El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este jueves con una subida del 1,31% y se situó en 89,26 dólares el barril, continuando así con el impulso obtenido por un descenso mucho mayor de lo esperado en los inventarios de crudo de EE.UU. gracias al fuerte aumento de las exportaciones.
A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en septiembre sumaban 1,15 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
Ayer, la Administración de Información Energética (EIA) anunció que las existencias comerciales de crudo de EE.UU. cayeron 7,1 millones de barriles en la semana que terminó el 12 de agosto, hasta 425 millones de barriles y que las exportaciones de crudo de EE.UU. alcanzaron los 5 millones de barriles por día.
Una noticia que los inversores celebraron luego de una semana de datos negativos para el oro negro.
El lunes, el precio del crudo cayó por debajo de los 90 dólares el barril debido a los malos datos económicos del principal comprador de petróleo, China.
El miedo a una recesión global incrementó ayer después de que Reino Unido anunciara que el índice de precios al consumo (IPC) se situó en julio en el 10,1 %, frente al 9,4 % del mes anterior, por lo que se sitúa en el nivel más alto en más de 40 años.
En el frente del suministro de petróleo, el mercado está a la espera de los desarrollos de las conversaciones para revivir el acuerdo nuclear de Irán de 2015 con las potencias mundiales, lo que eventualmente podría conducir a un impulso en las exportaciones de petróleo iraní si se llega a un acuerdo.
"Esperamos que el petróleo se estabilice a mediados de los 80 dólares, pero es probable que cualquier movimiento alcista se vea limitado por una resistencia cercana a los 95 dólares por barril", anotó el analista Tom Essaye en un informe de la firma Sevens Repor.