Con respecto al retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París, al que se llegó en el año 2015 y que se denominó Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en su artículo 2 establecía como meta reducir en 1.5 grados Celsius la temperatura, con respecto a los niveles preindustriales, y de esa forma impactar en la reducción de los riesgos y efectos del cambio climático; además de influir en el desarrollo sostenible y en los esfuerzos por erradicar la pobreza.
Esta actitud se produce en un escenario en el que Estados Unidos, junto a China y la India, son los mayores emisores de CO2, provenientes de combustibles fósiles (para el año 2022, China producía el 32%, Estados Unidos el 14% y la India el 7% de emisión de gases), gases que son los mayores responsables del efecto invernadero y que más contribuyen al calentamiento global, con sus consecuencias en términos de tormentas, inundaciones y sequías cada vez más destructivas, que se traducen en pérdidas de cientos de miles de vidas en el mundo y en la producción de bienes.
Esta política economicista y a la vez interesada del gobierno de Trump, que por un lado busca no sentirse atado a los acuerdos en lo que respecta a las metas del Acuerdo de París sobre la reducción de las causas que provocan los gases de efecto invernadero, por otro lado responde al interés de grupos de empresarios vinculados a la campaña del presidente y con inversiones en el negocio del petróleo, que precisamente el acuerdo promueve que se reduzca el uso de combustibles fósiles, como principales causas de los gases que influyen de forma determinante en el calentamiento global, para ir pasando al uso de energías alternativas, con lo que se reducen los gases que producen el efecto invernadero.
Con relación al retiro de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esa institución se nutre en términos de recursos de los aportes de los estados miembros, ya sea como cuotas fijas o contribuciones voluntarias, lo que le permite desarrollar programas de prevención de la salud en el mundo y ayudar a los países ante el brote de epidemias.
En el año 2022, el mayor aporte a la OMS provino de Estados Unidos por un valor de US$1,284 millones del Estado y US$830 millones de la Bill y Melinda Gates Foundation, seguido de Alemania con US$856 millones. Esto evidencia que el retiro de Estados Unidos de esta organización va a repercutir de forma importante en los programas sanitarios de la misma.
Las acciones de políticas públicas que ha comenzado a ejecutar el gobierno de Trump representan una fiel manifestación de lo que se ha denominado capitalismo salvaje, en el que se busca el beneficio de una élite de multimillonarios norteamericanos, incluyendo al mismo presidente, a costa de la salud y el bienestar de miles de millones de habitantes del globo terráqueo.
del territorio norteamericano, que son afectados en su vida y propiedades por la furia de los fenómenos naturales y las deficiencias del sistema de salud y los males de la economía familiar. El aumento de los aranceles a las importaciones, inevitablemente, encarecerán los bienes que consumen los estadounidenses.