PEDERNALES, República Dominicana.- Deslumbrados por ofertas gubernamentales de incentivos económicos, tierras para sembrar, animales para criar y sitios dignos donde vivir, a lomo de mulos, los hombres salieron del antiguo pueblo Las Damas o Duvergé, y, siguiendo el trazado de los animales, se internaron en la inextricable sierra Baoruco, buscando el sur, hacia la sabana Juan López (hoy municipio Pedernales), donde formalizarían la colonia para integrar la zona al resto del territorio y contener las oleadas de haitianos que poblaban la zona. Había asentamientos de los extranjeros por todas partes, y tenían nombres en creole.
Como lo habían hecho primero los cazadores y criadores de pasto libre, entraron por Puerto Escondido o Puerto Escondido y llegaron a Bucampolo (Las Mercedes). Ocho y diez horas de trajinar, casi 50 kilómetros que percibían infinitos. Era 1927.
Desde el 1 de septiembre hasta finales de diciembre de ese año, llegaron 40 familias de Las Damas, siete del Guanal o Trujín (Oviedo); una de Barahona y una de Barbacoa, en Villa Jaragua. Y, en la sabana Juan López (hoy el centro del municipio) fueron posesionadas en un redondel de casas de tejamanil, o de clavó.
A los colonos, la gestión de gobierno de Horacio Vásquez (1924-1930), les había prometido viviendas, iglesia, escuela, bodega, potrero para reses, cuartel militar y un subsidio de 20 centavos por cada padre y madre, y diez por cada hijo.
El 13 de abril, el ministro de Agricultura, Rafael Espaillat, había designado al primer administrador de la colonia, el escritor y luego primer senador, Sócrates Nolasco, esposo de Flérida Nolasco.
El 21 de enero de 1929, los presidentes Vásquez, dominicano, y Luis Burnout, haitiano, firmarían el Tratado de Fronteras. El río Pedernales sería el límite.
En 1938, el ayuntamiento de Enriquillo elevó a Pedernales a la categoría de distrito municipal. El 16 de diciembre 1957 fue creada la provincia; el municipio fue declarado la capital.
En tiempos de la colonia no había carretera hacia Barahona. Al pueblo se llegaba en animales, o en barcazas. Los suministros de alimentos y demás, llegaban por goletas, a través del mar Caribe.
La carretera Pedernales-Oviedo sería construida en 1937, a golpe de pico y pala, por brigadas de hombres del pueblo que se alternaban en turnos cada 15 días. Unas iban en dirección oeste-este, y las otras, desde este-este, para encontrarse.
Y así unieron las sabanas Juan López y Sansón, donde ahora los técnicos del Gobierno han decidido construir el aeropuerto internacional (pista de 3.5 km.) que servirá de soporte al turismo.
Como ha referido Clemente Pérez, 98 años: “Eso fue muy duro, la hicimos con nuestros brazos; te puedo llevar y enseñarte los rellenos, que todavía están ahí”
Antonio Bretón, ingeniero de la provincia: “Y fue así, en mulo o goleta, hasta 1950, o poco antes, los pedernalenses seguían viajando a lomo de mulo, aunque ya existía el camino por Paso Sena y Cuesta Blanca. El camino por la montaña sólo era difícil desde los manglares hasta Bucampolo, pero los colonos salían al caer la tarde, con la hora fresca, para llegar a Bucampolo a dormir y levantarse en la madrugada para viajar sobre la montaña… El primer vehículo militar llegaría con la conversión del distrito municipal en común o municipio… Mi papá llegó en 1943 en una goleta, y mientras fue dependiente de una bodega de Shadala Cury, recibió todos los suministros de la goleta de la Marina, que iba periódicamente”.
Y cuenta: “Mientras recibía mercancía en el espigón (el muelle del pueblo), Rubén Bretón, mi padre, se hizo pana de Luis Ney Hernández, quien recibía los productos para la bodega de Julio Hernández, y de Hostos, quien recibía la de su padre, Maximiliano Fernández, y el día en que recibían, sacaban botellas de aguardiente y se perdían en borracheras”.
RUTA HISTÓRICA
Noventa y cuatro años han pasado desde aquella travesía. Casi un siglo. Y lo único que ha recibido la ruta es indiferencia gubernamental. Es el pago a los colonos que resistieron las inclemencias de la zona. Hoy sólo cruzan unos cuantos aventureros en motocicletas, pese al espectáculo gratuito que ofrece la naturaleza a ambos lados de la sierra. Allá, el lago Enriquillo; aquí, la carretera panorámica de la bauxita como mirador de maravillas.
La de Oviedo-Pedernales, casi nueve décadas después, 51 kilómetros de tedio, secuencias de curvas angostas que, a ratos, forman especies de espirales inconcebibles. Inaceptables si se desconoce que fueron hechas a puro músculo y sin más orientación que las huellas de los trillos de los mamíferos silvestres.
Los 24 kilómetros entre Oviedo y Enriquillo no son tan demoníacos, pero van por el mismo camino. Los 49 entre Enriquillo y Barahona, puro infierno. En total, 124 kilómetros de incertidumbre a causa del largo descuido gubernamental.
EN EL HORIZONTE
El presidente Luis Abinader ha dispuesto la reconstrucción y ampliación de la carretera Enriquillo-Pedernales (73 kilómetros), el reinicio del tramo Barahona-Enriquillo y la reconexión de Pedernales con Puesto Escondido, por la carretera de la bauxita, para integrar al proceso de desarrollo turístico a Independencia, Baoruco y comunidades cercanas al Lago Enriquillo.
La primera tendrá dos carriles de 3,65 metros de ancho, con sus paseos. La inversión será de 1800 millones de pesos y beneficiará a 300 mil habitantes. No tendrá “policías acostados” e incluirá un distribuidor en el cruce de Cabo Rojo-Pedernales, según datos de Obras Públicas.
Será construida por la compañía Andalar Internacional, del magnate mediático Juan Ramón Gómez Díaz. Ya ha instalado el campamento en Juancho. El administrador es Luis Gómez.
El 15 de abril de 2021, Gómez dijo que terminarían de formalizar el campamento e iniciarían los trabajos en la próxima semana. “Ya verás, hermano, nosotros trabajamos con garantía; ya verás, nosotros nos sentimos pedernalenses como tú”.
Días después, al ser preguntado sobre el porqué no comenzaban, alegó que los propietarios de parcelas que serían afectados por la ampliación no querían ceder, aunque aseguró que arrancarían con fuerza “tan pronto el presidente Abinader dé el primer picazo”.
“Ya estamos conversando; sabes que la gente es cada día más agarrada, pero mañana rompemos el hielo, si Dios quiere. Ellos quieren que Obras Públicas les pague primero para luego remover las empalizadas. Eso pasa en todos los tramos, pero mañana resolvemos eso”.
El viernes 25 de junio, dos días después del primer palazo de arranque del Plan de Desarrollo Turístico Pedernales, por parte del mandatario, en Cabo Rojo, en el tramo Oviedo-Enriquillo se veían algunas trochas que se detenían en propiedades privadas.
En el tramo Pedernales-Oviedo, hasta este miércoles 30 junio de 2021, ningún movimiento. Parece que la decisión ha sido trabajar de este a oeste, pese a que en el paraje Manuel Goya, en Oviedo, paralelo a recta de Sansón, será edificado el aeropuerto Internacional. Allí, la estatal Empresa de Transmisión Eléctrica (ETED) trabaja en el replanteo de las torres que había colocado en el área como parte del proceso de la instalación de la línea de 138 kilovatios (73 kilómetros) que interconectará a Pedernales con el sistema nacional.
La reconstrucción del tramo Enriquillo-Barahona está enchivada. El presidente Abinader informó en su discurso del 23 de junio de 2021, en Cabo Rojo, que el Congreso ya ha autorizado la erogación de fondos extra para continuarla.
El 18 de octubre de 2012, dos meses después de posesionarse el presidente Danilo Medina (2012-2016/2016-2020), su ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, al dar el primer picazo para inicio de la obra, manifestó:
“Como ustedes saben, el presidente Medina ha dicho que su eje principal es el turismo, y aquí en Barahona y Pedernales hay bellezas naturales comparables con las que tienen Oslo y Mónaco, en Europa. Ya está bueno de soñar. Vamos a convertir en realidad el hecho de que una buena vía de acceso sea fundamental para el desarrollo del turismo”.
Conforme el discurso del funcionario, con la “reconstrucción total del circuito vial Barahona-Enriquillo/Enriquillo-Pedernales se busca que estas zonas del sur “se desarrollen como verdaderos puntos turísticos y que, a su vez, sus habitantes tengan mejor calidad de vida”.
En 2013, el mismo ministro (candidato presidencial de Medina en 2020), se ufanaba de la velocidad con que iba la “gran obra”.
Una nota del Ministerio: Con más de 15 kilómetros intervenidos con equipos y obreros, avanza progresivamente la construcción, reconstrucción y ampliación… Tendrá una vida útil de 20 años. Inicia en el mirador marítimo a la entrada del Enriquillo y terminará en Barahona. Tiene 46.8 kilómetros de longitud. La carretera de tipo montañosa será ampliada de seis a once metros de ancho en más de un 90%. Contará con un ancho de carril de siete metros. Se le aplicará una carpeta asfáltica de tres pulgadas de espesor para una velocidad de diseño de 40 a 45 kilómetros por hora. Como circulan unos 500 vehículos por día, la mayoría pesados, se reforzará con cemento para evitar el deterioro. Los ingenieros resolverán los puntos de derrumbe, construirán alcantarillas para evitar deterioro, y miradores para entretenimiento.
El ministro de OP de la ocasión dijo que con la “reconstrucción total” del circuito vial Barahona-Enriquillo/Enriquillo-Barahona se busca que estas zonas del sur “se desarrollen como verdaderos puntos turísticos y, a su vez, sus habitantes tengan mejor calidad de vida”.
El proceso registró un meteórico avance en los 21 kilómetros desde Barahona hasta La Ciénaga. Allí, sobre los farallones, la empresa de Castillo desarrolla un complejo turístico. El resto es un real laberinto plagado de peligros para los viajeros. El presidente Medina terminó su gestión el 16 de agosto de 2020.
MIRADA DE DOLIENTES
En Pedernales favorecen la decisión de la gestión de gobierno actual de reconstruir y ampliar el circuito vial para disminuir riesgos, acortar distancias y propiciar intercambios con los demás pueblos.
Consideran impostergable la intervención de la panorámica Cabo Rojo-Aceitillar, en lo alto del Baoruco, y su conexión con la provincia Independencia, vía Puesto o Puerto Escondido, para integrar el desarrollo turístico a la Región Enriquillo (Pedernales, Independencia, Baoruco y Barahona), pero también para homenajear a los colonos.
La Cabo Rojo-Aceitillar fue construida por la estadounidense Alcoa Exploration Company, a finales de la década del 50 del siglo XX, para transportar la bauxita que extraía de los yacimientos hasta el muelle de embarque. Las empresas que sucedieron a la minera gringa, Ideal Dominicana y Dovemco, la han usado indiscriminadamente desde mediados de los ochenta, sin darle mantenimiento.
En 2014, el consorcio dominico-venezolano (Dovemco) descubrió que debajo de la carretera, en un tramo de 700 metros, hay bauxita de superior calidad. Y se propuso extraerla. Así, cabildeó un acuerdo transaccional con el Ministerio de Energía y Minas, que contempla la destrucción del tramo para sacar el mineral.
Según ese acuerdo, la compañía se comprometía a hacer los pagos a la comunidad y reconstruir la carretera completa a un costo de 2 millones de dólares.
Hubo una lluvia de rechazos comunitarios. El ministro Antonio Isa Conde alegó que “nos encontramos entre la espada y la pared” porque –advirtió- el acuerdo no se podía romper de manera unilateral.
El 16 de febrero de 2016, la jurídica de la institución, Susana Gautreu, le alegó a una comisión presidida por el gobernador Odalis Zabala que Dovemco amenazó con interponer una demanda internacional contra el Estado por rescisión unilateral del contrato suscrito entre ambas entidades para extraer esa bauxita, con vigencia hasta 2018.
Ley 158 del 26 de febrero 1986 (gobierno de Jorge Blanco) establece que la carretera Cabo Rojo-Aceitillar es una vía panorámica protegida y debe usarse con fines de recreación, educación ambiental y protección de la naturaleza.
El agrónomo y ejecutivo del clúster turístico de Pedernales, Marino Vilomar, ha pedido cuentas al Gobierno sobre el anuncio de reconstrucción de esa vía y su conexión con Puesto Escondido, además de las obras turísticas anunciadas para Cabo Rojo. Como el Grupo Jaragua, él reclama estudios de impacto ambiental (EIA). Recuerda el compromiso con el Convención Ramsar.
La Convención Ramsar es un tratado intergubernamental sobre la protección de los humedales de importancia internacional, especialmente como hábitat de animales. Fue adoptada el 2 de febrero de 1971, en la localidad iraní de Ramsar, a orillas del mar Caspio. Promueve acciones nacionales y la cooperación internacional para la conservación y uso racional de los humedales. https://www.ramsar.org/sites/default/files/fs_6_ramsar_convention_sp_0.pdf.
El agrónomo Ricardo Estévez (Cano), nativo de Pedernales, residente en la comunidad agrícola Aguas Negras, es ambientalista activo y presidente provincial de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Considera pertinente el Plan de Desarrollo Turístico de Pedernales que ejecuta el Gobierno. Y llama a apoyarlo.
“En Pedernales hay agua suficiente para el desarrollo ecoturístico, y hasta para mandarle a Bávaro y Punta Cana. Tenemos tres cuerpos de agua superficiales: los ríos Pedernales, Aguas Negras y El mulito, y otras fuentes menores. Y el Grupo Jaragua debe saber que en las planicies costeras de la provincia Pedernales están quizás los mayores acuíferos de la República Dominicana, además del agua del mar, que la podemos desalinizar”.
Y abunda: “No creo correcto afirmar que la biodiversidad del parque Jaragua y el frágil bosque seco serán gravemente afectados, por ampliar y mejorar las vías existentes, como dice ese Grupo Jaragua. Sólo será levemente afectado. Ellos dicen que respaldan el plan de desarrollo turístico de Pedernales, pero no respaldan nada. Además, de llevarse a cabo el desarrollo turístico sostenible, nuestros humedales serán protegidos, no hay que construir sobre ellos porque hay suficientes terrenos firmes donde construir. El bien de los pedernalenses está fundamentado en el desarrollo del primer destino ecoturístico, primero y único del país, como ha dicho mil veces el presidente Abinader”.
El presidente de la Sociedad Ecológica de Pedernales y comentarista de la radio local, Fausto Gomera, favorece todas las inversiones que ha anunciado el Gobierno, mediante el modelo Alianza Público-Privada. Sostiene que la organización participó en el levantamiento del Plan Maestro para el desarrollo turístico de la provincia.
“Respaldamos totalmente la iniciativa del Gobierno en Cabo Rojo y en Pedernales. Y apoyamos la unificación de la Región Enriquillo a través de la carretera de Aceitillar, por el parque sierra Baoruco. Y en cuanto a la de Enriquillo-Pedernales, que afectaría en parte al parque nacional Jaragua, entendemos que es necesaria. Tenemos grandes atractivos y eso generará gran visitación. Basta con que el Estado mismo se comprometa con la protección medioambiental”.
El ingeniero Antonio Bretón, nativo de Pedernales, dice que sueña con ver la carretera de la bauxita o panorámica reconstruida y ampliada hasta Puerto o Puesto Escondido.
Como la mayoría de los pedernalenses, él piensa que redituará muchos beneficios y representaría un homenaje a los colonos que poblaron la sabana.
Sobre el tramo Pedernales-Enriquillo –dice- “se puede reducir la longitud sin mayor impacto ambiental”.
En su historia, la carretera ha sido objeto de algunas rectificaciones, como en el cruce de Cabo de Rojo hacia Pedernales, donde Obras Públicas ahora construirá un distribuidor. Antes, se iba por la costa, bordeando los manglares hasta donde ahora está Fundacipe, para encontrarse con el viejo camino de la playa. Pero en la trayectoria siguen ahí la recta Sansón, Las Cuatro Bocas, Vuelta del Guano, Vuelta de la Colmena, Guarantén, Trou Nicolás o Charcos de Romeo (tres cenotes).
Otro profesional de la ingeniería, nativo del pueblo, Andrés Pérez, opina que la región se merece excelentes carreteras.
“Lo único que conozco sobre el proyecto Barahona-Pedernales es lo contenido en el Plan Maestro, en el que se propone las siguientes reducciones de distancia: Barahona-Enriquillo: 3.91 km.(12 minutos); Enriquillo-Pedernales, 10.70 km. (18 minutos). Creo que son cinco tramos en la de Barahona-Enriquillo y algunos 13 en la Enriquillo-Pedernales”.
Hirhina Peña, ingeniera del municipio, residente en Estados Unidos: “En lo posible, se deben eliminar esas curvas cerradas tan peligrosas, que han generado tantos accidentes; y donde sea necesario, instalar barreras de contención, una excelente señalización, sin olvidar las alertas para cruce de animales (vacas)”.
El presidente Abinader, el director ejecutivo del Plan de Desarrollo Turístico de Pedernales, viceministro de Cooperación Internacional de Turismo, Carlos Peguero, y el director ejecutivo de Alianzas Público-Privadas (DGAPP), Sigmund Freund, han garantizado desarrollo de turismo sostenible y sustentable sin dañar los parques nacionales. Y han reiterado que “no habrá construcciones en Bahía de las Águilas, se protegerán los humedales y se trabajará con la comunidad”.
Pedernales, en el extremo sudoeste dominicano, es la séptima provincia más grande (superficie de 2,080 kilómetros cuadrados de 48,442 kilómetros cuadrados). Ronda los 50 mil habitantes; 15 por kilómetro cuadrado, muy baja densidad poblacional. Pese a sus riquezas naturales, es la cuarta más pobre. Ocupa el lugar 26 entre las 31 provincias y el Distrito. Su índice de desarrollo humano, al 2020, era de 0.717.