Magín Díaz, director de la Escuela de Economía de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y exdirector de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), manifestó su preocupación ante el reciente anuncio de la reforma fiscal que incluye un incremento en el impuesto por grado de alcohol aplicado al ron y otras bebidas alcohólicas.

Díaz subrayó que este tipo de ajustes podrían tener consecuencias contraproducentes para la economía y el mercado formal de bebidas.

“El aumento de los impuestos selectivos no solo presiona a las empresas formales, sino que también abre la puerta a una mayor evasión y al crecimiento del comercio ilícito”, expresó Díaz.

Según explicó, el incremento en la carga tributaria al ron, un producto emblemático de la cultura dominicana, no se corresponde con las necesidades actuales del sector, que ya enfrenta una alta evasión fiscal.

En su intervención, el experto recordó un caso anterior en 2012, cuando un aumento significativo de impuestos en el sector de bebidas alcohólicas provocó un auge en el comercio ilegal y pérdidas importantes para las empresas que operan dentro del marco legal. “Me tocó enfrentar el gran fraude que surgió en el sector de bebidas alcohólicas debido al aumento desmedido de impuestos. En ese momento se creó un comercio ilícito muy grande”, detalló.

Díaz enfatizó que el enfoque correcto para aumentar la recaudación debería centrarse en mejorar la estructura de combate a la evasión en lugar de subir impuestos en un mercado que ya opera bajo una alta presión tributaria.

“La evasión es alta en los impuestos selectivos. Aumentar estas tasas solo incrementará las prácticas ilegales y dificultará aún más la competencia para quienes sí cumplen con la normativa”, añadió.

El especialista también señaló que un enfoque más eficiente para el gobierno sería reforzar los mecanismos de control y vigilancia fiscal, ya que hay margen para mejorar la recaudación de impuestos existentes sin imponer nuevas cargas. “Debemos enfocarnos en fortalecer la capacidad de fiscalización de la DGII, en lugar de seguir aumentando tasas que solo perjudican a las empresas formales y promueven la informalidad”, concluyó.

Esta advertencia de Magín Díaz se suma a otras voces del sector que han expresado inquietudes respecto a los posibles efectos adversos de la reforma fiscal sobre la industria de bebidas alcohólicas, especialmente el ron, que representa una parte significativa del mercado local y de exportación.