En las jurisdicciones con un mercado de valores desarrollado se suele utilizar la figura del stock option plan para incentivar a los ejecutivos de una empresa a maximizar el valor de esta, y, por tanto, de los accionistas.
El uso de esta figura incluye la posibilidad de transferir acciones de la empresa a favor del beneficiario del stock option plan.
No obstante, en dichas jurisdicciones por igual se utilizan otros mecanismos de compensación que pueden cumplir con el objetivo de incentivar a los ejecutivos, sin necesariamente otorgar la titularidad de acciones a terceros, dependiendo de la finalidad de la empresa al implementar un esquema de incentivos.
Dentro de estos tipos de mecanismos podemos encontrar la implementación de la figura del phantom stock plan. Antes de analizar el efecto de esta figura, debemos referirnos a los aspectos que pudieran motivar su uso, específicamente, aquellos que pudieran disuadir a una empresa de tomar la decisión de colocar acciones en oferta pública.
Dentro de algunos factores que pudieran disuadir a una empresa de tomar la decisión de colocar acciones en oferta pública podemos mencionar, entre otros, los siguientes: (i) la empresa incrementaría sus costos en virtud de la preparación de documentos financieros, auditorías, modificación de estructura de gobierno corporativo, entre otros, con la finalidad de adecuarse a la regulación del mercado de valores; (ii) no existe la intención de otorgar participación accionaria a terceros, con énfasis en los derechos de acceso a la información, a ejercer al voto, entre otros que se pudieran desprender de la titularidad de acciones; y (iii) debido a la naturaleza de la estructura corporativa de una determinada empresa o a la naturaleza de las actividades económicas que ejerce, sencillamente pudiese no existir ningún incentivo en levantar capital en el mercado de valores o en colocar sus acciones en oferta pública, optando por permanecer con su naturaleza privada (closely held).
Ante esta realidad, debemos afirmar que las empresas que colocan acciones en oferta pública cuentan con una ventaja competitiva al utilizar la figura del stock option plan para incentivar a sus ejecutivos, en comparación con empresas privadas, en vista de que una gran parte de los aspectos que pudieran disuadir a una empresa privada de utilizar la figura del stock option plan, tales como otorgar participación accionaria a terceros, compartir información sensible, entre otros, pudieran verse neutralizados debido a la naturaleza pública de este tipo de empresas (ver el siguiente artículo para abundar más respecto de esta afirmación: https://acento.com.do/opinion/el-stock-option-plan-como-mecanismo-de-compensacion-en-la-republica-dominicana-9238283.html). Partiendo de esta premisa, surge la siguiente pregunta: ¿Qué tipo de mecanismo pudiera utilizar una empresa de naturaleza privada para incentivar la captación o retención de sus ejecutivos a corto, mediano y largo plazo, buscando neutralizar la ventaja competitiva que pueden tener las empresas que colocan acciones en oferta pública de utilizar la figura del stock option plan con mayor facilidad? Para los fines de este artículo, la respuesta es el phantom stock plan.
A nivel general, el phantom stock plan consiste en que la sociedad otorga a un determinado empleado la opción de adquirir acciones fantasmas (phantom stock) a un precio predeterminado (usualmente inferior al precio de la acción de la empresa proyectado en el futuro), sujeto a distintas condiciones que se ven relacionadas al desempeño exitoso de la empresa. El phantom stock plan persigue la misma finalidad que un stock option plan en cuanto a la alineación de incentivos. Siempre y cuando los ejecutivos (management) persigan los objetivos de la empresa, maximizando el valor de los accionistas (shareholders), tendrán la posibilidad de verse beneficiados por dicho plan. La particularidad del phantom stock plan es que el activo pactado entre el empleador y el empleado no es la acción de la empresa, sino una ficción jurídica denominada phantom stock creada para que el ejecutivo pueda beneficiarse de los derechos económicos que se desprenden de las acciones de la empresa, sin ostentar la titularidad de las mismas.
Bajo esta estructura, el activo subyacente del phantom stock serían las acciones de la empresa, y en el momento en que se cumplan las condiciones y se ejecute la opción pactada en el phantom stock plan, el beneficiario estaría recibiendo un pago relacionado al precio de dichas acciones, en lugar de la titularidad de estas. Dicho pago puede ser efectuado tomando en consideración el precio de la acción al momento de la ejecución del plan, o la diferencia entre el precio de la acción y el valor pactado para el phantom stock al momento de la estructuración del plan. Si bien existen distintas formas de estructurar un phantom stock plan, la finalidad de incentivar a los ejecutivos es la misma que un stock option plan, con el elemento diferenciador de que las empresas privadas pueden preservar la titularidad de las acciones (al igual que los derechos de acceso a la información, a ejercer el voto, entre otros que se desprenden de la titularidad) mientras ofrecen los beneficios económicos que se desprenden de estas.
En conclusión, en un mercado en vías de desarrollo en el que contar con un equipo ejecutivo para alinear estrategias a corto, mediano y largo plazo es cada vez más importante, la figura del phantom stock plan puede servir como un mecanismo que permita a aquellas empresas que no estén incentivadas a colocar sus acciones en oferta pública a retener o captar talentos para su equipo ejecutivo, neutralizando la ventaja competitiva que puedan tener las empresas que sí colocan acciones en oferta pública de utilizar la figura del stock option plan con mayor frecuencia para retener o captar talentos en su equipo ejecutivo.