La reelección ha dividido tradicionalmente a los dominicanos. La prohibición de la reelección presidencial se convirtió en una consigna política en los años 80, cuando Balaguer era el eterno candidato y utilizaba los recursos del poder para mantenerse en el gobierno.
José Francisco Peña Gómez fue el más audaz luchando contra la reelección, y así lo dejó claramente establecido en los estatutos de su partido, el PRD. El PRM, que surgió de las entrañas del viejo PRD, también lo estableció en sus estatutos.
La Constitución del 2010, realizada de forma consensuada pero con la influencia del presidente Leonel Fernández, dejó establecido un sólo periodo para los presidentes de la República. Claro, Leonel Fernández gobernó durante dos períodos, entre el 2004 y el 2012. Tenía las intenciones de ser el candidato presidencial de su partido en el 2016.
En el año 2015 el presidente Danilo Medina forzó una decisión del Comité Político del PLD, y logró cambiar la Constitución en su artículo 124, para que permitiera una reelección presidencial, y quien ocupara el cargo de presidente de la República jamás pudiera postularse.
Hoy Danilo Medina es el único politico dominicano que tiene prohibido postularse a la presidencia de la República. Ese tema dividió al Partido de la Liberación Dominicana. Los reformistas han sido los políticos coherentes, en el sentido de que siempre han sido y seguirán siendo partidarios de la reelección presidencial.
El partido que gobierna en la actualidad es el Revolucionario Moderno, y tiene en sus estatutos establecida la prohibición de la reelección presidencial, como lo establecía el viejo PRD. El 15 de enero próximo hay convocada una Convención Nacional Extraordinaria de Delegados para discutir los cambios en los estatutos y ese es un tema de debate. El voto es abierto, democrático y secreto. Los delegados pueden hacer el cambio en los estatutos del PRD y establecer que como la Constitución de la República permite una reelección presidencial el PRM también puede permitirlo.
Eddy Olivares, miembro de la Comisión Ejecutiva del PRM y responsable de la reforma estatutaria, ha dicho que la decisión es de los delegados. “Ahora va ser convocada la Convencional Nacional Extraordinaria para la reforma estatutaria, en la que habrá una amplia representación del partido a nivel local y del exterior, en esa convención será que finalmente se decidirá la reforma, la última palabra en cuanto a la reforma lo tiene la convención nacional extraordinaria de delegados”.
En los trabajos internos del PRM ya los delegados tienen una propuesta, de acuerdo con Eddy Olivares: “La propuesta estableció el derecho de un presidente de la República del partido a aspirar a un segundo período”. Es decir, que el presidente Luis Abinader podría postularse a un segundo período. Quien observa el cuadro político dominicano sabe que el presidente Abinader trabaja intensamente para completar con éxito su primer periodo presidencial, pero al mismo tiempo para tener fortaleza electoral y simpatías para postularse por un segundo período. No hay que cambiar la Constitución de la República, porque ya Danilo Medina lo hizo.
¿Habrá algún miembro destacado del PRM que desee competir con Luis Abinader internamente, por una candidatura presidencial para el 2024? Es probable que los haya. Casi todos los dirigentes del PRM son funcionarios del gobierno, y por tanto subalternos del presidente Abinader. Hipólito Mejía, quien compitió con Luis Abinader para la candidatura presidencial del 2020 ya se retiró y disolvió su grupo político. Se ha dicho que apoya a Carolina Mejía, alcaldesa del Distrito Nacional, pero ella no ha expresado intenciones de postularse.
Por lo que se ve en el panorama quien sea el candidato de la oposición, o los candidatos de la oposición, tendrán que competir con Luis Abinader, en una contienda en la que el presidente tiene muchas ventajas, porque es el político que ocupa la presidencia y ha actuado y lo sigue haciendo, sólo en un escenario marcado por la pandemia y por las iniciativas gubernamentales.
Por lo que cuentan los partidos políticos, el panorama electoral luce bastante despejado. El PLD tiene aspirantes que se promueven, pero que aún no logran resolver el gravísimo problema de credibilidad que tiene esa organización como resultado de su última gestión de gobierno, y por los procesos judiciales en marcha, que no le dejarían levantar la cabeza en los próximos meses y años.
Dejemos que la Convención Nacional Extraordinaria de Delegados del PRM decida, el 15 de enero, el trayecto que desea seguir ese partido para retener el poder en 2024.