¡Hoy nos damos de frente con el 2024! Que este acontecimiento no pase desapercibido. Hoy comienza el ayer. Hoy comienza el mañana. En esta gota del tiempo estamos convocados a provocar la vida, a despertar la vida, la vida buena. Sin quedarnos atrás. Sin miedos al porvenir.
Desde este hito existencial estamos obligados también a mirar la vida con los ojos y el corazón despiertos. A estar atentos a lo que nos rodea y ser conscientes de lo que realmente es importante para que no se nos escape el amor a la vida que a veces llega salpicado de sufrimientos nobles e innobles.
Y es que la vida es “vidas” gracias a las personas que forman el nosotros y dan lugar a nuestras propias historias, porque la vida es una gran historia formada por diferentes nudos de manos que abrazan, que bendicen y escriben su propia prez.
Y buscando silencios para vivir la vida libre de soledades impuestas que mutilan los sueños de los pueblos, como sucede en Nicaragua y de soledades resulta reverente la versión de una plegaria hebrea, de autor desconocido: “Despertar los despertares
La plegaria hebrea también nos provoca el despertar la vida cuando nos susurra:
“Y que tengas la lucidez de concentrarte y de rescatar lo más positivo de cada persona que se cruce en tu camino. Y que no te olvides de saborear la comida, detenidamente, aunque “sólo” se trate de pan y agua.
Y que encuentres algún momento durante el día, aunque sea corto y breve, para elevar tu mirada hacia lo Alto y agradecer, por el milagro de la salud, ese misterio y fantástico equilibrio interno.
Y que logres expresar el amor que sientes por tus seres queridos. Y que tus brazos, abracen. Y que tus besos, besen.
Y que los atardeceres te sorprendan, y que nunca dejen de maravillarte.
Y que llegues cansado y satisfecho al anochecer por la tarea satisfactoria realizada durante el día. Y que tu sueño sea calmo, reparador y sin sobresaltos Y que no confundas tu trabajo con tu vida, ni tampoco el valor de las cosas con su precio.
Y que no te creas más que nadie, porque, sólo los ignorantes desconocen que no somos más que polvo y ceniza.
Y que no te olvides, ni por un instante, que cada segundo de vida es un regalo, un obsequio, y que, si fuésemos realmente valientes, bailaríamos y cantaríamos de alegría al tomar conciencia de ello.
Despertemos, como un pequeñísimo homenaje al misterio de la vida que nos acoge, nos abraza y nos bendice”.
Que en el inicio del 2024 despertemos conectados con esa preciosa oración judía de Rosh Hashaná, un texto que es una manera deliciosa y reverente de desear a las personas amadas que cada uno de sus días sean plenos, enriquecedores, inolvidables y llenos de libertad y de justicia.
Que esta conexión se extienda a los pueblos hermanos de Nicaragua, Ucrania, El Salvador, Perú, Argentina, México, Ecuador y otros a los cuales se les han arrebatado sus sueños libertarios y la vivencia plena de sus derechos democráticos.
Desde nuestro país, que inspirado en los sueños de Duarte, los Trinitarios y otros grandes patriotas dieron origen a esta tierra que hoy disfruta de una democracia vigorosa y despierta, elevemos un grito solidario como comunidad mundial en apoyo a los derechos y libertades que tienen esos pueblos hermanos de “soñar y vivir en libertad” y cuyos gobiernos hoy enajenan la armonía de una democracia de esos países y la misma democracia planetaria.