El crecimiento del sector turístico en República Dominicana es evidente en las cifras de US$ 9,000 millones por concepto de divisas o la captación de US$ 1,182.1 millones por inversión extranjera directa, gracias a la llegada de 10,306,517 de visitantes.
Pero, además, en la evolución hacia nuevos nichos como el turismo de salud. Este cambio estratégico, impulsado por el potencial de inversión y respaldado por procesos de calidad, está transformando al país en un destino de clase mundial para tratamientos médicos, estéticos y de bienestar.
El turismo de salud está en un momento de crecimiento y consolidación en República Dominicana. En 2022 se reportaron 338,747 viajes por salud generaron US$ 1,321 millones, de los cuales, 292,902 fueron asistidos por turismo médico y 75,845 por medicina turística, de acuerdo con la Asociación Dominicana de Turismo de Salud (ADTS).
La vicepresidente del gremio, Amelia Reyes Mora, estimó que, llevándose a cabo sinergias público-privadas requeridas y planificación estratégica del sector, para el 2028, el país podría recibir 500,000 turistas por motivo de salud. Estos extranjeros gastan desde US$ 2,500 hasta US$ 7,000 durante su visita en el país y sus procedimientos, lo que permitirá a Quisqueya recibir mayores ingresos por el renglón turístico.
“Tenemos ventajas competitivas y estratégicas que favorecen nuestro crecimiento como ubicación geográfica cerca de los principales destinos emisores como Estados Unidos, estabilidad sociopolítica, costo-efectividad de nuestros servicios, y sello de calidad de turismo médico en los centros de salud acreditados internacionalmente”, explicó la vicepresidente de la asociación.
Y no es para menos, el producto interno bruto (PIB) del renglón de hoteles, bares y restaurantes se situó en RD$ 470,779.4 millones, al cierre del 2023.
Una apuesta por la certificación de calidad
República Dominicana ha venido diversificando su oferta hacia actividades que generan grandes beneficios. El denominado turismo de salud, aquel donde la persona viaja a otra nación para adquirir servicios entorno a la medicina, ha posicionado al país como uno de los principales mercados del Caribe, el número dos de América Latina y el número 19 del mundo, según el “Medical Tourism Index”.
Sin embargo, para asegurar el bienestar, el crecimiento sostenible y la competitividad de la nación, los involucrados se debe apostar por la calidad.
Ante esto, el Instituto Dominicano para la Calidad (Indocal) impulsó la adopción de la norma técnica para turismo médico Nordom ISO 22525, aprobada por el Consejo Dominicano para la Calidad (Codoca), que promueve protocolos y estándares que elevarán la confianza en la prestación de servicios.
El director general del Indocal, Lorenzo Ramírez, indicó que las normas de calidad son instrumentos que agregan valor, mejoran la satisfacción y lealtad de los clientes.
“En el caso del turismo de salud, la Nordom ISO 22525 permitirá elevar la calidad de la atención médica en el país, garantizando que los proveedores de servicios cumplan con criterios rigurosos, que van desde la infraestructura hasta la formación del personal, para fortalecer la atención desde la experiencia del paciente y la calidad de la oferta”, aseguró Ramírez a ACENTO.
De hecho, Ramírez aseveró que este sello tiene como base el cumplimiento de las normas locales de habilitación y acreditación del Ministerio de Turismo y las normas reguladoras de Salud Pública. “Es decir, estamos reforzando las prácticas para la seguridad de los pacientes y sus familiares”, acotó.
El funcionario destacó que acogerse a esta norma permitirá a República Dominicana ser más competitiva como destino en un mercado que aporta RD$ 15,000 millones a la economía nacional.
Si bien la apuesta por la calidad, reflejada en la implementación de normas nacionales, como la Nordom ISO 22525:2020, no solo mejora la confianza del país como destino de salud, Reyes Mora y Ramírez reconocieron que República Dominicana cuenta con centros hospitalarios y clínicas que han recibido acreditaciones internacionales que “permiten generar seguridad y confianza a los turistas que nos visitan”.
Dentro de los centros que cuentan con este tipo de acreditaciones internacionales están el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS), Centro Médico Punta Cana, Instituto Oftalmológico Espaillat Cabral, Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (Cemdoe) y el Hospital IMG.
Otras instituciones cuentan con departamentos internacionales especializados para turistas de salud, mientras, según la Asociación, están en proceso de acreditación internacional como el Hospital General de la Plaza de la Salud, Cedimat y la Clínica Abreu.
Lorenzo Ramírez, del Indocal, declaró que se inició el proceso de socialización con las clínicas y proveedores del servicio para que opten por la certificación.
“Una certificación es un proceso donde una organización imparcial demuestra y evidencia que sus procedimientos cumplen con los requisitos definidos en una Norma. Certificarse permite eficientizar procesos y procedimientos, permite identificar y gestionar los riesgos”, alegó el titular del Indocal.
La certificación Nordom ISO 2525 permitirá elevar la calidad en territorio nacional. “Es una metodología voluntaria que permite a los centros diferenciarse, para mejorar la atención y procesos, asegurando el cumplimiento de protocolos y estándares internacionales”, sostuvo Reyes Mora.
Pero, la calidad es un proceso de mejora continua, por lo que certificarse asegura la protección y la salud del no residente, la estabilidad y competitividad en el mercado para que República Dominicana se consolide como un destino del turismo médico.
Una certificación voluntaria
El titular del Indocal comentó a ACENTO que el principal reto es lograr que la certificación de carácter voluntario sea vista como un beneficio porque, ciertamente, demandará a mediano y largo plazo recursos como compra de equipos de última generación, adecuación de instalaciones, capacitación y formación, y acreditación.
“Para los pacientes, la calidad de los servicios de salud juega un papel decisivo en la selección de un destino turístico específico para recibir tratamiento médico, ya que afecta directamente la seguridad, eficacia, comodidad y satisfacción con la atención médica recibida”, dijo la vicepresidente de la Asociación Dominicana de Turismo de Salud, Amelia Reyes Mora.
Debido a esto, afirmó que se debe trabajar en el desarrollo de una cultura de calidad que impacte positivamente a la cadena de valor, y, a la vez, combatir el “intrusismo y fomentar el cumplimiento de las normas locales y que más centros se acrediten internacionalmente”, ratificó.
Tanto Lorenzo Ramírez y Amelia Reyes Mora afirmaron que existe la voluntad desde el sector público de colaborar para hacer crecer ese sector, y desde el sector privado, a través de la ADTS, entienden la trascendencia de elevar la calidad del turismo de salud.
“Hoy en día tenemos centros y especialistas certificados internacionalmente y poder venir a República Dominicana por concepto de procedimientos estéticos o de salud es una insignia de lo que es el crecimiento del sector turístico dominicano”, comentó el presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), David Llibre.
El ejecutivo indicó que en alianza con el sector privado y las autoridades gubernamentales “han identificado esta opción de viajes que aporta al crecimiento del turismo, que solo en el año pasado se instauró por año un récord en República Dominicana”.
Su opinión quedó confirmada en el Decreto 787-21 donde el presidente Luis Abinader instruye a desarrollar acciones y políticas para impulsar el turismo de salud, por considerarlo “un nicho de mercado estratégico para el crecimiento sostenible de República Dominicana”.
El país con perspectiva de ser un destino de salud a gran escala
La oferta de turismo de salud se compone por los centros de salud, pero también por los intermediarios (turoperadores y facilitadores médicos), la asistencia (personal técnico y enfermeras), así como las empresas de transporte, las diferentes opciones de alojamiento (hoteles y casas de recuperación).
En noviembre del 2023, la asociación anunció una inversión de RD$ 20,000 millones en la construcción de infraestructuras. Estas inversiones generarían 4,050 puestos laborales.
Un factor fundamental e impulsor de este tipo de inversión para los pacientes locales y turistas son los incentivos que se derivan de la Ley 158-01.
De acuerdo con Reyes Mora, continuar estimulando la inversión permitirá mejorar la competitividad a nivel local e internacional, creación de empleos, mejorar la infraestructura de salud y la inversión tecnológica.
“Esto se traduce en una inversión significativa en la infraestructura de salud privada, y a su vez, en un mejor acceso a mejores tecnologías y médicos para los pacientes internacionales y los locales que también utilizan el servicio”, comentó el titular del Indocal.
En un mundo cada vez más conectado y competitivo, la calidad se erige como el pilar fundamental que impulsa el desarrollo y la sostenibilidad en el sector de viajes. Además, estas iniciativas están atrayendo inversiones, estimuladas por incentivos gubernamentales que promueven el desarrollo de infraestructuras médicas y la generación de nuevos puestos laborales.
Con un enfoque en la mejora continua y la certificación de calidad, República Dominicana se puede convertir en un líder regional en turismo de salud, ofreciendo servicios de alta calidad basados en la Nordom ISO 22525.