Me retiré del mundo y entré en un silencio
público mientras algunos escogieron
ayuno y otros viajes al otro confín
del mundo. Fui a buscar el manantial
dentro del alma para reposar a su lado
con mis recuerdos del mundo exterior,
ese otro espacio donde sucedió
mi vida de aprendizaje, de trabajo,
de matrimonio. Ahora la vida
vuelve a invitarme (es siempre viva).
A pesar del acecho de la muerte
me pide que beba de nuevo.