Como un triunfo para la aquellas hoy minorías, con su cultura en peligro de extinción, Naciones Unidas declaró como el Decenio Internacional de Lenguas Indígenas del 2022-2032. Se busca garantizar que sean preservadas las lenguas maternas, en tiempos cuando ser inmigrante se considera casi un crimen.
La declaración tuvo el aval de la Organización de las Naciones Unidas para La Educación, la Ciencia y la Cultura. (Unesco). El documento, se ejecutó bajo la resolución A/RES/74/135 por parte de la organización, que busca frenar la desaparición de lenguas nativas. Un ejemplo de esto es que cada año en América Latina, están desapareciendo las lenguas de unos 522 pueblos indígena. Como consecuencia, en parte, del proceso migratorio, así como la no existencia de políticas educativas que ayuden a estos grupos minoritarios a defender su cultura.
Es bueno señala que la preservación de dichas lenguas, por medio a la referida resolución, es un verdadero paso de avance en momentos donde el impacto migratorio a nivel global se sitúa en su punto más alto.
Corroborado por los datos del Instituto de Política Migratoria, “desde el 2010, América Latina y el Caribe han experimentado el mayor flujo migratorio. El número de migrantes que viven en la región casi se ha duplicado, pasando de 8.3 millones en 2010 a 16.3 millones en 2022. Y como parte de un esfuerzo conjunto, el 21 de febrero de cada año, se conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna y dicha declaratoria actualmente, intenta sumarse a este reconocimiento anual.
Al detener la progresiva desaparición de lo que representan la identidad de etnias. Parte de la problemática, está en que muchos de esos grupos, cuando emigran, se ven obligados a adoptar el español o la lengua del país que los recibe; por la presión cultural ejercida.
Es por eso, que declaratoria busca primeramente crear un marco regulatorio sostenido amparado por un órgano internación de peso como La UNESCO.
Segundo, trazar una agenda conjunta de las naciones impactadas por el fenómeno, tercero, ajustar las políticas de los gobiernos locales a la creación de un movimiento de conciencia nacional, no que intente frenar la ola migratoria; pero sí, la desaparición de dichas lenguas.
Existen aspectos de inmediata eficacia que pueden ayudar firmemente a esta declaración, como lo es el llevar el mensaje por medio de las redes sociales, para que están sean el motor propulsor de un estado de conciencia global, enseñándoles a las nuevas generación la, importancia de preservar su legado y su cultura. Solicitar a la Unesco, por medio de las respectivas embajadas, que se designen interpretes en dichas lenguas, para asistir cuando se requiera. Diseñar un plan conjunto hacia la construcción de la eliminación del sesgo lingüístico y así eliminar los estereotipos sociales que encierra dicho aspecto.
La resolución A/RES/74/135 de La Unesco busca apoyar a esos grupos minoritarios con la erradicación de toda política que contraria a la preservación de la lengua de estas poblaciones en desventaja. Enhorabuena y a la espera de que se legisle para educar, promover, alentar y poner en práctica.