La conversación arrancó.
El auto va en camino.

Y sí habrá trabas y vericuetos
y distracciones, pero nada
va a detenernos para
siempre.

Y hay una sola
alternativa: ese viaje
al país sin sombrero.*

Pero sugiero que armemos
ya una colección de
sombreros para
cada día de la semana.

*En Haití la muerte es el país sin sombrero.