Recientemente falleció el empresario y mecenas dominicano don José León Asensio. A los 90 años. Fue un orgullo nacional, que trascendió al luchar por una mejor nación para todo, a través de impulsar la educación, la cultura, el arte y el deporte. Dedicó sus mejores energías a crear riqueza y puestos de trabajo, en las sociedades La Aurora, el Grupo León Jimenes, la Cervecería Nacional Dominicana, Cervecería Bohemia, la Fundación Eduardo León Jimenes, el Banco Leon, el Centro Leon y la emisora Raices, entre otras.
No soy una voz cercana para hablarles sobre él, pero permítanme, ofrecerles mi humilde testimonio, porque podría servir, para comprender el modelo de clan o unidad de aquella familia, que tuve la dicha y el privilegio de captar. A finales de los 60, siendo yo un adolescente, trabajaba como mensajero y cobrador en un negocio familiar que transportaba en camiones y guaguas a Nagua, Sánchez y Samaná, pasajeros, cigarrillos, alcohol, medicinas, y de allá, traía víveres, cocos, huevos, por una carretera en construcción, que pocos transitaban. En esas tareas iba frecuentemente a la casa -oficina que alojaba la empresa tabacalera La Aurora, en la calle Restauración, cerca de la Sabana Larga en Santiago; y cuando uno entraba veía a los hermanos Eduardo, Fernando, Guillermo y José León Asenso a quienes les cobraba fletes por transportar cigarros y cigarrillos.
El señor José León, fue el séptimo hijo y el menor del matrimonio de Eduardo Leon y Maria Asensio, Su padre fundó la tabaquera La Aurora, pero partió dejándolo con 3 años; y de él aprendieron su mística de trabajo y estudio. Cuando lo traté, era el encargado de ventas y cobros, y al verme, paseaba su mirada sobre mi, la que irradiaba bondad y cariño, y me decía: "Y hoy que me trajiste el Galvancito, ¿cómo están tu papá y tu tío?" Mientras recibía las facturas, si eran por debajo de cierta suma, me las pagaba en efectivo; y por encima , él mismo me hacía un cheque. Era muy práctico y sencillo, y parece que lo fue siempre, porque siendo el patriarca de aquel poderoso grupo económico y social, a menudo despachaba desde la recepción en sus oficinas en Santo Domingo.
Cuando iba los veía, los cuatro laboraban en el mismo pequeño espacio, y hablaban con entusiasmo delante de los visitantes de la asociarse con Philip Morris internacional, la mayor empresa tabacalera del mundo, productora de la famosa marca de cigarrillo Marboro; que influyo en el progreso de este grupo empresarial.
La exitosa y productiva vida de don José León, posiblemente, se debió a la convergencia de varios factores, entre ellos, a la adecuada dotación genética; la unidad familiar; los estudios realizados, -fue el primer dominicano en cursar el bachillerato y graduarse de Licenciado en Administración de Empresas con especialidad en mercadeo en Estados Unidos-; su disciplina y capacidad de trabajo; su proverbial humildad y trato justo a los demás; sin distinguir, si eran ricos o pobres; conservadores o radicales comunistas. Paz al alma noble de don José León, un empresario con dotes de filántropo.