Si de luces esta alumbrado el camino del cielo, de oscuridad debe estar enturbiado el del infierno. En nuestro pais, el devenir del sistema eléctrico nacional ha estado enlutado de ninguna luz y si de mucha oscuridad. Su pobre desempeño ha lastrado las finanzas públicas y el desarrollo economico por décadas y los interminables apagones han victimizado a los más débiles consumidores. El reciente anuncio de Celso Marranzini sobre su plan integral de gestión de las Edes podría, sin embargo, significar que habrá luz al final del túnel.
Presentado ante la Cámara Americana de Comercio, el plan de Marranzini se limita a la recuperación del sistema de distribucion eléctrica y ya cuenta con el apoyo de la ADIE. Eso deja fuera lo atinente a la transmisión y la generación de energía. Tampoco incluye un manejo diferente del que ahora tiene la Termoeléctrica de Punta Catalina, la cual parece ahora no acusar ningun contratiempo en su operación. Aunque vislumbra una eventual privatizacion de la gerencia de las Edes, el plan no presagia privatizacion de los demás componentes del sistema. Algo a lamentar para los que hemos abogado por su total privatizacion.
A grandes rasgos, el mencionado plan tiene como objetivo central la disminucion sustancial de las pérdidas de las Edes y su eficiente operación. Para ello se promete que el Consejo Unificado de las Edes (CUED) irá tomando las riendas de esas entidades y aplicando sus remedios sin contemplaciones. “Este plan se basa en pilares fundamentales como la estructura organizacional de las empresas, eficiencia, modernización, inversiones y transparencia.”
Marranzini disfruta de gran credibilidad gerencial, no tiene afiliación partidaria, pero si una sólida prosapia familiar de responsabilidad social. Es un exitoso empresario que, sin necesitar el empleo, promete una gerencia apolítica. “Además de vicepresidente ejecutivo del Gabinete Eléctrico estatal, Marranzini funge desde hace más de dos años como el administrador de la Empresa Central Termoeléctrica Punta Catalina, y ahora, más recientemente, fue designado presidente del Consejo Unificado de las EDE, conocido como CUED.” Ya en el último gobierno del presidente Fernandez había fungido como Administrador de la CDEEE sin que pudiera acabar con los apagones (de origen financieros).
El anuncio del nuevo plan trae a colación el repetido veredicto de Marino Peña, un dominicano con un doctorado en Planificación de Recursos Energéticos de la George Washington University, de que el embrollo del sistema eléctrico no se arreglaría hasta tanto no se sacara la política de su gestión. El gran reto de arreglar las Edes, en particular, no podrá cumplirse sin que su gestión pueda despolitizarse. Ya Marranzini ha nombrado a dos administradores apolíticos al frente de Edeeste y Edesur (dándose el caso de que el Administrador de Edenorte es un prominente político de Santiago, quien a juzgar por sus resultados ha hecho la mejor labor en materia de reducción de perdidas) y su plan pretende traspasar la gerencia de las Edes al sector privado en tres años.
El plan de Marranzini requerirá de una inversion de US$650, los cuales serán aportados por las agencias multilaterales. Frente a los US$1,500 millones del subsidio eléctrico el pasado año, ese monto de inversion luce muy modesto. Si con esa inversion se logra rebajar el subsidio a la mitad, habida cuenta de que los sectores más carenciados requerirán de algún subsidio, las finanzas públicas serán aliviadas sustancialmente. Habría orden en la casa siempre que la tarifa eléctrica se mantenga razonable.
Como medida fundamental del plan se vislumbra el combate al fraude eléctrico de los consumidores, tanto los grandes como los pequeños. Marranzini anunció, entre otras medidas, el aumento sustancial de la tele medición y la introducción de medidores prepagos. Eso irá acompañado del reemplazo de subestaciones que datan de los años setenta y la reparación de las líneas de transmisión. El complemento de tales medidas será la diligente persecución de los fraudes del consumo, para lo cual se reforzará la Procuraduría General del Sistema Eléctrico.
Son once los ejes de ejecución del plan y aparenta que cubren lo esencial para lograr una gestión eficiente. Un aspecto del plan que resalta es lo ambicioso de las metas en términos de reducción de las perdidas. Se aspira a reducir el déficit promedio de las tres Edes de un 38% a un 27% para el 2027. En Edenorte se reduciría de un 26% a un 20%, en Edesur de un 32% a un 20% y en Edeeste de un 56% a un 41%. Causa perplejidad, sin embargo, que a Edeeste no se le pueda meter en cintura, aun con un flamante profesional apolítico al frente.
Sin duda, se requerirá voluntad política para aplicar rigurosamente las saludables medidas de saneamiento de las Edes. El apoyo del Gabinete Eléctrico y del presidente Abinader a la gestión de Marranzini no será suficiente sin que otras instancias del pais brinden su colaboración. Debemos recordar que el “Pacto Nacional para la Reforma del Sector Eléctrico 2021-2030” fracasó por falta del apoyo necesario. Habrá que ver tambien en qué medida la aplicación del “Plan Energético Nacional 2022-2036” de la Comisión Nacional de Energía enmarca el plan de Marranzini adecuadamente.
Para despolitizar la gestión de las Edes Marranzini tendrá que confrontar todo tipo de marrulla política, tanto de la clase política como de los consumidores grandes y pequeños. A pesar de que en julio y agosto hubo niveles récords de generación, ya vivimos el retorno de los apagones, los cuales esta vez no son por razones financieras sino de la cuantía de la energía servida. Con el intenso calor de temporada no sorprende que la ñañara mediática ya haya bautizado a Marranzini como el “Drácula Eléctrico” o el “Fucú Eléctrico”.
Es cierto que a la mayor demanda de electricidad se le ha respondido con un mayor suministro. Pero es poco probable que la petición de paciencia ante los apagones aplaque a los consumidores Si bien es cierto que el incremento de la demanda de electricidad explica el déficit, tambien es cierto que el cruel tormento de los apagones tiene que ver con los déficit de generación. “De un total de 103 plantas degeneración que hay en el pais, 62 no se encontraban disponibles el jueves pasado, lo cual representa un 60% del total. ¿Sera su programación otro reto del plan de Celso? ¿Habría luz al final del túnel sin eso?