 744.7 kilómetros cuadrados.
Ponta Delgada es la capital y ciudad más poblada, con una población de 68 mil habitantes. El día que llegamos estaba lluvioso, y había mucha neblina. Como esta era nuestra tercera visita a esta isla, decidimos quedarnos en la ciudad. Anteriormente habíamos ido a varias regiones de la ciudad, incluyendo Sete Cidades y el lago del Cráter; y el valle de Furnas, donde pudimos disfrutar de las aguas termales y probar el Cozido das Furnas. Este es un estofado que se cuece en una hoya enterrada en un hoyo que hacen en la caldera del volcán, que es la fuente de calor. Al final del día nos enteramos de que hicimos una buena elección de quedarnos en la ciudad, ya que los huéspedes que tomaron las giras fuera de la ciudad no pudieron disfrutar de los hermosos paisajes que ofrecen las montañas porque todo estaba cubierto de una neblina muy densa.
Tuvimos la suerte de que el barco atracó en el muelle turístico en la zona que da al centro de la ciudad, por los que pudimos caminar directo al centro después de pasar por la terminal. De la terminal se sale a una zona llena de restaurantes y tiendas donde frecuentan no solamente los turistas, sino los locales también. La ciudad es hermosa, típica portuguesa con los adoquines blanco y negros colocados en diferentes diseños de formas geométricas atractivas a la vista.
Nos dirigimos a la Iglesia de San José que está frente al puerto. Entramos y tomamos fotos para luego seguir a la Iglesia Matriz de San Sebastián. Aquí pudimos saludar al sacerdote Nemesio Mederos, quien tuvo la amabilidad de bendecir las imágenes de Nuestra Señora de la Altagracia y retratarse con las imágenes. Le dimos un separador de libros como recordatorio de nuestra visita.
La iglesia Matriz de San Sebastián está en el centro de la ciudad frente a la plaza de la Puerta de la Ciudad y el Ayuntamiento. La plaza está rodeada de edificaciones históricas, hechas con roca volcánica y la combinación de blanco y negro. La plaza está ubicada frente al mar.
Visitamos el Mercado de Graca y pudimos apreciar que estaba en remodelación, por lo que había muy pocas tiendas de artesanía abiertas. Solo estaba funcionando el mercado de agricultores. Una de las tiendas que estaba abierta era una tienda de quesos, que mostraba una gran variedad de quesos producidos localmente.
Como la ciudad es turística, pudimos visitar varias tiendas de artesanías y souvenirs de las Azores. En todas las tiendas aprovechaba para hablar sobre Nuestra Señora de la Altagracia, ya que este es un país muy católico. Para nuestra grata sorpresa, encontramos varias personas que quisieron retratarse con las imágenes de la Virgen.
También fuimos al Centro Cultural y de Comercio, donde celebran obras teatrales y musicales. Tratamos de entrar, pero estaba cerrado. De regreso al barco entramos a la tienda Azores in a Box, que está en las Galerías Comerciales del Puerto del Mar. Aquí venden obras de arte y artesanías de las Azores, y nos sorprendió que es del gobierno de la ciudad. Eso explica el local tan grande para el volumen y variedad de mercancías que ofrecía, ya que parecía más una galería de arte. Esto muestra el apoyo que el gobierno local le da al desarrollo del arte y la artesanía local. En esta plaza también hay una tienda de souvenirs llena de todo tipo de artesanías.
Conversamos con Erica Luciano, quien se mostró entusiasmada y quiso tomarse una foto con las imágenes de Nuestra Señora de la Altagracia. Le regalamos un separador de libros como recuerdo de nuestra visita. Esa tarde salimos hacia el próximo puerto en las Azores.
El 5 de mayo llegamos a Praia di Vitoria, Terceira, Azores, Portugal. Originalmente no estaba programado que visitáramos este puerto, que es el último puerto antes de regresar a nuestro puerto de partida, Fort Lauderdale, Florida, USA. Por suerte, lo cambiaron, ya que el último puerto originalmente programado era Half Moon Key, en Bahamas. Este es un cayo pequeño, donde lo único que hay es una playa privada con facilidades para los bañistas. Ya hemos estado en ese cayo varias veces.
El puerto en Praia di Vitoria está en una zona retirada de la ciudad, por lo que nos ofrecieron un autobús de cortesía que nos dejó en el centro. La ciudad es pequeña y se puede caminar con facilidad. Adicionalmente hay un autobús público que se toma cerca de donde nos dejó el autobús del puerto y va a Agra, que es la capital de la Isla Terceira. Nosotros hicimos eso la última vez, por lo que nos quedamos en Praia da Vitoria.
Praia da Vitoria tiene alrededor de 20 mil habitantes que son muy amigables y amables. De la parada del autobús, que está en la parte alta, caminamos por la calle peatonal, parándonos en el Mercado Municipal, que es pequeño. Aquí venden verduras, carnes y pescados, y tiene un restaurantes y baños limpios. Seguimos hacia la iglesia de la Santa Cruz, parándonos en varias tiendas que están sobre toda la calle. En una de las tiendas pude reconocer una señora que también se recordó de mi cuando estuvimos aquí anteriormente.
La iglesia de la Santa Cruz estaba abierta porque el Sr. Ludguero Cunha, colaborador de la iglesia la abrió para que los huéspedes del crucero la pudiéramos visitar. Ellos tenían una caja con un letrero para recibir donaciones de quien quisiera colaborar con la iglesia voluntariamente. El nos mostró la iglesia muy amablemente y se tomó fotos con las imágenes de Nuestra Señora de la Altagracia. Luego llegó su hija Luana Cunha, quien fue también muy amable y se retrató con las imágenes.
Caminamos hasta la playa, la cual tiene una plaza muy hermosa, con tiendas de souvenirs y restaurantes. Entramos en un restaurante a refrescarnos con una cerveza y conocimos una familia de Portugal continental, que estaban de vacaciones en Terceira. Le hablamos sobre la Virgen y se tomaron una foto con las imágenes.
Almorzamos un buen pulpo en uno de los restaurantes de la ciudad, y después de visitar más tiendas y pasear por la ciudad, regresamos al barco, para disfrutar de las actividades e iniciar la trayectoria de 6 días para cruzar el Atlántico y llegar al puerto de partida en Fort Lauderdale, Florida, USA. Fue desde aquí que salió la peregrinación de Nuestra Señora de la Altagracia para darle la vuelta al mundo por primera vez en la historia.
Estoy muy orgullosa de haber cumplido con la promesa que le hice a la Virgen en el 2019. Ha sido una peregrinación muy evangelizadora y cultural, en la que la Virgen dejó muchas amistades, entrando en los corazones de muchas personas que se han hecho fieles a ella por los milagros recibidos. Muchos me escriben expresando que ya la Virgen hizo realidad sus deseos. En la parte posterior de los separadores de libros que se les obsequiaba hay un espacio para que las personas puedan expresar sus deseos a la Virgen. Yo me lleno de regocijo, alegría y felicidad cuando tengo contacto con esas personas agradecidas y me cuentan sus historias, ya que yo soy una fiel creyente en los milagros de Nuestra Madre Tatica, como los dominicanos cariñosamente la llamamos.
Agradecemos a Acento y a su Director y a todas las personas que nos han apoyado y animado en esta peregrinación de Nuestra Señora de la Altagracia alrededor del mundo.
Para dar seguimiento al paso de la Virgen de la Altagracia por las Azores y disfrutar de más fotos y videos, pueden dirigirse a nuestra página de Instagram @virgenviajaporelmundo. Nuestro próximo y último puerto es Fort Lauderdale, Estados Unidos de América, donde iniciamos nuestro viaje el 3 de enero.