El presidente de EEUU, Joe Biden, visitó este jueves por segundo día consecutivo las zonas devastadas por las catastróficas inundaciones y vientos que dejó Helene en el sureste del país, que acumula más de 200 muertes, convirtiéndose en el segundo más mortífero de los últimos 50 años en territorio norteamericano.

Muchas comunidades siguen aisladas porque el agua arrasó cientos de carreteras, además de edificios, viviendas y vehículos.

Helene efectivamente se ha convertido en el segundo huracán más mortífero que ha azotado el territorio continental de Estados Unidos en los últimos 50 años, después del huracán Katrina, que mató a 1.833 personas en 2005.

El estado ahora más afectado por las muertes es el de Carolina del Norte, que ha registrado 98, seguido de Carolina del Sur con 41, Georgia con 33, Florida con 19, Tennessee con 15 y Virginia con dos, estados visitados en las últimas horas por Biden o por la vicepresidenta, la candidata a sucederle Kamala Harris.

Biden llegó este jueves a Florida, donde recorrió áreas arrasadas por el huracán tras la ronda que hizo el miércoles por las Carolinas.

El mandatario, que no se reunió con el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, visitó primero Tallahassee, la capital de ese estado, para luego sobrevolar durante 45 minutos las áreas por donde tocó tierra Helene, en las inmediaciones de Perry, en el noroeste floridano.

Ya en Georgia, donde tampoco se reunió con su gobernador, el republicano Brian Kemp, Biden visitó Valdosta, una zona afectada del sur de ese estado, a la que también acudió el pasado lunes el expresidente y candidato republicano, Donald Trump (2017-2021).

En una parada que hizo esta tarde en una empresa agrícola de la ciudad georgiana de Ray City, el presidente prometió que el Gobierno federal no escatimará esfuerzos en ayuda para la reconstrucción de las comunidades afectadas, aunque esto, dijo, requerirá miles de millones de dólares.

Subrayó que en momentos como este hay que dejar la política a un lado y "acabar con ese partidismo rabioso que existe y para el que no hay razón".

La cifra de muertos en Georgia por el huracán Helene asciende a 33, según datos que ofreció en rueda de prensa el gobernador Kemp, quien pidió a los georgianos que tengan a estos fallecidos en sus pensamientos y oraciones.

Todavía permanecen sin electricidad algo más de 250.000 usuarios de este estado, donde, según informó la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), se reportan daños hasta ahora por un valor de 417 millones de dólares, aunque la cifra es muy probable que aumente.

Equipos del Departamento de Transporte de Georgia trabajan además arduamente para reabrir cientos de carreteras bloqueadas, tanto rutas estatales como interestatales.

El gobernador Kemp dijo que al menos 3.200 árboles se troncharon y cayeron sobre el tendido eléctrico en todo el estado, por lo que la compañía que suministra la electricidad, Georgia Power, tendrá que reemplazar cerca de 8.000 postes.

Biden ordenó al Departamento de Defensa enviar hasta 1.000 soldados en servicio activo a las zonas de desastre afectadas en Carolina del Norte por Helene, que entró por Florida como un enorme y potente huracán y causó muerte y destrucción en al menos seis estados.

Los oficiales ayudarán en la distribución de alimentos, agua y otros suministros en muchas zonas, como Asheville, en Carolina del Norte, uno de los pueblos más afectados, que acumula la mitad de las más de 200 víctimas mortales.

A una semana de la llegada de Helene a Estados Unidos, unas 900.000 personas se encuentran aún sin servicios de electricidad en el sureste del país, y muchas otras incluso sin agua potable ni servicios de transporte ni comunicaciones.

Entre tanto, el huracán, Kirk, que se fortaleció y es ahora de categoría 4, continúa este jueves su desplazamiento sobre el Atlántico sin previsiones de que cause daño en tierra, mientras la tormenta tropical Leslie se formó hoy en el sureste del Atlántico.

(Con informaciones de EUROPA PRESS, EFE y AFP)