El viernes 27 de octubre 2013 nos dimos cita unas 175 personas, o quizás más, en Santiago, llenamos la Sala Julio Alberto Hernández del Gran Teatro del Cibao para ver la obra de teatro “El Panfleto”.
Lloramos, reímos… Un gran logro del dramaturgo y director Edward Morgan.
En la octavilla que se nos estregó en la entrada y en sus propias expresiones, al final de la noche, se narra que Edward Morgan quedó impactado por la historia de Los Panfleteros, la historia dominicana en general, y sobre todo por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
Los Planfleteros son descritos por Hamlet Germán en un acto en su honor en el año 2007 en el Ateneo Amantes de la Luz describiendo que
“Desde mediados de la década de los años 1950, un adolescente llamado Wenceslao Guillén, apodado Wen inició un apostolado para crear conciencia ciudadana sobre las perversidades y crímenes de la tiranía de Rafael Trujillo. Los barrios y las escuelas de la Ciudad Corazón fueron los semilleros en los que «Wen» sembró coraje para enfrentar uno de los peores regímenes que la humanidad haya podido conocer. Esta siembra empezó a cosechar fuerzas cuando aglutinaron la Unión de Grupos Revolucionarios Independientes (UGRI) cuyo propósito fundamental sería el derrocamiento de Trujillo.”
https://hoy.com.do/los-panfleteros-de-santiago/
El contenido del volante octavilla era sencillo. Por el anverso decía:
«¡Viva la Revolución! ¡Abajo el tirano! ¡Libertad o Muerte! (UGRI)».
Y por el reverso decía:
«Con perdón de la expresión, Trujillo es un mierda.»
En la investigación histórica y en la obra que hizo Edward Morgan se hace constar el apoyo del historiador Darío Nicomedes. El cual aclaró en un artículo en Acento que el panfleto no decía Trujillo es una mierda, sino “Trujillo es un mierda”
https://acento.com.do/opinion/falsedades-en-torno-a-los-panfleteros-de-santiago-9114192.html
El volante fue “preparado por Wenceslao Marcial Guillén Gómez (Wen), Manuel Armando Bueno Pérez y Epifanio Homero Herrera Velázquez, fundadores de “Unión de Grupos Revolucionarios Independientes, UGRI”, para ser repartidos clandestinamente en la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana. En esta actividad no participó, el también fundador, José Rafael Fermín, (Fello).”
Negro Veras, Ramón Antonio Veras, es uno de los sobrevivientes de la organización.
“La confección se realizó en un hoyo debajo del piso de madera de la casa No. 34 de la calle General Valverde, donde vivía Wen y con los materiales que ellos consiguieron”. (calle Pantalón).
En su discurso de reconocimiento Hamlet German indicó: “Esos volantes fueron distribuidos en el entonces aldeano Santiago entre las 8 y las 9 de la noche del día de Reyes, martes 5 de enero de 1960. Días después, los esbirros de la tiranía empezaron a apresar decenas de adolescentes santiagueros y, en interminables sesiones, a fuerza de picanas, sillas eléctricas y cuantas barbaridades imaginaron, masacraron hasta la muerte a 27 de estos niños en la noche del viernes 29 de enero de 1960” Ibíd.
Se habla de que la organización llegó a aglutinar a más de 50 jovencitos, adolescentes, niños de 14, 15, 16 años… Y la difusión del volante llegó hasta la Provincia Valverde.
Sobre los méritos de la obra teatral de Edward Morgan que sentí y percibí, comentaremos en otro artículo. Pero que tuvo el ingenio de hacernos reír y llorar, sentir integridad, dignidad, admiración por los Panfleteros; es una gran verdad. La octavilla distribuida en la entrada de la sala Julio Alberto Hernández tiene en la parte de atrás la frase de Minerva Mirabal: “Si me matan, yo sacaré mis brazos de la tumba y seré más fuerte”.
En término de igualdad y equidad de género la puesta en escena contó con dos mujeres fundamentales: la ama de casa, prima de uno de los protagonistas, “doña Josefa, o Josefina” y Solís, (la más radical políticamente) y la novia de uno de los Panfleteros, Jorge. El personaje Jorge fue puesto en escena por un sobrino político, Patricio Jiménez Llaverías, hijo de Denisse Llaverías Cohén del grupo de teatro Coturno.
¡Cuánto desearía ver la obra varias veces!
Felicitaciones y agradecimiento a Edward Morgan y el equipo Coturno Teatro, y demás. Seguimos luego.
Hasta ahorita.