(* Este artículo fue escrito antes del atentado contra Donald Trump, ocurrido el sábado).
La carrera por la presidencia de Estados Unidos ha dado un importante giro luego del debate entre el primer mandatario John Biden y expresidente Donald Trump. Unos 55 millones vieron el debate, que no sorprendió al GOP ni al PD.
Por un lado, están las mismas preocupaciones experimentadas por la cúpula demócrata hace casi cuatro años: la condición de salud de Biden, sobre todo por su edad. Específicamente, por el pobre desempeño que mostraba en cada una de sus alocuciones.
Asimismo, el temor del partido de elegir a candidatos con agendas muy progresistas, como Bernie Sanders, Elizabeth Warren, o la “ausencia” de carisma de Michael Bloomberg, de Tulsi Gabbard, Amy Jean Klobuchar o Peter Buttigieg. Biden fue lo menos “peligroso”.
Por otro lado, estaba Trump, con fuertes acusaciones que versaban desde injerencia extranjera en las pasadas elecciones. Nepotismo, corrupción, falsificación, etc.
Que luego de exhaustivas investigaciones, ha sido encontrado culpable de 34 cargos. Y este primero de julio, la Suprema Corte de Justicia votó 6 contra 3, otorgándole inmunidad a Trump contra el procesamiento penal.
Ahora bien, a menos de 5 meses de las presidenciales, la incertidumbre vuelve a tomar control de los electores, después del debate, ya que está en duda la capacidad del mandatario, por sus constantes lapsus mentales.
¿Pero cuál sería el posible escenario actual? Hay señales, con un expresidente bendecido con la “imunidad contra el procesamiento penal”, por el máximo tribunal de la nación (de mayoría conservadora) casi todos elegidos por Trump.
Y no hay quien advierta que un posible segundo gobierno de Trump llevaría a EE. UU a un desastre de repercusiones inimaginables, con un gobierno poco diplomático y excesivamente populista.
¿Y si, contra viento marea, Biden obtiene un segundo mandato? Lo primero sería que el propio Biden pagará el precio de no retirarse con la dignidad de los valientes.
La vice, Kamala Harris, si le tocara asumir la presidencia ante cualquier eventualidad en la salud de Biden, tendría muchos sectores en contra: primero por ser mujer en un país machista, y por ser negra, en un país racista. El hombre estadounidense, blanco o de las demás etnias, no soportaría la idea de ver una fémina trascender a la más alta posición de la primera potencia mundial.
El hecho de elegir una figura femenina como vice, que hasta el momento se ha mantenido en la sombra de una administración que se tambalea por los constantes errores de su gobernante.
Pero mientras la incertidunbre crece, fuentes de la revista Forbes compartieron la lista de los principales donadores a la campaña de Trump, y los montos: Diana Hendrix 5,5 millones de dólares |Patrimonio neto: 20.900 millones de dólares, Linda Mcmahon, 11,1 millones de dólares | Patrimonio neto: 2.900 millones de dólares, Timothi Dunn 5 millones de dólares | Patrimonio neto: 2.200 millones de dólares por solo mencionar unos cuantos.
EE.UU camina a unas elecciones con escenario de inflación, tensiones diplomáticos por las guerras, la de Rusia-Ucrania y la de Israel contra los palestinos. EE.UU es hoy una nación dividida en todos los aspectos, con una desesperanza que aumenta entre las minorías que son golpeadas por la incertidumbre y la rabia.