El nuevo secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, está de gira por América Latina y el Caribe. De su visita se pueden deducir algunas lecturas que van a ir configurando el mapa de lo que puede ser los campos de intereses de la administración Trump.

La gira de Rubio lo llevará entre el 1 y el 6 de febrero a Panamá, El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana. Esto define una primera línea de aliados más estrechos de la administración Trump para el presente período.

En el caso de Guatemala es un interés consensual políticas comunes para poner fronteras migratorias que permiten de alguna manera reducir el impacto de las migraciones que pasan por el territorio de Guatemala. En el caso de Bukele la administración Trump está interesada en generar una cooperación penitenciaria internacional de forma tal que algunos criminales internacionales, o migrantes ilegales en caso de no recibir  en sus países; puedan ser albergados en las cárceles que como edificio gigantesco de la criminalidad operan en El Salvador.

Por otra parte, está claro que Rubio tiene la encomienda de anclar en Panamá, esto debido a la preocupación estratégica de los Estados Unidos sobre el posible uso no sólo comercial, sino militar del canal de Panamá por los chinos. En esta tesitura Trump ha manifestado abiertamente su interés de retornar el canal al control de los Estados Unidos, sobre todo después de la apertura de la cooperación Perú y China con el  Megapuerto de Chancay, que representa una base logística de apoyo.

En el caso de Estados Unidos el canal de Panamá está regido por el principio de neutralidad, y Trump todo lo que está haciendo es argumentar, creando una narrativa a los fines de establecer que Panamá ha violado la neutralidad del canal y que, por lo tanto,  los acuerdos Torrijos-Carter quedan sin efecto.

El secretario de Estado visitara el Caribe para analizar con el presidente Luis Abinader -primero- el combate a las drogas, como una frontera intermedia para generar control no solamente sobre las drogas, sino sobre los productos químicos que puedan acompañarla. Esto, ante la situación de Venezuela, prácticamente un mercado abierto para el tránsito ilícito de estupefacientes.

Por otra parte, en el caso de Santo Domingo, el secretario de Estado tiene interés sobre el tema haitiano, a los fines de plantearse soluciones de corto plazo como celebrar las elecciones en Haití para 2026.

Por otra parte, es importante destacar que en esta visita no solamente se tratará en el problema migratorio y la recesión de los migrantes de República Dominicana que puedan ser deportados, sino cómo el país garantiza una seguridad estratégica con un distanciamiento de China. Así las cosas, entre líneas generales el presidente Trump instruyó a un enviado especial a los fines de establecer algún entendimiento con el presidente Nicolás Maduro y ha recibido como trofeo el regreso de seis norteamericanos. Habría que esperar si EEUU y Venezuela han comprometido algunas garantías en término de aceptar la devoluciones de terroristas declarada por los Estados Unidos como el Tren de Aragua.

En el marco de esta primera visita, se puede destacar que el secretario no inicia su visita ni por Europa, ni por Medio Oriente, ni por China; sino que lo hace por América Latina estableciendo, según su propia palabra, que: Estados Unidos había descuidado América Latina y que su presencia en América Latina plantea un nivel interesantísimo de participación en la agenda política.

Hay que destacar que, junto a esta gira por América Latina, concomitantemente el presidente Trump grabó con aranceles para México y Canadá con un 25% y de esta forma Trump envía un mensaje. Está claramente definida su línea de la agenda con sus aliados, y así marcó también a otros países que tienen un gran peso económico en la región, pero que no son aliados políticos.

Hay que recordar que el presidente Milei estuvo en la toma de posición del presidente Trump. El hecho de que Marco Rubio no haya ido Argentina no se entiende como un signo de contradicción, sino más bien un objetivo concentrado de hacer un corte geopolítico en la frontera del Caribe en estos momentos.

Estamos frente a una primera gira de política exterior, donde hay claramente un grupo de aliados definidos y un segundo grupo muy distante de la administración Trump; sin duda alguna, este grupo de países lo integran México, Venezuela, Colombia, Brasil y Chile.

No estamos seguro de lo que arrojará la gira, pero los días por venir marcarán sin duda los primeros signos de una política exterior que tendrá matices y claros y oscuro en la arena política internacional.