Encarnar en un cuerpo, sobrevivir, vivir, afrontar la diversidad de estadios de la vida, continuar viviendo sus recorridos, con optimismo, con el duelo, con la resiliencia… etcétera, es estar montado en una montaña rusa.

No obstante; la vida para mí, es naturalidad, es esa montaña rusa que recorro con optimismo; es un compartir con el duelo y con la resiliencia, un mundo de contradicciones.

Así siento la vida.

Uno de mis mayores agradecimientos a la vida que me ha tocado vivir es haber sido dotada de las cualidades de:

1) Naturalidad, sencillez.

2) Aceptación de todos los aspectos de la vida (la ausencia de los seres queridos o lejanos, la naturaleza, las catástrofes naturales, el sol, la luna, las aves, la pobreza, el abandono, las limitaciones cognitivas, la depresión, los estados mentales emocionales diversos, etcétera).

3) Suavidad.

4) Empatía y el servicio ante cualquier acontecimiento y personas de esta tierra.

5) La curiosidad y la pasión por conocer.

6) La ausencia de espíritu competitivo. Parece que me es natural la visión de Stephen Covey, de vivir con los demás en una situación de querer “ganar-ganar”. (Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas).

DUELO Y RESILIENCIA

Un martes 19 de septiembre del año 2017 falleció Peng Sien Rafael Sang Ben mi compañero y amante de los sectores más vulnerabilizados de RD así como de la institucionalidad democrática y municipalista. Disponible en: https://acento.com.do/sociales/muere-peng-sien-sang-ben-8493422.html . Recordar todo lo que sufrió por su enfermedad antes de fallecer es una herida permanente.

Luego un 24 de enero del año 2022 fallece mi hijo Carlos Sujou Sang Mata. Una vida de dificultades y de actitudes titánicas para sobrevivir con dignidad y entereza ante limitaciones de salud por tener un cerebro diferente desde los 17 años hasta los 42 años, cuando falleció. Por eso el tema de los cerebros diferentes me toca de cerca y el que la ciencia y los servicios avancen en el mundo y en RD sobre este tema es un leitmotiv importante en nuestras vidas, en la mía, en la de mi hija Ada Kueilan, en la de los familiares, amistades, y compañeros de esfuerzos por mejorar diferentes aspectos de los humanos y del planeta.

Me he ido haciendo consciente de que ese vivir en medio de contradicciones, entre duelo y resiliencia es motivo de admiración; así me lo han expresado diversas personas, en oportunidades en que las reflexiones y el compartir sentimientos, han sido profundos.

Últimamente, el 19 de julio 2023, fui invitada a un conversatorio sobre Duelo y Resiliencia, en Santiago, en la biblioteca del Ateneo Amantes de la Luz, por el Programa Supérate de la Presidencia de la República Dominicana, en su capítulo de apoyo a familiares acogedores de niños/as, adolescentes huérfanos y familiares con vínculos cercanos a víctimas de feminicidios. Compartí con la colega Trabajadora Social Nilda Silverio y con la querida Violeta Quezada, amiga y compañera de grupos feministas;  con un público más amplio del programa Supérate, y con familiares, amistades, de víctimas de feminicidios.

Sentí armonía, reconocimiento, al saber que el gobierno dominicano quiere profundizar sobre dar seguimiento a las personas afectadas por las secuelas de los feminicidios.

En otro artículo voy a compartir sobre los contenidos expresados en ese encuentro. Me he ido haciendo consciente de la necesidad de poner en blanco y negro el mundo de emociones, actitudes, ejercicios cognitivos, espirituales, emocionales, para sobrellevar las pérdidas y la integración activa ante el mundo que continúa a pesar de las ausencias físicas, corporales, de nuestros seres queridos.