Henry Kissinger es probablemente el canciller de los EEUU más conocido de los tiempos modernos. Dos veces secretario de Estado en la década de los 70 y una vez consejero Nacional de Seguridad en 1968, es uno de los pensadores más destacados de la política exterior de los Estados Unidos de la posguerra mundial, la Guerra Fría y la historia de la relaciones internacionales.
Intelectual de recia formación, frío y calculador, fue capaz de diseñar la estrategia de distención con China y la realpolitik con URSS en los años 70; los masivos bombardeos a Vietnam del Norte en la estrategia de negociación a mediados de los 70; el derrocamiento sangriento del gobierno del socialista Salvador Allende en Chile en 1973 y la Operación Cóndor de las dictaduras militares en Suramérica para coordinar la represión a los movimientos contestatarios y revolucionarios de aquella época, y obtener al mismo tiempo el Premio Nobel de la Paz en 1973.
Ya en 1955 ingresa el Dr. Kissinger al Consejo Nacional de Seguridad del cual se transforma en su titular con el advenimiento de la presidencia de Richard Nixon en 1968. Escritor y pensador prolífico, desde 1957 está escribiendo sobre política exterior, diplomacia y seguridad. En ese año publica “Un mundo restaurado: Castlereagh, Matternich y la restauración de la paz 1812-1822”. También en 1957 “Las armas nucleares y la política exterior”. En 1969 “Politica Exterior de Estados Unidos, Tres ensayos”; “¿Crisis de la seguridad europea?” (1973); “Años de agitación” (1982) y la monumental obra “Diplomacia”, publicada en 1992. “Sobre China” (2011), entre las más relevantes de una prolongada producción académica e intelectual siempre centrado en los intereses de la Política Exterior de su país adoptivo, los Estados Unidos de América y los grupos dominantes del poder en esa nación.
Hacemos esta sucinta reseña sobre la obra y la trayectoria del Dr. Kissinger, para demostrar que, lo que Antonio Gramsci llamaba un “intelectual orgánico”, está encarnado en la figura Henry Kissinger, en tanto que uno de los más importante del sistema imperial del siglo XX y probablemente de la historia contemporánea. El Dr. Kissinger se ha mantenido activo en charlas, conferencias, artículos de periódicos, entrevistas y asesorías a pesar de sus 99 años de edad. Nació en el sur de Alemania en 1923 y emigró a los Estados Unidos en 1938 huyendo de la persecución nazi contra los judíos. Fundó “Kissinger Associates” al concluir su carrera pública y es accionista principal de “Kissinger & McLarty Associates” y miembro directivo de varias empresas, como The Hollinger Group y Gulfstream Aerospace, entre otras.
También fue rector de la Universidad de Georgetown en Washington y asesor general de varios gobiernos europeos, asiáticos y latinoamericanos, sin hablar de políticos y grandes empresas internacionales y de los EEUU. El Dr. Kissinger es egresado del City College de New York y de Harvard University.
Resulta entonces que en la reciente cita del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, celebrada en la primavera boreal del 22 al 26 de mayo de 2022, el Doctor Kissinger hizo muy serias recomendaciones al mundo occidental, y particularmente a Estados Unidos y la OTAN, respecto a la guerra en Ucrania y la intervención de Rusia en la convulsa situación de ese país. Según Kissinger, la política de cerco a Rusia llevada a cabo por Occidente desde 1999, con el inicio de la expansión de la OTAN más allá de la Alemania unificada, fue un enorme error que llevó a las tensiones y la guerra actual, la cual puede acarrear peligros de confrontaciones mayores, incluyendo confrontación con armas nucleares. Recordemos que la política preconizada por Kissinger en los 70 de apertura a China, era para evitar a toda costa una alianza entre la URSS (Rusia) y el gigante asiático. Pero esa recomendación no se observó. La OTAN pasó de 12 miembros en 1949, incluyó Grecia y Turquía en 1952, Alemania Occidental en 1955 y más tarde España y Portugal en 1982.
Después de la caída de muro de Berlín y el fin de la URSS en 1991, se amplió a Polonia, Hungría y República Checa en 1999, antiguos miembros del Pacto de Varsovia; en 2004 ingresan Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia. Las tres repúblicas bálticas fueron miembros de la URSS hasta 1991. Albania y Croacia se unieron en 2009. En 2017, la OTAN invitó además a Bosnia-Herzegovina, Georgia y Macedonia que esperan todavía su incorporación formal. Además han sido invitados en la última cumbre de Madrid, Suecia y Finlandia, tradicionales países nórdicos neutrales.
Los eventos de la Plaza Maidán en Kiev en 2014, con decenas de muertos y una clara intervención de EEUU y la Unión Europea para alejar a Ucrania de Rusia y atraerla a la membresía de la OTAN, y que dieron al traste con el gobierno electo de Víctor Yanukovich y el inicio de una guerra civil en el Este de Ucrania (Donbás), en las provincias rusófonas de Donetsk y Lugansk, además de la anexión de Crimea por parte de Rusia, pudieron ser evitados. Según Kissinger, un gobierno hostil en Ucrania es para Rusia el equivalente de un gobierno activamente hostil en Canadá o México respecto a EEUU.
Según reseñó el tabloide español El Periódico, “El ex secretario de estado norteamericano, Henry Kissinger, dijo que Ucrania debe ceder territorio a Rusia para poner fin a la guerra, y advirtió a Occidente que una derrota humillante para Rusia podría dar lugar a una desestabilización más amplia”.
El legendario estadista hizo estos comentarios en una conferencia en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, informó The Daily Telegraph. Kissinger fue el arquitecto de la distensión con China bajo la administración Nixon, y uno de los principales defensores del mundo de la realpolitik, en la que las naciones dejan de lado la moral y los principios para lograr sus objetivos.
“Es necesario que las negociaciones comiencen en los próximos dos meses antes de que se produzcan trastornos y tensiones que no serán fáciles de superar. Lo ideal sería que la línea divisoria fuera la vuelta al status quo anterior” dijo Kissinger. “Llevar la guerra más allá de ese punto no sería sobre la libertad de Ucrania, sino una nueva guerra contra la propia Rusia”.
Status quo significa llevar las cosas “cómo eran antes de la guerra”. Los comentarios de Kissinger implican que Ucrania debería aceptar un acuerdo de paz para restablecer la situación antes del 24 de febrero, en la que Rusia controlaba formalmente la península de Crimea e informalmente la región de Donetsk y Luhansk en el Este de Ucrania.
Sin embargo, esas recomendaciones han caído en saco roto. Ni Washington, ni la Unión Europea, ni Berlín ni París, los más influyentes del bloque europeo, han considerado esta recomendación. Por el contrario, la “olas de sanciones” organizadas por Bruselas han continuado; el abastecimiento de armas al gobierno de Zelenski en Ucrania también y el inicio de negociaciones con Rusia no han sucedido.
Por el contrario, se ha empujado cada vez más a China a una alianza estrecha con Rusia. La mayoría de los países del Tercer Mundo, en África, Asia, Medio Oriente, América Latina ha hecho caso omiso a las sanciones contra Rusia.
Por el contrario, el Bloque de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) han estrechado su alianza, y están considerando el pedido de Argentina, Irán, Indonesia y Arabia Saudita de ingresar al grupo, lo que fortalecería aún más la polarización mundial.
India ha aumentado 18 veces su comercio con Rusia respecto al periodo anterior a las sanciones. El bloqueo parcial de compras de petróleo y gas natural ruso de parte de EEUU y Europa ha producido un desvío de comercio a favor de Rusia que está vendiendo 20.000 millones de dólares más cada mes. Las sanciones han impactado los productos agrícolas, particularmente trigo, aceites y soya y la inflación se dispara a nivel global. El mundo camina a un abismo y los gobiernos de occidente no escuchan ni siquiera a un defensor acérrimo probado como el Dr. Henry Kissinger.