Un problema añadido a otros que venía arrastrando en las últimas semanas desde su desastroso desempeño en el debate contra Trump de finales de junio. En él se trabó al hablar, quedó varias veces boquiabierto y hasta divagó.
Desde entonces el Partido Demócrata se pregunta: ¿podrá seguir siendo candidato para las elecciones de noviembre?
El alboroto dentro del partido es cada vez más notorio, a pesar de los intentos públicos de mostrar un frente unido y los desmentidos de la Casa Blanca.
Según medios de comunicación estadounidenses, los líderes demócratas en el Congreso, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, han comunicado al presidente en sendas reuniones que su candidatura podría poner en peligro las posibilidades del partido en los comicios.
CNN asegura que la influyente Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes, le dijo que las encuestas indican que no solo no ganará sino que puede hacer perder escaños a los demócratas en las legislativas que se celebran al mismo tiempo.
Y varios demócratas de alto rango dijeron bajo anonimato a la plataforma Axios que creen que la creciente presión hará que Biden renuncie a su candidatura. No descartan que lo haga este fin de semana.
"En la carrera"
El miércoles el congresista californiano Adam Schiff pidió a Biden que "pase el testigo". Es el líder demócrata de más peso en decirlo públicamente.
Una veintena de miembros de la Cámara de Representantes y un senador le han rogado que tire la toalla.
El equipo de campaña del presidente-candidato intenta cerrar la puerta a las especulaciones.
"Sigue en la carrera", aseguró el periodista Quentin Fulks, responsable de la campaña.
"Nuestro equipo no contempla ningún escenario en el que el presidente Biden no esté a la cabeza de la candidatura: es y será el candidato demócrata", insistió.
El propio Biden dijo sentirse "bien" tras dar positivo por Covid.
"Me aislaré durante mi convalecencia y, durante ese tiempo, seguiré trabajando por el pueblo estadounidense", escribió en X el miércoles por la noche.
Donald Trump, de 78 años, está de suerte y saborea los reveses de los demócratas.
Se ha obrado el milagro. No solo sobrevivió a un intento de asesinato el 13 de julio, sino que se anuló el caso abierto contra él por una presunta mala gestión de documentos clasificados tras abandonar la Casa Blanca en enero de 2021.
Su influencia sobre el Partido Republicano es casi absoluta. Este jueves aceptará formalmente su nominación como candidato presidencial de la derecha, en una fiesta en la que se soltarán decenas de millas de globos con los colores de la bandera estadounidense.
Y aunque tiene más causas judiciales pendientes, la Corte Suprema le dio recientemente otra alegría al reconocer que los presidentes de Estados Unidos gozan de una amplia inmunidad penal, lo que podría poner en peligro algunos de los juicios contra él. (Chris Kleponis con Inès BEL AIBA en Washington)