Recientemente el presidente Abinader ha estado entregando nuevos equipos e instalaciones a las Fuerzas Armadas en una cuantía preocupante. Entre esas prestaciones figuran una compra de aviones a Espana y otra de helicópteros a Qatar que, para cualquier lego, parecen desmentir la efectividad de los famosos Tucanos y cuestionan la necesidad de hacer más compras. Nuevas compras pondrían en duda la efectividad de la FARD frente a nuestro eventual némesis (Haiti) y el narcotráfico.
Esta cavilación obedece a una noticia reciente que reportó que el jefe de nuestra FARD estaba en Corea del Sur con miras a comprar una cuadrilla de aviones FA50. La nota de prensa no especifica el número de aeronaves ni sus posibles precios. Pero si especifica que la ley faculta a nuestros cuerpos castrenses a realizar compras sin que tengan que sujetarse a la Ley No.340-06 de Compras y Contrataciones Publicas. Esto último debido a alegadas consideraciones de seguridad nacional.
Lo preocupante no es la “rienda suelta” que les autoriza la ley, sino las evidencias de que no parece haber necesidad de gastar más recursos en la propuesta compra coreana. El equipamiento de la FARD parece suficiente para los potenciales y actuales desafios a su cargo. Según lo reportado por Wikipedia, los aviones y helicópteros con que cuenta la entidad responden a las necesidades, aunque tal vez no a las contingencias que puedan presentarse eventualmente en relación con la preservación de nuestra soberanía e integridad territorial.
Veamos algunos antecedentes. ”Luego de que los sobrantes A-37 se le dieran de baja en 2001 la FAD luego de varios años sin ningún avión caza distintivo, esta vez fue el EMB-314 Super Tucano seleccionado como el siguiente avión de combate de la FAD, que llevará a cabo misiones de patrulla fronteriza, contra insurgente, apoyo aéreo cercano y entrenamiento avanzado. Se realizó un pedido de 8 unidades. Tras múltiples contratiempos para aprobación del préstamo, se aprobó en 2009 y en diciembre de ese mismo año llegaron las dos primeras unidades. Tres unidades más llegaron en julio del 2010. Las tres unidades restantes, fueron entregadas en octubre del año 2010. Desde su última entrega, los Super Tucano han demostrado ser efectivos en la prevención de bombardeos de drogas, haciendo desaparecer prácticamente esta modalidad de narcotráfico en el país.”
Refiriéndose a los aviones Pillan de Espana: “La Fuerza Aérea de República Dominicana (FARD) informó este domingo que en los próximos días recibirá siete aviones T-35 Pillán, comprados al Ejército de Aire de España para entrenar a sus pilotos de combate. La operación conllevó una inversión de 980,000 euros (un millón 66 mil dólares) afirmó la institución en un comunicado colgado en su página de X. La FARD dijo que la compra de las aeronaves representa una "inversión inteligente" que fortalecerá las capacidades de la institución.”
Y refiriéndose a los helicópteros de Qatar: “Las nuevas aeronaves se tratan de 6 Bell UH-1H Huey II y 10 aeronaves de un modelo no especificado para reconocimiento y vigilancia. Actualmente el UH-1H es el principal helicóptero de la FARD y de las fuerzas armadas en general, con aproximadamente una decena de unidades modelos Huey II que llegaron al país en 2003 y Huey I Plus. Estos últimos llegaron a RD en la década de 1990 y fueron mejorados entre 2010-2017 a la versión Plus.”
Todas las adquisiciones podrían justificarse en funciones de necesidades actuales y futuras. Pero la FARD no dispone de un Sistema Nacional Integrado de Defensa Aérea y, según reporta la prensa, “las autoridades militares todavía aguardan la puesta en marcha del sistema de radares militares iniciado hace 14 años en la base aérea de San Isidro.” Al no existir ese Sistema ni conocerse ninguna estrategia formal al respecto cabe cuestionar si las compras mencionadas responden a las prioridades de la FARD.
Ya en 2022 se reportó que la FARD tendrían toda su flota activa y apta para sus tareas. Según las apreciaciones anteriores, la tarea de control del tráfico aéreo de drogas ha sido bien cumplida por los Tucanos y no existe una necesidad de más aviones para reforzar ese control. Lo que si se ha reportado es un descomunal aumento de capturas de drogas en tierra, gracias a una eficiente labor de la DNCD. Ha sido tal la cantidad de drogas incautadas por la DNCD que vale cuestionar cuan efectivos han sido los Tucanos para interceptar los cargamentos que llegan a tierra.
En relación con la patrulla fronteriza no parece tampoco haber necesidad de aumentar el equipamiento aéreo de la FARD porque nunca se ha reportado que sus aviones han ayudado a prevenir el tráfico de migrantes ilegales. De hecho, los más de 174,602 haitianos que se deportaron a su pais en el 2023 sugiere que el patrullaje fronterizo de la FARD no es muy efectivo. Pero habría que enmendarle la plana al Ejercito mas que a la FARD en vista de que la mayor labor de control fronterizo la tiene ese cuerpo en tierra. ¿Cómo es posible que haya una migración ilegal de haitianos tan enorme como la que sugieren las deportaciones si los cuerpos castrenses están tan bien equipados y desplegados en la frontera?
Frente al confuso panorama de una FARD que no disponen de una estrategia formal de defensa ni de los radares necesarios para cumplir su mision, a cualquier ciudadano le debe parecer innecesario seguir comprando equipos aéreos para la FARD, especialmente si son viejos y descartados por los paises que los ofrecen. El recién designado jefe de Estado Mayor de la FARD debera ofrecer las explicaciones de lugar y abocarse a mejorar sustancialmente la eficiencia de su mision, la cual no incluirá una defensa en combate contra una agresión haitiana en tanto nuestro hermano pais no dispone de una fuerza aérea militar. Eso es más importante que mercadear los aviones Dulus que, con las piezas de los viejos equipos, ha fabricado la entidad.