Según nos consta, en la pasada campaña electoral, el reelecto Presidente Constitucional de la República Dominicana, Luis Rodolfo Abinader Corona prometió que, “si él era favorecido con la mayoría de los votos válidos emitidos, haría cambios profundos en la Administración Pública en su segundo mandato presidencial” (Discursos de campaña de Abinader y Raquel Peña, 2024).

En tal sentido, los dominicanos confiamos que el Presidente Abinader honre su promesa de campaña, sustituyendo a los Ministros, Vice-Ministros y Directores Generales que no han hecho nada para profundizar los cambios que él y Raquel prometieron en la pasada contienda  electoral.

Gobernar un país en vías de desarrollo como el nuestro por un segundo período presidencial, requiere de los mejores hombres y mujeres con los que cuenta el partido de gobierno, así como de aquellos/as ciudadanos/as independientes que tienen la capacidad profesional para dirigir los Ministerios, los vice-ministerios, las Direcciones Generales y las instituciones públicas descentralizadas que operan en nuestro país.

Según los datos revisados por nosotros previo a estructurar este artículo de opinión, los presidentes-candidatos que han sido reelectos para un segundo mandato presidencial en sus respectivos países, han procedido a reestructurar su Gabinete Presidencial como estrategia para reconectar y sintonizar con las aspiraciones y las expectativas de los ciudadanos.

En tal sentido, la mayoría de los dominicanos tenemos las expectativas que, Luis y Raquel procedan, entre otros, a: (1) Mejorar la calidad de la educación Inicial, Primaria y Secundaria; (2) incorporar los Servicios de Atención Primaria en Salud en todos los centros de salud públicos; (3) humanizar los servicios de salud, incluyendo una mejoría en la entrega de los medicamentos de alto costo.

Además, (4) aumentar la cobertura y la calidad de los servicios de agua potable y electricidad; (5) planificar y organizar el transporte público con criterios de sostenibilidad económica y ambiental; (6) fomentar la creación de nuevos empleos en coordinación con el sector empresarial; (7) manejar adecuadamente los desechos sólidos y las aguas servidas; (8) reforestar las áreas frágiles y proteger el medio ambiente; (9) profesionalizar los servicios predictivos y preventivos para garantizar la seguridad ciudadana.

Asimismo, (10) profundizar la persecución de los actos corruptos en la administración pública; (11) fortalecer la vigilancia en las carreteras, avenidas y autopistas para prevenir y reducir los accidentes de tránsito; (12)  atacar las raíces que generan pobreza y exclusión social; y, (13) consensuar una nueva propuesta para la Reforma Fiscal, involucrando a todos los actores claves de nuestra sociedad.

Como usted ha podido observar en los párrafos anteriores, el Presidente Luis Abinader está llamado a renovar su Gabinete Presidencial, ya que la mayoría de los funcionarios que no han sido removidos de sus puestos, consideran que ellos/as lo están haciendo bien; mientras que los ciudadanos consultados por nosotros consideran que éstos/as están haciendo más de lo mismo, sin profundizar los cambios prometidos por Luis y Raquel.

Según un selecto grupo de dominicanos consultados por nosotros, Luis y Raquel deben, entre otros: (a) Producir un cambio de estrategias para enfrentar el costo de la canasta familiar y el caos en el transporte terrestre; (b) establecer una comunicación más fluida, transparente y cercana con los ciudadanos.

Además, (c) exigir un manejo más austero y transparente de los recursos y los bienes públicos por parte de sus funcionarios; (d) abordar los conflictos sociales y comunitarios con mayor proactividad; (e) hacer menos promesas e iniciar y concluir más obras públicas; f) ser más proactivos, creativos e innovadores en las ofertas de los servicios públicos; (g) exigirles a los funcionarios públicos más profesionalidad y visibilidad de los resultados de sus respectivas gestiones al frente de las instituciones públicas y descentralizadas.

También, (h) exigirles a los funcionarios públicos una mejor planificación y coordinación de los servicios que ofrecen las instituciones públicas y descentralizadas en todo lo ancho y largo del territorio nacional; y, (i) aplicar régimen de consecuencias a los funcionarios y empleados involucrados en actos de corrupción.

En tal sentido se sabe que, los partidos y los movimientos políticos de oposición ya conocen las fortalezas y las debilidades profesionales y gerenciales de los funcionarios públicos actuales, por lo que las debilidades serán aprovechadas por éstos/as para sacar capital político en sus respectivos procesos de reorganización y visibilización política en estos próximos 365 días del presente año.

Por su parte, un Presidente que desea concluir su segundo mandato presidencial con una buena imagen y credibilidad frente a su Pueblo, debe dejarse acompañar por funcionarios capaces, leales, proactivos, transparentes, responsables, eficientes, eficaces y comprometidos con la actual gestión presidencial de Luis y Raquel.

Atrévase señor Presidente a dejar un Legado en materia de Planificación, Organización y Gestión Pública en su segundo período presidencial, tal y como lo hizo su padre José Rafael Abinader Wasaf en el campo de la Política y en el fortalecimiento de la Democracia Dominicana.

“Hay que sospechar de los ministros que no pueden hacer nada sin dinero y de aquellos que quieren hacerlo todo sólo con dinero” (Indira Gandhi).