Con motivo de la puesta en escena obligada, la Cámara de diputados ha decidido invitar a unas vistas públicas para que los verdaderos entendidos en la materia puedan opinar sobre los parches inapropiados que se pretenden incorporarle al Código Penal dominicano.
Es una pena y una vergüenza nacional que nuestro congreso esté plagado de incapaces y de analfabetos funcionales y emocionales
Si bien es cierto que ese código redactado en 1810 por orden de Napoleón Bonaparte no esta actualizado, no es menos cierto que fue y es una joya jurídica. Negarlo sería un absurdo patológico.
Napoleón expresó en cierta ocasión que ni todas las batallas ganadas juntas, ni la perdida en Waterloo han sido los hechos más transcendentes en su vida. Que su aporte más importante que le ha legado a Francia y a la humanidad han sido todos sus códigos.
La comisión encargada de la redacción de los Códigos estuvo compuesta por Tronchet, presidente de la Corte de Casación, Malleville, juez de la misma corte, Jean Portalis, alto oficial administrativo, y Bigot de Preameneu, antiguo miembro del Parlamento de Paris.
En solo seis años, codificó todo el derecho francés: Código Civil (1804); Procedimiento Civil (1806); Código de Comercio (1807); Ley de Instrucción Criminal (1808); Código Penal (1810). Este proceso respondía a su visión centralizadora del Estado y de la administración.
Partiendo de estas verdades, debemos admitir que realmente hay que incorporar algunos aspectos modernos a dichos códigos. En los tiempos de Napoleón no había internet, a manera de ejemplo.
Pero se quieren incluir modificaciones que son aberrantes, inmorales, inaceptables y que no solo atentan contra la dignidad humana, sino también contra la supervivencia de una democracia real y un estado de derecho.
¿Cómo es posible que pretenda enviar a tribunales militares a un militar delincuente que ha robado, violado o asesinado?
Dice Huchi Lora en sus conocidas décimas:
La guardia podrá matar
a cualquier civil por nada,
pues tendrá garantizada
la impunidad militar.
¿Podrá un guardia condenar
a un general o un sargento,
o al jefe de un regimiento
que ha asesinado a un civil?
Con un código tan vil
Trujillo estaría contento.
¿Cómo es posible que a un ladrón de los dineros del pueblo se le quiera perdonar su latrocinio después de veinte años y que el resto de su vida viva como un rey a expensas de todos los beneficios que le ha quitado al pueblo dominicano y su sufrimiento inmerecido que le ha infringido? Esos son crímenes de lesa humanidad que no prescriben nunca!
Dice Huchi:
Al corrupto funcionario
este código lo premia,
de modo que esa pandemia
seguirá en este escenario.
El Senado, es necesario
que justifique el trastorno,
la vergüenza y el bochorno
de este Código Penal,
que anuncia en forma triunfal
un premio para el soborno.
¿Cómo es posible que el partido oficial haya tomado como bandera de lucha en la campaña del 2020 la inclusión de las tres causales y le haya dado la espalda a esa esperanza y dignidad de nuestras mujeres?
En su sesión ordinaria el PRM le dice a sus congresistas:
“Queremos recordarles por esta vía la resolución de la Comisión Ejecutiva adoptada en 19.ava. sesión ordinaria en fecha 26 de julio del 2016, cuya parte dispositiva dice: fijar una posición pública en la cual se exprese claramente que estamos de acuerdo con la interrupción del embarazo o aborto, solo y únicamente en tres casos”,
Las tres causales serían: a) cuando esté en peligro la vida de la madre, b) Mal formación del feto, cuando este no presenta posibilidad de sobrevivir fuera del útero, y c) Casos de violación o incesto.
¿Por qué los congresistas no se ponen esos zapatos aunque sea por un momento? ¿Qué harían ellos si alguna de estas situaciones se le presentara?
Esperamos que la intervención de la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS) sea ponderada en su justo valor y con la cabeza fría por estos individuos que forman parte del llamado congreso.