Los ministros de Exteriores de Rusia y Turquía, Serguéi Lavrov y Hakan Fidan, sostuvieron hoy una conversación telefónica en la que condenaron cualquier paso dirigido a socavar la seguridad de los suministros energéticos en el contexto de la guerra en Ucrania, los ataques a instalaciones energéticas de ambas partes y el cese de tránsito de gas ruso a Europa por territorio ucraniano.
"Los jefes de ambas entidades diplomáticas (…) intercambiaron opiniones sobre problemas regionales e internacionales, incluyendo la situación en Ucrania. Se dedicó especial atención a la necesidad de evitar acciones dirigidas a crear riesgos parra garantizar la seguridad energética", afirmó Exteriores en un comunicado publicado en su portal oficial.
Ucrania detuvo el pasado 1 de enero, a las 05.00 GMT, el transporte de gas natural ruso a través de su territorio, según informó el operador gasístico ucraniano y confirmó el gigante gasístico ruso Gazprom, un paso que ha generado tensiones entre Kiev y algunos de los países a los que iban dirigidos estos suministros, en particular Eslovaquia.
Según la diplomacia rusa, los ministros de Rusia y Turquía también debatieron los próximos pasos dirigidos a apoyar la solución del conflicto en Siria "por medio del diálogo nacional inclusivo con la participación de todas las fuerzas políticas y etnoconfesionales" de la nación árabe y "todas las fuerzas externas capaces de apoyar la búsqueda de los correspondientes acuerdos".
Tanto Rusia como Turquía jugaron un papel de gran importancia en el conflicto sirio durante los últimos años: ambos países enviaron contingentes militares a la nación árabe y fueron garantes, junto a Irán, del alto al fuego en Siria en el marco del proceso de paz de Astaná.
Moscú apoyó al régimen del presidente Bachar al Asad hasta su derrocamiento a principios de diciembre, mientras que Turquía apoyó a parte de la oposición armada y combatió contra las fuerzas kurdas que radican en territorio sirio.efe