Si las autoridades descubren un contrabando de armas entre las cuales hay alguna escopeta uno piensa que, ilegales, irán a manos de gente que acaso la necesita y no las consigue o criminales que las emplearan en fechorías.
Cuando la prensa publica una información como la del 15 de marzo y aparecen retratados numerosos fusiles de largo alcance, tecnología mas avanzada y otros dispositivos que tienen que ver con la efectividad, confiabilidad y cadencia de fuego entonces uno piensa que ese no es un contrabando cualquiera sino que de alguna manera lo ha perpetrado un comerciante de armas con conexiones en el bajo mundo o con intenciones de uso político en medio de circunstancias que no existen pero sabemos que existirán. Cabe también la posibilidad de que el importador de las armas sea o pertenezca al mismo grupo que tiene la intención de utilizarlas no de venderlas.
AHORA BIEN . . .
Cuando y como parte de un contrabando de armas las autoridades reportan la presencia de explosivos, detonadores electrónicos, cables y otros artefactos a uno se le encienden todas las alarmas porque, ¿para qué querría alguien importar explosivos en nuestro país? ¿Quién los compraría y para qué ya que no los usamos para demoler estructuras ni actividades de minería ilegal? Y más importante aun: ¿para qué se usan los explosivos en cantidades tan limitadas? Pues para producir atentados. No tienen otro uso.
Y ¿quiénes podrían estar interesados en preparar atentados usando explosivos y/o fusiles poderosos? Y sigo preguntando:
¿Cómo es posible que una noticia de esta envergadura pase literalmente desapercibida y no merezca la atención, los comentarios y análisis de uno solo de todos los medios de prensa de este país?
¿Cómo es posible que nadie se haya hecho la pregunta? Porque repito, una cosa es contrabandear armas, incluso fusiles de alta potencia y versatilidad, y otra muy distinta es que dicho contrabando venga con explosivos.
Y peor aun, ¿Cómo es posible que sea Aduana y no los servicios de inteligencia los que manejen la información a los medios? ¿Ya se olvidaron del sabotaje a las luces del aeropuerto? ¿Ya se olvidaron de aquellas reuniones donde se discutía cómo parar el accionar de la Procuraduría? ¿No se dan cuenta de que Quico Tabar está haciendo lo que había que hacer con las bancas y esa enorme lavandería y medio de evasión? ¿Es que no entienden que en la historia la Ley de Newton es de aplicación universal y que por cada acción se produce una reacción opuesta equivalente? Se entiende que hay gente bruta, que otros son imbéciles y que no faltan cómplices, pero este silencio es ya demasiado. No se cómo ni quién se lo dirá, pero al presidente que abra los ojos.
Estamos locos, somos cómplices o decididamente imbéciles. Se olvidaron. Estamos camino de México, Colombia.