Una de las principales preocupaciones en cuanto al entorno tributario en la República Dominicana es qué pasará y cómo se va a regular la evasión fiscal. Es notorio que en República Dominicana hay una brecha entre lo que se recauda a través de las obligaciones tributarias y lo que potencialmente debería recaudarse. Dicha brecha, es lo que conocemos como evasión fiscal, todo acto que provoca que no se reporten o paguen las diferentes obligaciones tributarias al Estado Dominicano.
Estudiante de Economía Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)
Algunos economistas han argumentado que una de las maneras de combatir la evasión fiscal, es fortaleciendo el sistema tributario de República Dominicana. Al hablar de fortalecimiento del sistema tributario se destacan diversos aspectos como: la tecnificación del sistema tributario, implementación de herramientas inteligentes para facilitar la recaudación de impuestos, incentivos para pagar las obligaciones tributarias y mejorar la institucionalidad de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII). Otros economistas argumentan que la evasión fiscal se puede combatir con la simplificación del sistema tributario, es decir, mientras menos volátiles son las recaudaciones, más irregular es la fiscalización.
Todas estas opciones son favorables para la mejora del sistema tributario, los efectos de algunas medidas tardan más que otras, como la modernización tecnológica en los diversos aspectos que lo amerite. Sin embargo, para que estas medidas tengan el efecto deseado se necesita que los hogares, las empresas y el Estado comprendan el compromiso fiscal que le corresponde a cada uno. La falta de educación tributaria es palpable en los diferentes agentes económicos y esto afecta la eficiencia del sistema tributario dominicano.
En muchos de los hogares dominicanos, es común escuchar comentarios como “No le voy a pagar a esos ladrones”, “¿Para qué pagar impuestos, si al final no hacen nada por el país?”, entre otros comentarios similares. El dominicano crece escuchando este tipo de comentarios y esto, de una manera u otra, afecta su manera de percibir las cosas en torno a las obligaciones tributarias. Por otro lado, las instituciones académicas, especialmente primaria y secundaria, son pocas las que enseñan cuáles son las obligaciones tributarias de cada uno de los agentes económicos y porqué es necesario ser responsable con ello.
Incluso, usted querido lector, quizás se esté preguntando cuál es el efecto y qué relación tiene la educación tributaria con la evasión fiscal. En general, la educación es uno de los factores más importantes que ayuda al crecimiento de una economía, porque se relaciona directamente con el capital humano. El hecho radica en que, muchos de los dominicanos no creen que el Estado vaya a cumplir con su compromiso fiscal, y, por ende, no se sienten incentivados a pagar las obligaciones tributarias. Es decir, por más que el Estado quiera implementar las diferentes opciones de mejora en el sistema tributario, el efecto que tengan quizás no sea el esperado, porque la percepción de los agentes económicos del sistema tributario es probable que siga siendo la misma.
Si a partir de ahora se comienza a fortalecer y fomentar la educación tributaria, enseñar a cada hogar, estudiante o profesional dominicano, que conlleva pagar impuestos y cuál es la recompensa de ello, se podría reducir notoriamente la evasión fiscal. Esto no solo es un compromiso de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), no debería ser la única institución que eduque en este aspecto, los hogares y las instituciones académicas también deberían educar activamente sobre esto. Si la educación comienza donde se forman los futuros trabajadores del Estado, empresarios o ciudadanos responsables, después de un período de tiempo se comenzarán a ver resultados positivos.
Cabe destacar que esta es una medida que tomará tiempo en dar resultados, pero ayudará a crear una nación consciente de los diferentes compromisos que se deben cumplir con el Estado, y lo que el Estado debe cumplir con la nación. Crear una nación no ignorante, de paso, una nación que sea tributariamente responsable ayudará a que en un futuro se tenga a un país diferente al que tenemos hoy. De igual forma, ayudará al Estado a mejorar sus ingresos y que cada medida que tome la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), pueda tener mejores resultados, al crear una nación responsable con sus deberes.