El abanderado de la oposición mayoritaria en las presidenciales del pasado domingo en Venezuela, Edmundo González Urrutia, llamó este viernes a responder con "esperanza, concordia y paz" a las "arremetidas del régimen", en referencia al Gobierno de Nicolás Maduro, que acusa a este sector del antichavismo de planes para "desestabilizar" al país y de preparar un "atentado".
"Desde lo más profundo de mi ser, les invito a que nuestra respuesta a las arremetidas del régimen sean la esperanza, la concordia y la paz", dijo en un video publicado en su cuenta de Instagram.
El exembajador, quien asegura haber ganado los comicios, pese a que el ente electoral declaró la victoria de Nicolás Maduro, sostuvo en su mensaje que, en estos "momentos muy complicados", se debe "tener serenidad para responder a esos ataques con la firmeza y la esperanza de un futuro mejor".
González Urrutia compartió este video en la víspera de una protesta nacional convocada por su principal valedora, la exdiputada María Corina Machado, en rechazo al resultado oficial de las elecciones y para respaldar la "victoria" que la oposición mayoritaria da a su abanderado.
Previamente, el opositor, a través de un comunicado, reiteró que el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene el deber de "garantizar la transparencia y confiabilidad" de sus procesos, por lo que espera que "cumpla la obligación constitucional y legal de publicar las actas de escrutinio, la totalización y las auditorías".
Según el segundo boletín anunciado este viernes por el CNE, Maduro fue reelegido para un tercer sexenio consecutivo en el poder con el 51,95 % de los votos, frente al 43,18 % de apoyos obtenidos por González Urrutia, con el 96,87 % de las actas escrutadas, que hasta la fecha la institución no ha publicado.
Pese a este resultado, González Urrutia continúa sumando apoyo internacional, luego de que EE.UU., Argentina, Uruguay, Ecuador, Perú, Panamá y Costa Rica lo reconocieran como el ganador de los comicios.
El Centro Carter, que participó como observador, manifestó este martes que el proceso "no se adecuó" a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que "no puede ser considerada como una elección democrática", tanto por el manejo de la campaña electoral, como por la jornada de las votaciones y el día posterior.