A finales de mayo del año en curso, el escritor e investigador dominico-cubano Eliades Acosta Matos me solicitó amablemente que le presentara la nueva producción suya, esta compilación de documentos extraídos del archivo personal del profesor Juan Bosch. No pude negármele, aunque a veces me he negado a presentar libros de otros, y lo tomé como un honor y también como un reto y un compromiso porque, para uno como presentador, toda presentación de un libro –sea de escritor amigo o no- es siempre un compromiso. Y uno debe tratar de estar a la altura de las circunstancias –en este caso, a la altura de la presentación.

Para mí fue algo incómodo porque él me hizo llegar el libro en versión electrónica y yo no soy dado a la lectura digital, no me gusta leer en pantalla, y lo más que leo en el diario electrónico “Acento”, donde colaboro regularmente, son no más de cinco a seis párrafos. Sin embargo, la lectura de este libro de 354 páginas y siete capítulos muy interesantes, todos interconectados en una misma línea de pensamiento y llevados por un mismo hilo conductor, se convirtió en una labor, si bien ardua, también placentera.

Apenas hoy recibo el libro en físico, impreso. A la entrada de este auditorio, cuando llegué, recibí el libro, con una portada bellísima, un retrato del profesor Juan Bosch hecho por Osvaldo Guayasamín. Creo que este es el primer libro digital que me leo entero en mi vida. Definitivamente no me caso con esta época.

Pero la lectura ha sido amena y ligera, la he disfrutado y he ido leyendo con fruición una documentación tras otra, una y otra y otra carta de este archivo cuyo compilador ha seleccionado con mucho tino y tacto, con sentido de lo que en el campo de la archivística se llama gestión documental, seleccionando algunos documentos pertinentes, excluyendo otros (hay muchas páginas del archivo que no fueron incluidas en este volumen, que sí incluye documentos que revelan informaciones y datos inéditos hasta ahora, y facetas poco conocidas del autor), y solo dejando lo que considera lo esencial, en una tarea, diría, de curaduría. La selección y compilación es, en verdad, un acto de curaduría editorial y literaria.

Esta obra editada por la Fundación Juan Bosch que hoy tengo el honor de presentar en este auditorio uasdiano, El mundo literario de Juan Bosch (2024)[1], es una compilación de documentos relativos a su obra literaria y a su recepción entre sus contemporáneos. Debo decir que es una documentación pertinente y valiosa sobre su vida y su obra, no sólo la literaria, sino toda su producción textual -esto es, no sólo los libros de ficción, la literatura ficcional, sino toda la literatura, pues el ensayo literario, el ensayo cultural, el ensayo sociológico y el ensayo político bien pueden ser considerados hoy en sentido amplio como géneros literarios. Pertinente porque pone a disposición del público documentos inéditos sobre una de las mayores figuras de nuestra historia reciente. Valiosa porque nos da a conocer mejor a Bosch en su humanidad cotidiana.

Bosch es una de las figuras estelares en la historia dominicana del siglo veinte por muchas razones. Fue un hombre que atravesó todo su siglo. Nació a principios del siglo pasado y falleció a principios de este nuevo siglo que vivimos. Su figura no sólo incidió poderosamente en nuestra historia política y social, en la cultura y la literatura, sino que también tuvo una presencia latinoamericana y continental, una verdadera proyección internacional.

Acosta Matos pone en nuestras manos la correspondencia privada de un hombre público, la vida del escritor-pensador que fue Bosch. La compilación ha supuesto un trabajo arduo de investigación –de búsqueda, lectura, revisión, selección, clasificación-, una tarea de meses de laboriosa gestión documental.

El esquema del libro está compuesto por siete capítulos que se refieren a distintos aspectos del tema de investigación, internamente vinculados entre sí: abarcan desde la dimensión social de la literatura de Bosch (que no se la puede entender sólo desde lo estético, para el mero disfrute estético, sin ese otro vínculo con la sociedad, el presente y la historia) hasta la recepción y trascendencia de su obra literaria, precedida por los estudios académicos sobre ella, pasando por las propuestas y solicitudes, el trabajo editorial, los derechos de autor y las traducciones, las relaciones con otros escritores nacionales y extranjeros y las colaboraciones con escritores más jóvenes.

Juan-Bosch
Juan Bosch

Bosch fue señor de la palabra y la acción, y encarna el arquetipo del escritor comprometido con su tiempo y no solo con el lenguaje (ciertamente no fue un escritor esteticista, sino un escritor social y político: de ahí la dicotomía entre el escritor y el ser social, y cuál de los dos predomina). El Bosch que aparece en las páginas de esta compilación es una figura poliédrica: el Bosch escritor, el Bosch intelectual, el Bosch político. El Bosch narrador es también el Bosch pensador. El Bosch que piensa la sociedad dominicana, pero también la sociedad y la historia latinoamericana, que piensa el mundo, la Guerra Fría, todo lo que nos rodea; que piensa, en fin, la realidad, el presente con todas sus contingencias y sus contradicciones. El común denominador a todos ellos es aquel hombre que trajo a la vida el don de transmitir ideas y emociones mediante la palabra. Y esas ideas y emociones transmitidas mediante la palabra se traducen en escritura, en ficción, en reflexión, abarcando distintos géneros: el cuento, la novela, el ensayo, la biografía.

Al leer con interés y atención estas cartas compiladas por Acosta Matos redescubro al Bosch que viajó v vivió largos años de exilio en muchos países -Puerto Rico, Cuba, Venezuela, España, Francia; al Bosch de vida trashumante, de espíritu cosmopolita, de metódica rutina de trabajo que paseó su ser y su intelecto por tantas ciudades y capitales del mundo; al Bosch que, una vez abandonó definitivamente la literatura para consagrarse por entero a la política, en los años sesenta, no dejó de leer, ni de escribir, ni de investigar, ni de producir; al Bosch que, sin importar donde se encontrara o el azar le colocara, no dejaba de pensar la realidad y la sociedad de su época, el mundo que le tocó en suerte, el destino de su patria y de la humanidad. 

[1] Ediciones Fundación Juan Bosch, Santo Domingo, 2024.