En las últimas tres décadas, la República Dominicana ha realizado esfuerzos significativos y ha invertido importantes recursos en la mejora de su sistema educativo. Sin embargo, los resultados obtenidos hasta el momento en términos de aprendizajes y calidad educativa han dejado mucho que desear, según revelan evaluaciones nacionales e internacionales. Este escenario resalta la necesidad de adoptar un enfoque diferente, uno que garantice que las políticas educativas estén respaldadas por evidencia científica y se ajusten continuamente a las realidades de la sociedad. Es en este contexto que la creación de un ecosistema de investigación educativa cobra una relevancia fundamental para el país.
La creación de un ecosistema de investigación educativa en la República Dominicana no es solo una opción, sino una necesidad urgente para fortalecer la formulación, ejecución y evaluación de las políticas públicas en educación. El actual enfoque, caracterizado por la falta de continuidad y escasa evaluación de impacto, ha impedido que los esfuerzos e inversiones alcancen su máximo potencial.
Un ecosistema de investigación educativa es un sistema integral que promueve la sinergia entre la generación de datos precisos, confiables y accesibles, la investigación interdisciplinaria y aplicada, y la utilización de la evidencia resultante para orientar las políticas públicas. Este enfoque garantiza que las decisiones en el ámbito educativo se fundamenten en información rigurosa y actualizada, lo que a su vez incrementa la eficacia y sostenibilidad de las intervenciones educativas.
Para que este ecosistema sea eficaz, debe estar compuesto, por lo menos, por los siguientes elementos esenciales:
- Marco Institucional Autónomo y Sostenible : La investigación educativa debe ser promovida desde una estructura institucional robusta y autónoma que cuente con la participación activa de universidades y centros de investigación, pero también con la autonomía suficiente para operar sin interferencias políticas. Un órgano descentralizado que coordine y apoye la investigación educativa, vinculado al Ministerio de Educación (MINERD) y al Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT), sería fundamental para asegurar la continuidad y relevancia de las investigaciones.
- Financiamiento Continuo: La investigación educativa requiere inversiones constantes y planificadas. Para asegurar la continuidad de los proyectos de investigación, es fundamental establecer un sistema de financiamiento público y privado que incluya fondos dedicados a la investigación educativa. La colaboración público-privada y el apoyo de organismos internacionales pueden jugar un papel crucial en este aspecto.
- Generación, transparencia y Acceso sin restricciones a Datos : Es imprescindible la creación de un sistema nacional de recolección y gestión de datos educativos que permita acceder a información detallada sobre los diferentes aspectos del sistema educativo dominicanio, en todos sus niveles y modalidades. Este sistema debe gestionarse con total transparencia y estar accesible tanto para la comunidad investigadora nacional como internacional. Además, es fundamental establecer políticas que aseguren que la información generada con fondos públicos, o en colaboración con entidades privadas y organismos nacionales e internacionales, esté disponible sin restricciones ni censura para los investigadores, lo que contribuirá al fortalecimiento de la rendición de cuentas y a una mejor toma de decisiones.
- Repositorio Nacional de Bases de Datos Educativos: Para facilitar el acceso a la información, se propone la creación de un repositorio nacional que consolide toda la información generada o financiada por el sector público. Este repositorio debe ser de acceso abierto, anónimo y protegido, y debe incluir datos recolectados por el MINERD, MESCYT, universidades y otros centros de investigación. Un repositorio de este tipo fomentaría la investigación educativa, fortalecería la rendición de cuentas y facilitaría el monitoreo constante de las políticas públicas.
- Colaboración Interdisciplinaria e Internacional: Para enriquecer la investigación educativa, es importante promover la colaboración entre investigadores locales e internacionales y entre disciplinas como la pedagogía, la sociología, la psicología y la economía. Esta colaboración permitiría un análisis más profundo y holístico de los problemas educativos del país.
- Capacitación Continua de Investigadores y Formuladores de Políticas: Para que el ecosistema de investigación sea eficaz, tanto los investigadores como los formuladores de políticas necesitan formación continua en las últimas metodologías de investigación y evaluación educativa. Esta capacitación asegurará que los estudios producidos y las políticas implementadas estén alineados con las mejores prácticas internacionales.
- Difusión y Uso de los Resultados de Investigación: El ecosistema debe incluir mecanismos de difusión efectiva de los resultados de las investigaciones, no solo para la comunidad académica, sino también para el público en general y los responsables de formular políticas. Los resultados deben estar disponibles en plataformas accesibles y fáciles de comprender para que puedan ser utilizados como herramientas de apoyo en la toma de decisiones.
El Ministerio de Educación (MINERD) y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCYT) tienen un papel central en la creación y sostenibilidad de este ecosistema. El MINERD debe liderar la recolección y centralización de los datos educativos del sistema de educación preuniversitaria, asegurando que estos sean accesibles y de alta calidad. Del mismo modo, el MESCYT tiene la responsabilidad de liderar la recolección de datos en el subsistema de educación superior, garantizando que la información sobre el desempeño de las universidades, la calidad académica y los resultados de investigación sean igualmente accesibles y confiables.
El MESCYT, por su parte, debe garantizar que las universidades y centros de investigación cuenten con el apoyo institucional y financiero necesario para llevar a cabo investigaciones de calidad. También debe fomentar la colaboración entre universidades, tanto a nivel nacional como internacional, y promover la formación continua de investigadores en metodologías avanzadas de investigación educativa.
Las universidades y centros de investigación deben jugar un papel protagónico en la generación de conocimiento y en la evaluación de políticas. Su independencia y capacidad para generar investigaciones rigurosas deben ser el motor de este ecosistema, y su colaboración con el sector público debe estar enfocada en generar evidencia sólida que guíe la toma de decisiones en el sector educativo.
La revisión del Pacto Nacional para la Reforma Educativa de 2014 brinda una oportunidad única para reestructurar y fortalecer el sistema educativo dominicano. En este contexto, la creación de un ecosistema de investigación educativa se presenta como una herramienta indispensable para asegurar que las reformas y políticas que se implementen estén respaldadas por evidencia científica y sean efectivas a largo plazo.
La implementación de este ecosistema no solo elevaría la calidad del aprendizaje en el país, sino que también empoderaría a los responsables de la formulación de políticas para evaluar y adaptar sus intervenciones de forma ágil y fundamentada en datos. En un escenario global marcado por desafíos educativos, económicos y sociales, la República Dominicana tiene la oportunidad de destacarse con un sistema educativo sólido y orientado por la investigación.
Este ecosistema de investigación educativa es fundamental para impulsar una transformación profunda en el sistema educativo nacional. Un enfoque basado en evidencia científica y en la colaboración interinstitucional asegurará políticas públicas más efectivas, a la vez que fortalecerá la transparencia y fomentará una cultura de mejora continua en la educación. El momento propicio para impulsar este cambio estructural es ahora, y la colaboración entre el MINERD, MESCYT, las universidades y los centros de investigación será determinante para alcanzar el éxito.
El autor es el director del Centro de Investigación en Educación y Desarrollo Humano (CIEDHUMANO), de la PUCMM.