Unos 600.000 niños hacinados en la ciudad de Rafah, en la Franja de Gaza, se enfrentan a "una nueva catástrofe", después de que Israel ordenara una evacuación antes de lanzar una invasión terrestre con la que amenaza desde hace tiempo, advirtió Unicef este lunes.
Los jóvenes de Gaza ya se encuentran "al borde de la supervivencia" y muchos en Rafah -donde, según la agencia, la población se ha disparado a 1,2 millones de personas, la mitad de ellos niños- ya fueron desplazados varias veces y no tienen adónde ir, destacó.
"Más de 200 días de guerra se han cobrado un precio inimaginable en las vidas de los niños", afirmó la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
"Rafah es ahora una ciudad de niños, que no tienen ningún lugar seguro al que ir en Gaza", declaró, y advirtió que una operación militar a gran escala por parte de Israel traería "caos y pánico, y en un momento en el que el estado mental y físico (de los niños) ya está debilitado".
Unicef calcula que la población de Rafah ha aumentado a casi cinco veces su cifra anterior a la guerra, de 250.000 habitantes.
Tras pedir de nuevo un alto el fuego y el acceso seguro de las organizaciones humanitarias, la agencia destacó que hay unos 78.000 bebés menores de dos años refugiados en la ciudad, junto con 175.000 niños menores de cinco años afectados por enfermedades infecciosas.
Expertos de la ONU denuncian la violencia contra mujeres y niños en Gaza
Expertos de la ONU condenaron el lunes en un comunicado la violencia "inaceptable" contra mujeres y niños en Gaza, desde el inicio de la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, incluido la violencia sexual y presuntas desapariciones forzadas.
Estos expertos, entre ellos la relatora especial de la ONU en los territorios palestinos ocupados Francesca Albanese –que tiene prohibido entrar en Israel–, están designados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pero no hablan en su nombre.
Israel emitió un comunicado en el que acusa a los expertos de "ignorar la militarización sistemática por parte de Hamás de los establecimientos de salud y de las infraestructuras civiles en la Franja de Gaza".
Israel lanzó una operación militar contra Hamás en la Franja de Gaza, tras el ataque del movimiento islamista palestino el 7 de octubre.
"Al publicar tal declaración, los firmantes intentan crear un relato alternativo, que reproduce la agenda de una organización terrorista que destruye activamente la vida de la población palestina en Gaza", indica el comunicado.
Los expertos de la ONU señalan que la destrucción masiva de viviendas en Gaza y las condiciones de vida precarias en las tiendas tienen un impacto desproporcionado en las mujeres y las niñas.
"Las mujeres embarazadas y lactantes continúan siendo tratadas de manera espantosa, con el bombardeo directo a hospitales y el rechazo deliberado de francotiradores israelíes de acceso a los centros de salud, a lo que se suma la falta de camas y recursos médicos", indican.
Alrededor de 50.000 mujeres palestinas embarazadas y 20.000 recién nacidos corren "riesgos inimaginables", afirman.
"Más de 183 mujeres dan a luz cada día sin anestesia, mientras que cientos de bebés mueren debido a la falta de electricidad para las incubadoras", añaden.
Igualmente se muestran consternados por informaciones –sin fuentes en su comunicado– sobre agresiones y violencia sexual contra mujeres y niñas, "especialmente contra aquellas detenidas por las fuerzas israelíes".
En su comunicado, Israel rechaza "categóricamente" estas acusaciones "infundadas" y afirma estar dispuesto a investigar toda acusación concreta.
Citando informes de la ONU, los relatores hablan igualmente de mujeres y niñas víctimas de desapariciones forzadas.