Leyendo el texto de Amable Mejía titulado Brevedad, lo que él llama una mezcla de aforismo y poesía, me catapultó de inmediato en Nietzsche y en otro filósofo llamado Heráclito que escribieron en un género de lo breve, expresando una fortísima sabiduría que trasciende el tiempo. Es un texto cargado de una lucidez y cognición impecable. Tanto los filósofos mencionados, como lo presentado por Amable, llenan las palabras de sentido. En lo personal me encantan y seducen como las flores silvestres de primavera.
Delinear un género literario como éste, es sin lugar a duda una proeza de instruidos y ejercitados en la escritura. Y conociendo otros trabajos de Amable Mejía es fácil para mi entender la capacidad que tiene para juguetear con lo escritural. Este es un regalo que los neófitos no pueden ofrecer, a los buenos lectores. En esencia los aforismos ofrecen una ética, como camino oracular que se conformó en la antigüedad y que cruzó la historia hasta la frontera de la segunda guerra fría.
La comunicación atraviesa innumerables transformaciones en los espacios virtuales. En los trayectos de hoy, poco se lee y se dialoga. Los aforismos dan respuestas, a la presente generaciones que están en búsqueda de entendimiento y de inmediatez por la cortedad de la expresión y de los significantes que cargan memorias. Yo lo siento como una bolsa de sabrosos dulces que tomamos ilusionados contando una buena historia de amor y de cortejo.
Los aforismos son oraciones oportunas en estos tiempos de guerra y de indignación por la cantidad de afloramientos que están certificando: la exclusión o los lenguajes racistas que arrojan cercos, a las posturas libertarias y de bienestar colectivo.
La presencia de conocer es siempre oportuna al goce de transcender más allá de la conciencia. Los aforismos son oraciones oportunas en estos tiempos de guerra y de indignación por la cantidad de afloramientos que están certificando: la exclusión o los lenguajes racistas que arrojan cercos, a las posturas libertarias y de bienestar colectivo.
La reflexión filosófica es una orientación que ayuda al buen vivir. Este es un mundo donde la proximidad es escasa y cargadas de mentiras. Los aforismos muestran la hipocresía y la traición de los sujetos. Reflexionan sobre el amor y la melancolía. Estas son épocas violentas. Estamos llenos permanentes preocupaciones. La escritura de Amable recogen los contenidos de sonrisas. Su libro es un pequeño bolsillo de saberes.
Por ejemplo, al leer este aforismo: “cuando no hay mucho qué hacer haz que los ojos piensen en ti como un extraño”. Mi formación me ofreció de inmediato, aquellas propiedades conceptuales que tanto el psicoanálisis y la antropología enseñan desde el siglo XIX. El otro es la señal que ofrece el espejo de nuestra humanidad. Es el sentido de las manifestaciones de nuestras subjetividades, realidades místicas, o ecosistemas de metáforas que hablan de la condición íntima de los sentidos de la psiquis. El extraño, siempre será un problema ético. Lo que es igual, a una llave que abre portales prohibidos o no aceptados por la conciencia.
El texto Brevedad, nos arroja a los universales arquetípicos que nos miran desde diversos ángulos abriendo velos. Cuando leí estos aforismos entré en un diálogo con el autor y acomodé las almohadillas para saborear el café y los sentidos que despiertan las palabras.